Boletín de Noticias de Análisis Internacional

Semana del 17 de agosto al 24 de agosto de 2023

 

Edición: Analía Amarelle, Lucía Cobián, Luisina Ferrero y Julia Pérez Maldonado.

Equipo de Redacción: Camila Arroyo, Ema Balaguer, Josefina Blasco Firpo, Carolina Diez, Catalina Dosio, María Erice, Manuela Franzante, Victoria Frutos, Juan Gentiletti, Antonella Gris, Victoria Herrero, Jazmín Miller, Manuela Schneider, Sara Salas y Rocío Tamargo.

 

INDICE

1. Rusia confirma la muerte de Yevgeny Prigozhin, el líder del Grupo Wagner

2. Dinamarca y Países Bajos envían cazabombarderos F-16 a Ucrania

3. Dos años del resurgimiento talibán en el gobierno de Afganistán

4. Contención de las tensiones con Irán: el enfoque de Estados Unidos

5. Biden anuncia la firma de un acuerdo de asociación estratégica con Vietnam

6. Reacciones a la cumbre de Camp David

7. Debates sobre la regulación de la Inteligencia Artificial

8. Washington restringe inversiones de empresas estadounidenses en sectores tecnológicos estratégicos de China

9. El desarrollo de la tecnología cuántica mediada por la puja tecnológica

10. Rusia e India en la carrera espacial: consideraciones geopolíticas

11. Japón empieza el vertimiento de agua en Fukushima entre una fuerte controversia mundial

12. Cumbre UE-CELAC: dilemas y avances

13. Análisis de las elecciones en Ecuador y sus implicaciones

14. Elecciones en Guatemala: sorpresivo triunfo del candidato de centroizquierda Bernardo Arévalo

15. Human Rights Watch denuncia asesinatos en masa de migrantes etíopes por guardias saudíes en la frontera

 

 

1. Rusia confirma la muerte de Yevgeny Prigozhin, el líder del Grupo Wagner

A dos meses del motín organizado por el grupo de mercenarios rusos encabezado por Yevgeny V. Prigozhin contra los altos mandos militares, el avión privado en el que viajaba el líder del grupo Wagner se estrelló en la región de Tver, en las afueras de Moscú. Rápidamente, el gobierno de Putin estableció una comisión especial para investigar las circunstancias y causas del accidente. Sin embargo, funcionarios occidentales y grupos asociados a Wagner acusaron a las defensas aéreas rusas de derribar el avión. En reacción al incidente, muchos analistas consideran poco probable la posibilidad de que haya sido un accidente. Los expertos indican que la muerte de Prigozhin no generó sorpresa, ya que mucho antes de tildarlo como un "traidor", Putin había expresado repetidamente que "los traidores deben morir" (Foreign Policy). Aunque los altos funcionarios rusos denunciaron el motín como traición, se llegó a un acuerdo que persuadió a Prigozhin a detener su acción a cambio de un salvoconducto en Bielorrusia. La sorpresa hasta ese momento provenía de aquellos que criticaban la aparente falta de respuesta enérgica del presidente ante la traición de Prigozhin, ya que este continuó circulando libremente por el país después de liderar un motín en junio. Las acciones y declaraciones públicas del líder del grupo Wagner subrayaban la vulnerabilidad de Putin, lo que llevó a algunos analistas a anticipar el comienzo de la era post-Putin. Tatiana Stanovaya, investigadora del Centro Carnegie Rusia Eurasia (Foreign Affairs), expresó que la muerte de Prigozhin no generará una reacción significativa entre sus seguidores, más allá de causar descontento o irritación. Quienes respaldaban a Prigozhin "verán lo que le sucedió como una advertencia para cualquiera que intente repetir lo que hizo", afirmó. Otros expertos consideran que, en un escenario en el que Putin podría haber cambiado su dirección política hacia una completa militarización del país y una campaña militar más agresiva en Ucrania, optó por evitar esta estrategia y eliminar sistemáticamente a las figuras prominentes asociadas al "partido de la movilización total" (The Moscow Times). Estos acontecimientos no son solo consecuencia de la revuelta de Prigozhin, sino también de las presiones de la élite insatisfecha con la dirección de la guerra. Un cambio político en Rusia podría darse a través de tres factores: una élite dividida, una población insatisfecha y la ausencia de miedo. Las primeras dos están en marcha y en evolución en la Rusia actual, mientras que la tercera sigue bajo el control de Putin. Si Prigozhin no hubiera enfrentado un alto costo por su rebelión, el régimen de Putin habría quedado muy debilitado (Reuters). En lo que respecta a Bielorrusia y al papel de mediador que Lukashenko juega entre ambas partes, el incidente aéreo demuestra que Putin sigue manteniendo el control en la relación bilateral con su vecino. En cuanto a la presencia del grupo Wagner en África, que incluye concesiones mineras y una eficaz propaganda antioccidental, estos aspectos no cambiarán los planes de Rusia, incluso con la ausencia de Prigozhin. Esto quedó claro cuando Putin enfatizó la importancia de los asuntos de seguridad y los intereses en África, más allá de la traición resultante del motín. África sigue siendo fundamental en la estrategia de Putin en Ucrania: demostrar que no está aislado, eludir sanciones económicas occidentales y reconstruir sus fuerzas a través de Wagner (Atlantic Council).

