29 de abril de 2014

Sesión académica a cargo de Pablo Adreani, Jorge Malena, Miguel Rapela y Gustavo Grobocopatel, organizada conjuntamente por el Comité de Asuntos Asiáticos y el Comité de Asuntos Agrarios

Por Santiago Guardone

El martes 29 de abril de 2014 se llevó a cabo en el CARI un encuentro organizado por el Comité de Asuntos Asiáticos y el Comité de Asuntos Agrarios. En esta oportunidad el tema abordado fue el comercio internacional de semillas y granos, cuestión que involucra también reflexiones sobre el papel de China, Latinoamérica y, especialmente, la Argentina.

La apertura de la sesión académica y presentación de los expositores estuvo a cargo de Tomas de Anchorena, quien dio inicio a la misma afirmando: "la semilla es uno de los principales mecanismos de innovación en tecnología".

El primer expositor fue el ingeniero Pablo Adreani, quien comenzó destacando el papel de Sudamérica como la mayor reserva de alimentos a nivel mundial, hecho que lo hace un mercado sumamente atractivo para China. Y resumió: "¿Qué va a pasar en los próximos 10 años? Lo mismo que pasó en los últimos 10 años: China va a seguir creciendo y con ello las exportaciones sudamericanas".

"Estamos viviendo una revolución en el consumo y la tecnología", afirmó Adreani. Los principales exportadores de soja son Brasil y Estados Unidos, pero este último sin posibilidad de expandirse ya que, para hacerlo, debería disminuir su producción de trigo. Por otro lado, China es el principal importador y no solo para el consumo de su población, sino también para sus más de 700 millones de cerdos.

Seguidamente, brindó diversos datos a modo de demostración del impacto chino en la economía mundial y finalizó con un breve recorrido histórico sobre la influencia de las grandes empresas de comercio mundial y cómo ese selecto grupo debió admitir como miembro a la nueva potencia oriental que, con el tiempo, ha aumentado su espacio de influencia y también sus demandas, en la medida en que su población crece.

El aporte del doctor Jorge Malena estuvo relacionado con el tratamiento de dos cuestiones: la política de China a partir de sus necesidades internas y las acciones en materia de política exterior para con América Latina a fin de lograr el autoabastecimiento.

Históricamente, China siempre ha intentado lograr esto último. Pero luego de su apertura económica, el incremento de los bienes en calidad y cantidad hizo que comenzara a depender cada vez más de la importación y abastecimiento externo.

Frente a ello, adoptó una estrategia mixta que combina producción local y abastecimiento externo, denominada "política de dos mercados, dos recursos".

Los puntos importantes de dicha estrategia son:

- Importar más alimentos del mercado internacional

- Comprar tierras de cultivo en el exterior, a través de empresas

- Fortalecer la seguridad alimentaria global

- Rediseñar las normas de comercio e inversión internacional en la materia

Destacó también, dentro de las tareas que viene llevando a cabo el gobierno chino, la política de ir hacia afuera, es decir, alentar que las corporaciones chinas, mediante exenciones y subsidios, se instalen en el exterior para construir cadenas de abastecimiento que aseguren la producción de los insumos necesarios. Es una política continuada desde el año 2006.

Actualmente, nueve países latinoamericanos registran inversiones chinas en materia agrícola, entre ellos la Argentina. No obstante, esas inversiones no superan los dos mil millones de dólares.

Entre otros documentos mencionados durante la exposición, cabe mencionar el referido a la Política de China hacia América Latina y el Caribe (2008), que contiene apartados sobre cooperación en inversión y agrícola, que incluyen el apoyo en tecnología agrícola, el envío de técnicos, el intercambio de información y en promover la cooperación en cuestión de inspecciones para mejorar la calidad.

China adoptó una estrategia mixta que combina producción local y abastecimiento

Otro hito en la cuestión fue la visita del Primer Ministro Chino a la CEPAL, Wen Jiabao en 2012. Allí se estableció un foro de ministros de agricultura, conformado en junio de 2013, y creó fondos especiales para promover la actividad agrícola, entre otras medidas de gran importancia. La primera reunión de dicho foro llevó a la denominada "Declaración de Pekín". Allí se reafirmó lo establecido durante la visita del Primer Ministro.

Por otro lado, el compromiso de cooperación en materia de agricultura, ganadería y pesca incluye la firma de tratados bilaterales con varios países latinoamericanos. A ello se agrega la designación de Brasil como socio estratégico integral y de Argentina, México, Perú y Venezuela como socios estratégicos.

A modo de conclusión, el abastecimiento que pretende China para el futuro se basará en el comercio, con el arrendamiento o compra de tierra como una herramienta secundaria. Invertirá también en la producción y procesamiento de commodities, al igual que en infraestructura y logística. Se apoyará también en acuerdos bilaterales y regionales, asociaciones estratégicas y foros de alto nivel para asegurar su aprovisionamiento. Ello es evidencia del importante papel que China asigna a los países latinoamericanos productores de bienes primarios. Éstos, y en especial Argentina, deben reflexionar sobre el diseño de una estrategia que responda a las políticas del gigante asiático.