 

2. Dinamarca y Países Bajos envían cazabombarderos F-16 a Ucrania

Tras meses de negociaciones y en medio de la contraofensiva ucraniana, Dinamarca y Países Bajos dieron finalmente luz verde al envío de cazabombarderos F-16 a Kiev. La decisión de esta transferencia fue consultada con el gobierno de Estados Unidos, del cual, además, se requiere una autorización legal para concretar el envío de las aeronaves (Zona Militar). La liberación de estos F-16 por parte del gobierno de Países Bajos se produce mientras el gobierno neerlandés se encuentra reemplazando su flota aérea por los avanzados Lockheed Martin F-35A Lightning II, también de origen estadounidense (RTVE). Por lo tanto, los envíos a Ucrania se efectuarán a medida que avance esa renovación. Además de la transferencia de los cazabombarderos, Dinamarca y Países Bajos trabajan en un plan de entrenamiento del personal ucraniano para el uso de los F-16 junto a otros once países (The Times of India). Lo que se busca es reducir el tiempo que la Fuerza Aérea de Ucrania necesita para alcanzar la capacidad operativa plena de las aeronaves. De partida, los F-16 no serán transferidos hasta que los pilotos y el personal estén debidamente capacitados. Se calcula que el proceso de asimilación tome seis meses para aprender las habilidades de piloto, más otros cuatro meses para que las tripulaciones de los pilotos aprendan inglés técnico al nivel requerido (The Guardian). De esta manera, y de acuerdo a declaraciones del ministro de defensa danés, Troels Poulsen, se espera que los resultados de los entrenamientos estén a la vista para inicios del 2024 (The Times of India). El proceso de asimilación de equipamiento occidental por parte de los ucranianos siempre fue una preocupación de Washington, ya que la mayor parte del equipamiento militar ucraniano tiene procedencia soviética. A modo ilustrativo, la Fuerza Aérea ucraniana estuvo utilizando una flota aérea vieja, compuesta por los Mikoyan MiG29 y aeronaves Sukhoi (The Times Of Israel). Ucrania viene pidiendo activamente los cazabombarderos F-16 para contrarrestar la supremacía en aire de Rusia (The Hindu). De hecho, la actual contraofensiva que Ucrania está llevando adelante se está haciendo sin apoyo aéreo, dejando a las tropas ucranianas a merced de las fortificaciones rusas (The Times Of Israel). Todavía quedan muchas dudas acerca de qué tanto podrá inclinar la balanza a favor de Ucrania el envío de los F-16, como ya sucedió recientemente con los tanques Leopard otorgados por los países occidentales. El envío de armamento occidental se está realizando a cuentagotas, o más precisamente, el ritmo de la producción de armamento occidental no alcanza a cubrir las necesidad bélicas de Kiev en batalla (Descifrando la guerra). El apoyo de los países de la OTAN dependerá en gran parte de las capacidades de la industria bélica, que a su vez se ve más presionada a medida que la guerra se prolonga.

 

3. Dos años del resurgimiento talibán en el gobierno de Afganistán

El 15 de agosto se cumplieron dos años del retorno de los talibán al poder en Afganistán, instaurando nuevamente el estado teocrático que gobernó el país a finales del siglo XX. La reconquista del poder por el grupo fundamentalista islámico, como un efecto casi consecuencial de la retirada de las fuerzas estadounidenses de Kabul a mediados de 2021, ha traído consigo una multiplicidad de escenarios delicados que la sociedad afgana y los países de la región debieron enfrentar. Dos décadas de conflicto bélico, trazando la línea temporal entre octubre de 2001 (cuando Estados Unidos invadió Afganistán, acusada de albergar en su territorio a los responsables de la tragedia del 11 de Septiembre), y agosto de 2021 (con la retirada de las tropas americanas del territorio de manera oficial), han convertido a esta guerra en una de las más extensas en las que EE.UU. ha participado. Asimismo, ha sido la segunda guerra más costosa en la que los Estados Unidos se vieron involucrados, viendo sus inversiones fracasar severamente tras haber dedicado miles de millones de dólares en entrenamiento militar y apoyo logístico a fuerzas afganas, que finalmente cayeron ante las manos de los talibanes el 15 de agosto de 2021 (BBC). Pero por sobre todas las cosas, fue una guerra que terminó con la derrota de la población afgana, donde los vestigios de un pasado bajo el régimen talibán que amenazaba por volver terminaron por consolidarse en la restitución del Emirato Islámico de Afganistán. Bajo el gobierno del Corán (el libro sagrado del Islam) y de la Sharia (el cuerpo legal islámico), los talibán lograron instituir su régimen teocrático, superando los obstáculos internacionales que intentaron apaciguarlos. Una cascada de denuncias del mundo occidental ha sido oída pero no han tenido efecto en el intento de restaurar el orden democrático del país. Sin presencia estadounidense en el territorio, el grado de influencia de estos actores ha disminuido considerablemente, al regir un fuerte sentimiento anti-occidental por parte del gobierno talibán (Al Jazeera). Este último, asimismo, ha logrado mantener cierta estabilidad –aunque no en indicadores precisamente positivos– en términos de seguridad doméstica, economía y política regional (AP News), aún en un contexto de severa crisis humanitaria. A nivel interno, los talibán resultan alcanzar mayoría suficiente sin oposición existente para que un recambio en el poder tenga lugar. Aunque los talibanes están oficialmente aislados en el escenario global, parecen tener suficientes interacciones y compromisos para que los vínculos con algunos países avancen hacia la normalización (AP News). Sin embargo, el espectro social es determinante en la validación y legitimidad del régimen, no solo a nivel local, sino principalmente a nivel internacional, habiendo logrado obtener el reconocimiento diplomático de tan solo tres países del mundo pasados dos años de su llegada al poder. El motivo que se destaca es la cuestión de género, expresándose las naciones con un rechazo contundente e innegociable en torno a las políticas nacientes de una interpretación religiosa opresiva que subyuga a las niñas y a las mujeres a lo largo y a lo ancho de Afganistán (Foreign Affairs). Hundidos en lo que la ONU caracterizó como uno de los más graves desastres humanitarios, "independientemente de lo que piense el mundo, los talibanes ahora dirigen un país con objetivos y necesidades urgentes" (Foreign Affairs). De acuerdo a Smith y Bahiss (Foreign Affairs), el Estado afgano –independientemente del régimen– necesita de la asistencia económica, financiera y material de aquellas naciones con capacidad de brindarla, debiendo estas poner en un plano secundario las afectaciones y dilemas de carácter mayoritariamente moral y ético que el panorama presenta para resolverse como efecto secundario a la recuperación general del país.