En tercer lugar, el ingeniero Miguel Rapela hizo referencia al tema de las semillas. Comenzó su exposición destacando, mediante analogías, la importancia del valor agregado en cualquier producto y especialmente en las semillas.

El negocio en la Argentina tiene 112 años de antigüedad, involucrado muchos actores y dando empleo a decenas de miles de personas. Destacó la investigación y el desarrollo en el área, ya que es una industria que vive a través de la interacción semilla-ambiente. Por ello, es una industria que no puede importar paquetes tecnológicos cerrados. Todas las compañías deben hacer investigación y desarrollo en la Argentina.

En los últimos 40 años, el comercio de semillas en nuestro país ha cambiado completamente. La soja ha incrementado su volumen sustancialmente, en detrimento de otros cultivos como el trigo.

Dentro de las empresas que están abocadas a la cuestión, se destacan 107 privadas nacionales. Luego el Estado, importante actor cuyo principal organismo es el INTA. Después, siguen las empresas multinacionales y finalmente las cooperativas.

Los países latinoamericanos y en especial Argentina, deben reflexionar sobre el diseño de una estrategia que responda a las políticas del gigante asiático

Posteriormente, el orador se refirió al ámbito internacional. En el mismo lapso de tiempo (los últimos 40 años), el 60% del comercio mundial de semillas se ha concentrado en unas pocas empresas, pertenecientes a Estados Unidos, Francia, Suiza y Alemania. Sin embargo, los principales mercados son Estados Unidos y China, con una marcada diferencia con respecto al resto.

Al momento de comparar China y Argentina en cuanto a la industria semillera, nuestro país lleva la ventaja. El hecho es evidente en relación a especialización, desarrollo, recursos humanos calificados y tecnología. Según el expositor, solo nos asemejamos en la pobre legislación acerca de la propiedad intelectual.

La biotecnología también tuvo su lugar en la jornada. Nuestro país tiene un desarrollo constante, actualizado y transparente, en buena parte producto de haber sido adoptado como una política de Estado. No es así en el caso de China. Por otro lado, sí remarcó la notable diferencia en cuanto a eventos biotecnológicos: los existentes en nuestro país son impulsados por empresas multinacionales, mientras que los del gigante asiático por empresas nacionales, además de la notable variación en cuanto a las especies en cuestión.

Otra diferencia surge de comparar las tendencias que pueden verse en los últimos documentos publicados en la materia. China se inclina por el apoyo a empresas privadas y por acotar la intervención pública. De esa manera, reduciría el enorme número de pequeños emprendimientos que tiene actualmente, unos 7.500, a cambio de que los que queden sean competitivamente más significativos. Argentina, por su lado, está apoyando a empresas nacionales.

En los últimos 40 años, el comercio de semillas en nuestro país ha cambiado completamente

Paralelamente, un hecho destacado a lo largo de las exposiciones fue la compra de la compañía NIDERA, de capitales argentinos y holandeses, por parte de los chinos. Se afirmó: "Esto constituye una evidencia de su estrategia a futuro (…), lo que tiene China hoy, y no tenía antes, es genética de alta calidad. Y eso le permitiría tener más impacto en el comercio internacional".

También se hizo una mención, finalizando la exposición, de los organismos genéticamente modificados. La biotecnología y la industria de semillas comienzan a vincularse con la industria farmacéutica y también con los commodities. Ello tendría, a su entender, un significativo impacto en la transnacionalización del comercio de semillas.

Por último, las reflexiones estuvieron a cargo del ingeniero Gustavo Grobocopatel quien manifestó que "uno se siente parte de un proceso histórico (…), uno que sigue y que responde a una necesidad básica del país". Destacó el hecho de vender flujos (granos) y no stocks (tierras) y dio gran importancia a la cuestión del agua hacia el futuro. Planteó que no debemos preguntarnos por qué los chinos compran empresas latinoamericanas, sino por qué nuestras empresas no van a invertir a China.

Otra cuestión que abordó, de relevancia a futuro, fue el tema de las migraciones. En ese punto hizo una diferenciación entre el "qué" y el "cómo", correspondiendo el primero a "la naturaleza de las cosas" y en el cual más nos hemos detenido en el pasado. Pero afirmó que debemos enfocarnos en el cómo, ya que tiene un impacto mayor en la dignidad y el bienestar.

¿Cómo ejercerán la conducción de los negocios los nuevos líderes chinos? ¿Buscarán integrar o asimilar?

Se refirió también al papel ambiguo de la tecnología, facilitando tareas y dando mayor bienestar por un lado, pero aumentando la brecha entre ricos y pobres por el otro. Incluso, el mayor conocimiento de estos últimos de ese proceso impacta negativamente sobre su sensación de bienestar.

Teniendo en cuenta que la salida de China al mundo es un acontecimiento histórico, el empresario planteó algunos interrogantes: "¿Cómo ejercerán la conducción de los negocios los nuevos líderes empresariales chinos? ¿Serán culturalmente inclusivos o harán "tierra arrasada"? ¿Trataran de asimilar o de integrar?"

"Estamos en un momento histórico extraordinario (…), y el centro del debate es la capacidad de organizarnos (…) Debemos hacer ese debate público y que esté en la agenda política, en la agenda de la sociedad civil y también en la empresarial", concluyó.