 

4. Contención de las tensiones con Irán: el enfoque de Estados Unidos

En el marco de las discusiones sobre un "entendimiento no escrito" para reducir las tensiones, Estados Unidos está ejerciendo presiones sobre Irán para que deje de vender drones y repuestos de aviones no tripulados a Rusia (Financial Times). Las presiones se dieron en conjunto con las negociaciones de intercambio de prisioneros y el desbloqueo de fondos iraníes congelados en Corea del Sur la semana pasada. En los últimos días, Irán presentó un avanzado dron en la ceremonia del Día de la Industria de Defensa, en donde funcionarios iraníes afirmaron que "el poder disuasivo de las Fuerzas Armadas iraníes disuade a Estados Unidos e Israel de implementar sus amenazas contra el país". Frente a las continuas presiones estadounidenses, los militares iraníes aprovecharon este momento para recordar que "las capacidades de defensa de Irán nunca estarán sujetas a negociación" (Fars News Agency). El Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes dijo que "Teherán ha fabricado equipos de defensa tan avanzados que las potencias militares mundiales están compitiendo por obtener acceso a ellos" (Fars News Agency). El uso de drones iraníes en conflictos armados no es algo nuevo, ya que Irán ha suministrado tecnología de drones y entrenamiento tanto a Hezbollah en el Líbano, como a los rebeldes hutíes para la guerra civil en Yemen (The Times). Si bien Teherán niega hasta el día de hoy que sus drones se estén utilizando en la guerra en Ucrania, hace poco más de un año el asesor de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ya denunciaba la venta de drones y el entrenamiento de fuerzas rusas por parte de Irán (The Times). En repetidas acusaciones, Volodymyr Zelensky también afirmó que se han derribado cientos de drones rusos (Irán International). Algunos analistas califican a las medidas de contención y la diplomacia estadounidense como "una curita" que mantendrá a raya el ciclo nuclear, pero según Sanam Vakil (Financial Times), "no va a restablecer el acuerdo nuclear y no va a aliviar las sanciones a Irán". El investigador Kenneth M. Pollack, por su parte, considera que Irán está utilizando zanahorias en vez de garrotes como herramientas de política exterior para ofrecer incentivos de cooperación en la región (Foreign Policy). Esto se debe a las percepciones iraníes respecto de la desconexión de EE.UU. de los asuntos regionales como una constante de las últimas administraciones. Según el Pollack, Irán se ha dado cuenta de que su constante intimidación no ha hecho más que unificar a sus enemigos, y de ahí el empleo de un nuevo enfoque estratégico, más seductor, hacia toda la región. Quedará por verse, sin embargo, si la nueva ofensiva iraní será acompañada por una lectura estadounidense capaz de contrarrestarla.

 

5. Biden anuncia la firma de un acuerdo de asociación estratégica con Vietnam

En un esfuerzo del presidente Joe Biden por consolidar la influencia de Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico, el pasado 18 de agosto se anunció la firma de un acuerdo estratégico con Vietnam para mediados de septiembre, con el objetivo de fortalecer sus lazos bilaterales (Politico). A mediados del mes de abril, el secretario de Estado de EE.UU. Antony Blinken, se reunió con el primer ministro vietnamita Pham Minh Chinh, expresando el interés de Washington en profundizar la relación bilateral, mientras busca solidificar alianzas en pos de contrarrestar la política asertiva de China en la región (Reuters). Desde la perspectiva estadounidense, Vietnam desempeña un papel crucial como socio comercial y estratégico. Por ello, el próximo acuerdo busca estrechar los vínculos entre ambas naciones en un momento de creciente tensión entre Hanoi y Beijing debido a la disputa territorial del mar de China Meridional (BBC). En efecto, el país norteamericano ya había tomado posición en el conflicto en 2020, rechazando los reclamos ilegales de China en esas aguas y oponiéndose a su conducta coercitiva hacia los demás países del Sudeste Asiático (Departamento de Estado de los Estados Unidos). De este modo, los objetivos de Estados Unidos proyectan impulsar el desarrollo tecnológico de Vietnam en sectores relacionados a la inteligencia artificial y la producción de semiconductores, en respuesta a la pujante influencia económica, diplomática y militar de China en la región. Además, se prevé un posible refuerzo de la cooperación militar y el suplemento de armamento estadounidense como parte de la potencial alianza entre ambos países. No obstante, ante los primeros rumores de la posible visita de Biden semanas atrás, el principal diplomático chino, Wang Yi, instó a Hanoi a prepararse para una cumbre y prevenir posibles intromisiones de fuerzas externas, apelando a la semejanza de ideologías entre ambos países. Resaltando la importancia de salvaguardar la seguridad de las instituciones y el régimen, Wang Yi insistió en la defensa de las creencias del Partido Comunista y sus direcciones socialistas para conservar la paz y las relaciones afines con Vietnam y los demás países en conflicto por el mar del Sur de China (South China Morning Post). A pesar de ello, el pacto no implica para Vietnam un quebrantamiento de los lazos con China, sino que con él busca equilibrar su esquema de relacionamiento, sin aliarse de forma exclusiva con una sola potencia global. En efecto, esta nueva alianza con Estados Unidos busca fortalecer las relaciones diplomáticas establecidas en 1995, luego del distanciamiento de dos décadas tras la Guerra de Vietnam del año 1975 (Departamento de Estado de los Estados Unidos). Asimismo, este acuerdo estratégico se inscribe en el marco de una extensa serie de iniciativas diplomáticas emprendidas por parte del gobierno estadounidense en colaboración con diversas naciones asiáticas, como respuesta a las crecientes amenazas regionales planteadas por China y Corea del Norte. Estas acciones diplomáticas buscan reforzar la estabilidad y seguridad en la región del Indo-Pacífico y consolidar alianzas estratégicas con los países de la zona. Entre ellas se incluyó la histórica cumbre llevada a cabo en Camp David el pasado 18 de agosto, donde se reunieron los jefes de Estado de Japón y Corea del Sur junto con el presidente Biden. Este encuentro no solo buscó abordar los desafíos regionales en términos de seguridad, sino también fortalecer la cooperación entre estas naciones en áreas clave como comercio, tecnología y diplomacia (The Diplomat).

 

6. Reacciones a la cumbre de Camp David

La cumbre de Camp David del pasado 18 de agosto marcó un precedente por ser el primer encuentro que reunió a Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. Si bien EE.UU. ha tendido estrechos lazos con Corea y Japón individualmente, las diferencias históricas entre Tokio y Seúl habían frustrado hasta el momento los esfuerzos estadounidenses por crear una alianza más duradera (The New York Times). Sin embargo, ante los cambios geoestratégicos que han generado el ascenso de China, la invasión rusa a Ucrania y las amenazas norcoreanas, los tres estados colocaron la necesidad de una respuesta a estos desafíos por encima de sus diferencias. En primer lugar, tanto Biden como sus asesores, enfatizaron la idea de que la reunión no se centró en China, e hicieron hincapié en que hubo una amplia gama de temas tratados. Asimismo, negaron que dicho acuerdo implicara un compromiso tan amplio como el pacto de seguridad de la OTAN. Muchos analistas destacaron el interés de la administración Biden de asegurar una arquitectura estratégica institucionalizada que le permita obtener una victoria diplomática antes de las elecciones de 2024 y que perdure más allá de un cambio de gobierno (The Diplomat). China, por su parte, infligió duras críticas al encuentro: Xi Jinping denominó a la cumbre como una estrategia de "contención, cerco y represión general de China" y dijo que "la postura de Camp David crea una grieta en la tendencia general del desarrollo de Asia-Pacífico". Los medios chinos acusaron a EE.UU. de un "accionar hipócrita" que tiene como objetivo la confrontación de bloques en Asia para lograr el control de las cadenas de suministro globales, la ciencia y la tecnología mundiales. Asimismo, Beijing advirtió a Tokio y a Seúl que cruzarse al bando estadounidense tendrá impactos negativos en sus relaciones económicas y comerciales actuales con la región y en especial con China (Global Times). Por su parte, expertos japoneses negaron que el acuerdo se trate de una "OTAN del Pacífico", como lo calificó China, e hicieron referencia a un acuerdo de coordinación en defensa y seguridad económica. En este sentido, afirmaron que no existe ningún compromiso de que cada parte salga en defensa de la otra y/o tome alguna medida en concreto (The Diplomat). Cabe destacar que China es el principal socio comercial de ambos países asiáticos involucrados en el acuerdo, y si bien Japón adoptó una posición más agresiva respecto a China sobre los controles estadounidenses a la exportación de semiconductores críticos, el viernes luego de la cumbre el primer ministro Kishida enfatizó su intención de mantener un "impulso positivo" para mejorar las relaciones bilaterales con China. Por otro lado, como segundo productor mundial de chips y uno de los mayores socios de China, Corea del Sur se ha resistido en gran medida a unirse a los controles de exportación de EE.UU. para evitar antagonizar a Beijing. Pero también lanzó su primera estrategia en defensa del orden internacional basado en reglas, frente al aumento de las tensiones en torno a Taiwán y los intentos de China de cambiar el status quo por la fuerza (The Japan Times). Para tranquilizar a Beijing, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur enfatizó que la reunión trilateral no se llevó a cabo "para excluir a ningún país en particular o apuntar a fuerzas específicas", y afirmó las intenciones de Seúl de mantener una relación estable con China (The Korea Times). Más allá de la palabra oficial, los expertos coreanos expresaron su preocupación por la "gran apuesta" que está haciendo Corea y que según ellos puede resultar contraproducente, ya que quedará expuesta a mayores riesgos geopolíticos que involucran no solo a Corea del Norte, sino también a China y Rusia. La lectura general de los analistas en torno a la relación Seúl-Tokio no fue positiva, dado que muchos asuntos diplomáticos entre los dos países siguen sin resolverse, como los reclamos japoneses sobre los territorios de Dokdo y la liberación de agua de su planta nuclear de Fukushima (TheKorea Times).

 

7. Debates sobre la regulación de la Inteligencia Artificial

Generando esquemas veloces de información y desinformación, y construcción y destrucción de infraestructuras, la Inteligencia Artificial (IA) reconfigura las relaciones poder, las revoluciones y el mismo entendimiento sobre la concepción democrática, aproximando a las sociedades al advenimiento del momento tecnopolar (Foreign Affairs). A pesar de las múltiples carencias en la comprensión de las potenciales implicancias de la IA, distintos países han desarrollado diferentes normativas en búsqueda de establecer límites a la evolución de este fenómeno de suma cero y aumentar sus capacidades en términos de poder e innovación. La Unión Europea lidera en el escenario adoptando una visión "basada en el riesgo", centrándose en la regulación de aplicaciones con potencial daño humano, incluyendo infraestructuras críticas como el agua, la energía, el acceso a servicios públicos y prestaciones gubernamentales (The New York Times). Estados Unidos, por su parte, se caracteriza por la existencia de disputas en torno a las legislaciones a adoptar: hace algunas semanas, la Comisión Federal de Comercio ha buscado abrir una investigación sobre Chat GPT de OpenAI solicitando información a la empresa en base a la protección de sus sistemas y potenciales riesgos frente a la difusión de informaciones falsas (The New York Times). A su vez, Michael Bennet, demócrata de Colorado, y Peter Welch, demócrata de Vermont, han presentado un proyecto de ley que aboga por crear una Comisión Federal de Plataformas Digitales, encargada de regular la IA y las redes sociales (Vox News). Ted Cruz, senador republicano por Texas, ha declarado que el Congreso estadounidense no comprende realmente el rumbo que tomará la IA y, frente a esta incertidumbre global, busca aunar múltiples esfuerzos nacionales con el objetivo unívoco de mantener el poderío estadounidense en el centro de la escena internacional (Politico). Por otro lado, China ha desarrollado una normativa que obligaría a los creadores de chatbots a cumplir las estrictas normas de censura del país desde dos aristas fundamentales: investigando y censurando la forma en la que fabricantes de sistemas de inteligencia artificial utilizan y manipulan los datos de los ciudadanos y, a su vez, incorporando a estos mismos desarrolladores dentro del funcionamiento de la estructura de seguridad estatal, posicionándose fuertemente frente a potenciales ataques. Desde una perspectiva multilateral se ha creado el espacio conocido como IA Hiroshima, un foro que pretende regular la gobernanza mundial de la tecnología desde una perspectiva humana y colaborativa (Le Temps). Frente a las múltiples repercusiones, Ian Bremmer y Mustafa Suleyman (Foreign Affairs) aseguran que existe una asimetría entre los tiempos que requiere el desarrollo de leyes nacionales y las velocidades caracterizadas por la evolución tecnológica. Consecuentemente, el autor plantea la necesidad de crear un nuevo marco de gobernanza mundial donde múltiples actores comiencen a formar parte de las mesas de negociación, siendo fundamental el accionar de empresas tecnológicas. Este enfoque innovador, entendido bajo el nombre de tecnoprudentismo, busca minimizar los riesgos que puedan tener tanto los ciudadanos como las sociedades en su conjunto, creándose esquemas de precaución en la gobernanza. En el ámbito particular de Naciones Unidas, intenta aplicarse este concepto instando a la creación de un espacio exclusivamente reservado al análisis y al desarrollo de resoluciones e informes frente al ciberespacio gestándose un entendimiento de normas comunes sobre las cuales se comprenda la inteligencia artificial, sus potenciales impactos y riesgos. Sin embargo, a pesar de los intentos conciliatorios, las empresas de base tecnológica han manifestado su interés en búsqueda de mayores libertades y aumentos de capacidades propias a la hora de desarrollar IA. Líderes tecnológicos como Sam Altam, director ejecutivo de OpenAI, fabricante de Chat GPT,  han influido en el debate reuniéndose en los últimos meses con al menos 100 legisladores estadounidenses y otros responsables políticos de Sudamérica, Europa, África y Asia, entre ellos Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Altman ha pedido que se regule la inteligencia artificial, pero también ha postulado que la propuesta de la Unión Europea puede ser prohibitivamente difícil de cumplir (El País). La revolución de la IA acarrea consigo una nueva manera de percibir el mundo y sus futuros desafíos, por lo que el establecimiento de normativas efectivas frente a esta tecnología demostrará cuanta capacidad real poseen los gobiernos sobre los gigantes tecnológicos (Foreign Affairs).

 

8. Washington restringe inversiones de empresas estadounidenses en sectores tecnológicos estratégicos de China

El miércoles 9 de agosto, Biden firmó una orden ejecutiva que autoriza al secretario del Tesoro de Estados Unidos a prohibir o restringir inversiones estadounidenses en China en tres sectores estratégicos: semiconductores y microelectrónica, tecnologías de la información cuántica e inteligencia artificial, áreas que se han mantenido en el centro de la rivalidad tecnológica entre los dos países. Tras emitir la orden –que se espera que entre en vigencia el próximo año–, Biden declaró una emergencia nacional para hacer frente a la amenaza de avances de países como China en tecnologías sensibles y productos críticos para las capacidades militares, de inteligencia, de vigilancia o cibernéticas. De esta manera, la orden tiene como objetivo evitar que el capital y la experiencia estadounidenses colaboren en el desarrollo de tecnologías que podrían brindar ventajas militares y de inteligencia a China, socavando la seguridad nacional de Estados Unidos (The Financial Times). La propuesta apunta fundamentalmente a inversiones en empresas chinas que desarrollan software para diseñar chips y herramientas para fabricarlos. Estados Unidos, Japón y los Países Bajos dominan esos campos, pero el gobierno chino ha estado trabajando para crear alternativas locales. En este sentido, la Ley de Chips impulsada por Biden constituye la piedra angular de su campaña, con el objetivo de congelar aún más la industria de semiconductores de China, mientras invierte miles de millones de dólares en subsidios a la industria de chips de Estados Unidos (The Guardian). La orden es la última de una serie de acciones diseñadas para limitar el acceso de China a tecnología avanzada, en un contexto donde los funcionarios estadounidenses han estado compartiendo activamente informes de inteligencia con aliados para argumentar que la inversión occidental es clave para los planes de modernización militar de China, especialmente en el tipo de potencia informática necesaria para romper el cifrado occidental de comunicaciones críticas (The New York Times). De hecho, Biden ha llevado el tema a la reciente cumbre del Grupo de los 7 en Hiroshima, donde se discutieron los esfuerzos conjuntos para limitar la inversión en alta tecnología china, y donde varios aliados, como Gran Bretaña y la Unión Europea, han indicado públicamente que pueden hacer lo mismo. Es posible que China interprete las nuevas medidas como parte de una campaña más amplia para contener su ascenso. En efecto, el gobierno chino declaró a través de un portavoz que las restricciones "socavan gravemente los intereses de las empresas e inversores chinos y estadounidenses" y agregó que China seguirá de cerca la situación y salvaguardará firmemente sus derechos e intereses. A su vez, el Ministerio de Comercio de China acusó a Estados Unidos de perturbar la industria global y las cadenas de suministro (South China Morning Post). Es preciso señalar que la nueva orden llega en uno de los momento más tensos en la relación entre Estados Unidos y China, luego de que una serie de controles de exportación a China sobre tecnologías clave haya desencadenado represalias de Beijing, como el reciente corte de metales críticos para la propia cadena de suministro del Pentágono (The New York Times). Pese a ello, los funcionarios estadounidenses insistieron en que las prohibiciones tienen por objeto abordar los riesgos de seguridad nacional "más agudos" y no desvincularse de China ni separar las economías altamente interdependientes de los dos países (The Guardian). Algunos analistas sostienen que si bien las restricciones han aumentado las probabilidades de un mayor daño a la relación entre los dos países, no alterarán la dirección hacia la recuperación, ni tampoco la esperada visita de la Secretaria de Comercio de Estados Unidos a China (South China Morning Post). Además, otros análisis indican que, aunque podría limitar la inversión en el sector privado de China, las restricciones tendrían un impacto más bien limitado en el sector tecnológico chino. En este sentido, algunos inversores chinos sostuvieron que las empresas chinas de semiconductores están respaldadas en su mayoría por capital nacional y que, en general, la inversión de las empresas estadounidenses en semiconductores, computación cuántica e inteligencia artificial de China representan una porción relativamente pequeña de la actividad comercial (South China Morning Post).

 

9. El desarrollo de la tecnología cuántica mediada por la puja tecnológica

La competencia tecnológica entre China y Estados Unidos escaló a un nuevo punto de tensión a partir de las restricciones sancionadas el 9 de agosto. Anunciadas por Joe Biden, autorizan al secretario del Tesoro de Estados Unidos a prohibir o restringir inversiones estadounidenses en China (The New York Times). Estas restricciones, previstas de entrar en vigencia el próximo año, tienen por objetivo la prevención del desarrollo de las capacidades domésticas chinas a partir de las inversiones estadounidenses. Aplicará a inversiones futuras, sin capacidades retroactivas, en la regulación en áreas que podrían implicar una ventaja china en materia militar y de inteligencia, así también como en la limitación de transferencia de conocimientos y experiencia al país asiático (IISS). Las restricciones tienen como protagonistas tres sectores estratégicos, entre los cuales se encuentra la tecnología cuántica, área en la que se espera la prohibición de sensores y tecnologías específicas. De acuerdo con la restricción impuesta por el Departamento del Tesoro, las tecnologías cuánticas podrían comprometer las comunicaciones militares, el cifrado y otros controles de ciberseguridad (The Washington Post). Por un lado, China está invirtiendo fuertemente en el campo emergente de las tecnologías cuánticas, que explotan las propiedades de la mecánica cuántica para permitir avances en detección, comunicación e informática (CSIS). Sin embargo, estas tecnologías requieren de ingeniería compleja y precisa para su funcionamiento, y consecuentemente, presentan obstáculos para pensar su comercialización o incremento de escala. El gasto de China en innovación y desarrollo se ha duplicado desde que Xi llegó al poder en 2012. Esto, según el informe de CSIS, no es simplemente un subproducto del crecimiento económico, sino también una priorización: si en 2012 el gasto chino en I+D había ascendido al 1,91% de su PIB, en 2022 esa cifra subió al 2,55% del PIB. No obstante, los intereses de China en materia de tecnología cuántica giran en torno a beneficios económicos y de seguridad tangibles. Aunque la mayoría de estas tecnologías se encuentran en su fase de desarrollo, centralmente en el área de comunicación cuántica –orientada a las transmisiones de datos ultra rápidas y altamente seguras–, China ya se ha posicionado como el líder global. Un sector clave de preocupación en esta área es el cifrado, una computadora cuántica avanzada podría romper los métodos de cifrado convencionales existentes para proteger los datos. Por otro lado, en los Estados Unidos, la administración Biden ha tomado medidas para apuntalar las propias capacidades cuánticas del país. El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología del Departamento de Comercio de EE. UU. identificó cuatro nuevos algoritmos de cifrado que se integrarán en los estándares de seguridad del departamento y que deberían ser resistentes a posibles ataques de computadoras cuánticas. En este sentido, las tecnologías cuánticas han surgido como otro frente clave en la intensificación de la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China. Frente a las restricciones impuestas por Biden, el Ministerio de Comercio chino declaró que se reservaba el derecho de tomar contramedidas y alentó a Estados Unidos a respetar las leyes de la economía de mercado y el principio de competencia leal (The Guardian).

 

10. Rusia e India en la carrera espacial: consideraciones geopolíticas

La luna ha vuelto a estar en la primera plana de los medios internacionales. El accidentado descenso de la nave rusa primero, y el exitoso aterrizaje al polo sur de la luna de la India después, tienen un trasfondo geopolítico detrás. La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO, por sus siglas en inglés) se estableció en 1969 y lanzó su primer satélite, Aryabhata, en 1975. Desde entonces, la ISRO ha lanzado varias misiones exitosas, incluida la misión Mars Orbiter y las misiones Chandrayaan a la luna (Invest India). India ha orientado tradicionalmente su carrera espacial hacia el uso de las investigaciones científicas y tecnológicas pero desde 2007 ha comenzado a concebirlo dentro de su estrategia de seguridad nacional. Respecto a la proyección del espacio ultraterrestre por parte de Rusia, existe una memoria nacional fuerte. El pasado soviético cosecha grandes hitos, entre ellos, haber sido el primer país en haber lanzado un satélite a la luna y haber puesto a la primera persona en el espacio (Bloomberg). La Corporación Especial Estatal Roscosmos, es la corporación estatal de la Federación Rusa y participa del programa de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la continuación de esta colaboración se ha puesto en duda a causa de las sanciones occidentales por la invasión rusa a Ucrania. De hecho, el director general de Roscosmos Yury Borisov, ha anunciado que Rusia abandonará la ISS "después de 2024" mientras en paralelo se anunció la creación de un propio puesto espacial (Al Jazeera). Sin embargo, los acontecimientos de esta semana pusieron a la India en el centro de atención internacional, pese a que estaba previsto primero el aterrizaje de Rusia. Se trata de la primera nación que alcanza el polo sur lunar. India y Rusia tienen un historial en materia de cooperación espacial –aunque limitada– y bastante marginal respecto a la que India viene desarrollando con otros países en los últimos años (The National Bureau of Asian Research). Por ejemplo, India firmó el pasado mes de junio los Acuerdos Artemis con Estados Unidos, fuertemente criticados por Rusia (The Diplomat). Por su parte, Moscú se unió en 2021 a la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS, por sus siglas en inglés) liderada por Beijing y previamente habían firmado con China acuerdos de cooperación en las misiones Chang'e-7 y Luna 27 y un centro de datos conjunto para la exploración lunar y del espacio profundo (Space News).

 

11. Japón empieza el vertimiento de agua en Fukushima entre una fuerte controversia mundial

Recientemente, Japón ha comenzado el vertimiento de agua que sufrió contaminación radiactiva por el accidente de la central nuclear de Fukushima en el océano Pacífico. Esto generó una respuesta por parte de China, quien anunció la prohibición inmediata de importación de alimentos marinos provenientes de dicho país, y ha generado un gran enojo en comunidades pesqueras aledañas. El vuelco de estas aguas al océano comenzó el jueves 17 de agosto, dos días después de ser aprobado por el gobierno japonés, y tiene previsto durar unos 30 o 40 años, lo que genera serias preocupaciones en la comunidad por el impacto que puede generar en la vida marina de la región. Por su parte, el gobierno chino manifiesta que "al arrojar agua al océano, Japón está esparciendo los riesgos al resto del mundo y dejando una herida abierta a las futuras generaciones de la humanidad" (The Guardian). El inconveniente con los residuos provenientes de la planta nuclear data del año 2011, cuando esta quedó devastada producto de un terremoto, acompañado de un tsunami, que generaron el derretimiento de reactores nucleares dentro de la misma. En consecuencia, la empresa a cargo –Tokyo Electric Power Company (TEPCO)– comenzó en su momento a enfriar dichos reactores utilizando agua del mar, la cual naturalmente comenzó a mezclarse con los remanentes radioactivos. Así, a lo largo de estos once años fueron almacenando esta agua contaminada en más de 1000 tanques, pero la compañía alega que ya no hay más espacio para construir más tanques de estos. Es así que realizaron un tratamiento intensivo del agua en cuestión a fin de eliminar la mayor cantidad de material radioactivo posible, sin embargo, se ha demostrado que no hay forma de filtrar el tritio, isótopo del hidrógeno muy radioactivo y que resulta alarmante en esta cuestión (Financial Times). TEPCO, no obstante, afirma que los niveles de radiación son muy bajos y no son capaces de acumularse en el cuerpo humano. A pesar de que Japón afirma que esta medida es segura, y así también lo han respaldado algunos científicos en conjunto con la Agencia Internacional de Energía Atómica, quien aprobó el plan en julio de este año manifestando que "se cumplen los estándares internacionales y que la medida tendría un impacto prácticamente insignificante" (South China Morning Post); hay una contundente oposición por parte de China y Rusia. Estos países sostienen que al tener el tritio una vida media de 12,3 años –que es el tiempo necesario para que la mitad del material radiactivo se descomponga y deje de serlo– la radiación resulta aún muy peligrosa (Financial Times). Por su parte, China y Rusia también alegan que Japón estaría deshaciéndose de estas aguas contaminadas por esta vía y no otras (por ejemplo, la evaporación) por razones de costos, con lo cual la decisión habría sido tomada por cuestiones económicas y no científicas (South China Morning Post). China ha decidido, en consecuencia, prohibir la importación de productos marinos provenientes de Fukushima y en breve también del resto de Japón. Deberá tenerse en consideración en el futuro inminente, entonces, si en estas decisiones de ambos países prima el interés por la preservación del ambiente o si existe una cuestión económica de trasfondo que es la que verdaderamente se encuentra movilizando su accionar.

 

12. Cumbre UE-CELAC: dilemas y avances

Si hay algo que la Cumbre UE-CELAC dejó, fue la gran promesa europea del lanzamiento de un programa de inversión de 45 millones de euros en América Latina para el 2027 (BBC). Dicho compromiso emergió de la iniciativa de la Comisión Europea conocida como Global Gateway, cuya finalidad es fortalecer la relación de la UE con sus socios estratégicos en base a la conservación forestal, transición energética y transición digital (Delegation of the European Union to Argentina). Para Díaz-Granados (Project Syndicate), el acuerdo parcial surgido de la cumbre de julio de este año deja mucho que desear, ya que los compromisos asumidos por ambos bloques se circunscriben únicamente a ciertas áreas o relaciones entre algunos países. En este sentido, asegura que se podría sacar mucho más provecho del acuerdo si ambas partes se comprometieran a trabajar en una agenda más integral y abarcativa, incluyendo a las regiones como un "todo", y no como áreas fragmentadas. La importancia de este acuerdo radica en el gran potencial económico-comercial que el mismo traería para los bloques, según informa el reporte deReal Instituto Elcano, relevado porProject Syndicate. La ventaja de los compromisos radicaría en aumentar no solo el margen de maniobra económico latinoamericano, sino también el europeo. Lo que muchos analistas se preguntan es si el programa Global Gateway logrará avanzar en lo establecido antes de la llegada de la próxima cumbre UE-CELAC para el 2025. El panorama puede parecer ventajoso, especialmente debido a la toma de la presidencia del Consejo de la Unión Europea por parte de España, hecho que, según Carlos Malamud, permitiría consolidar el vínculo euro-latinoamericano de manera nunca antes vista (Mapfre Global Risks). En este sentido, cabe destacar que gracias a la colaboración del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el gobierno español, todos los ministros de economía y finanzas de Europa y América Latina y el Caribe se reunirán a mediados de septiembre en Santiago de Compostela para discutir el futuro de la relación birregional (Project Syndicate).

 

13. Análisis de las elecciones en Ecuador y sus implicaciones

El pasado domingo 20 de agosto se llevaron a cabo en Ecuador las elecciones presidenciales y legislativas extraordinarias. El contexto en el que se realizan las votaciones está marcado por una ola de violencia en la que se incluye el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio y una crisis institucional y económica. Las elecciones en Ecuador han estado históricamente marcadas por una gran competencia política y participación ciudadana, y el domingo pasado no fue la excepción. De igual manera, ninguno de los candidatos principales llegó al 50,01% necesario para imponerse en la primera vuelta (El Economista). Los primordiales protagonistas para el 15 de octubre son la correísta Luisa González y el candidato de centro derecha Daniel Noboa. En los últimos años, Ecuador se ha convertido en un centro de operaciones de carteles de droga causantes de  matanzas en las calles y en las cárceles, secuestros y extorsiones. A esta situación se suma una crisis institucional en la que el Congreso no sesiona desde hace tres meses. Esto es consecuencia de la disolución del Congreso que decretó el presidente Guillermo Lasso el pasado mes de mayo para llamar a elecciones anticipadas, en medio del juicio político en su contra por presunta corrupción. Pero la  delincuencia no fue el único tema en la mente de los votantes. Según  Romero, Glatsky y García (The New York Times), "los nuevos líderes tendrán que lidiar con tener bajo control el crimen organizado y crear oportunidades económicas para mantener a sus ciudadanos en casa y evitar que emigren". Además, los resultados electorales parecen estar condicionados, en gran medida, por las decisiones de los votantes jóvenes. Este sería el caso de Noboa, empresario de 35 años, que hasta hace poco se encontraba en los últimos lugares de las encuestas y sostuvo que pondría su mirada en los jóvenes para obtener su aprobación. Noboa asegura ser un rival "sumamente incómodo para el correísmo" para el balotaje en octubre. El candidato pasó a la segunda vuelta con el 23,48% de los votos, volviéndose la sorpresa de la noche. En contraste, González, proveniente de un sector diferente de la izquierda latinoamericana, es partidaria de Rafael Correa y el apoyo que sostiene es resultado de la "nostalgia de bienestar que hubo durante la era de Correa", tal como aseguró Caroline Avila, analista política en Ecuador. Las elecciones se desarrollaron con normalidad, aunque se destacó la tendencia regional de "...incertidumbre y (...) volatilidad de la política latinoamericana" (The New York Times). Los vaivenes políticos en la región han generado un clima de expectativa y cambio, y Ecuador no es la excepción. Las decisiones tomadas en las urnas resonarán en una nación que busca definir su curso en medio de desafíos económicos, sociales y, sobre todo, en términos de seguridad. A medida que octubre se aproxima, todos observan con interés este balotaje que no solo determinará un liderazgo, sino que también forjará una senda hacia el futuro en una América Latina en busca de estabilidad y dirección.

 

14. Elecciones en Guatemala: sorpresivo triunfo del candidato de centroizquierda Bernardo Arévalo

El domingo 20 de agosto, Guatemala celebró la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales que dieron por vencedor a Bernardo Arévalo, el candidato de centroizquierda del partido Movimiento Semilla. La campaña de Arévalo se centró en torno a la lucha contra la corrupción y logró imponerse con el 58% de los votos frente a la conservadora Sandra Torres, representante del establishment político, que obtuvo alrededor del 37% y aún no ha reconocido su derrota. Según algunos analistas, se trata de la elección presidencial guatemalteca más importante en décadas, que determinaría si "la democracia del país sobrevive o se desvanece" (Americas Quarterly). Sin embargo, se dio en un contexto sumamente agitado: tres candidatos populares –que habían obtenido fuertes resultados en las encuestas– fueron descalificados por las autoridades electorales por motivos inciertos, lo que según varios análisis fue la causa de que el 17% de los electores optaran por el voto nulo –un porcentaje superior al de cualquier otro candidato– (BBC). Además, el proceso electoral estuvo marcado por una fuerte judicialización e intervenciones de la Fiscalía en su contra, caracterizado por France 24 como "el más convulso desde el regreso de la democracia al país en 1985". Entre otras razones está el hecho de que el Tribunal Supremo Electoral reconoció los resultados de la primera vuelta dos semanas después y, tras un recuento de votos por presuntas irregularidades denunciadas por un grupo de partidos alineados con el oficialismo, la OEA decidió enviar nuevamente su misión de observación electoral a Guatemala. A ello le siguió una orden de la Fiscalía de suspender el partido Movimiento Semilla por un caso de presuntas firmas fantasma entre los miembros del partido, llevando a que diferentes organizaciones internacionales expresaran su grave preocupación ante lo que consideraron un serio ataque a la democracia. Finalmente, y tras un amplio esfuerzo prodemocrático de actores nacionales e internacionales, la Corte de Constitucionalidad bloqueó la orden de suspensión del Movimiento Semilla y el balotaje se desarrolló sin mayores inconvenientes. Diferentes líderes internacionales han felicitado a Arévalo por su victoria, incluyendo Joe Biden y Josep Borrell, así como también presidentes de la región centroamericana como Xiomara Castro y Daniel Ortega. Además, la OEA felicitó a Guatemala por la celebración pacífica y sin problemas de las elecciones, que cumplieron con "todas las obligaciones exigidas". Las elecciones en Guatemala suceden en un momento de alta intensidad política en América Latina, en el marco de un año electoral determinante para la región, con la reciente celebración de las elecciones primarias en Argentina y de la primera vuelta en Ecuador, celebradas también el domingo pasado, en espera de un balotaje en octubre. Como reflexionan los especialistas en un análisis de France 24, tanto Bernardo Arévalo como el ecuatoriano Daniel Noboa –que quedó en segundo lugar con el 24% de los votos– comparten la particularidad de no haber figurado como favoritos en ninguna de las encuestas electorales previas, lo que según los especialistas se asocia a un amplio y generalizado sentimiento de decepción y rechazo frente a la situación nacional. Ello se vio expresado en las urnas en un rechazo a las principales coaliciones políticas nacionales, el mismo fenómeno observado también en las elecciones primarias argentinas. Carlos Malamud y Rogelio Núñez Castellano (Real Instituto Elcano) señalan que estas elecciones, junto con la de Paraguay en abril del presente año y las que vendrán en 2024, empezarán a redefinir el mapa político regional y confirmarán si existe una "marea rosa" o más bien un voto castigo a los oficialismos, en un contexto de frustración de expectativas y de desafección con unos Estados ineficientes y unas administraciones, sistemas políticos y de partidos que no canalizan las demandas ciudadanas y provocan malestar social. Específicamente en Guatemala y en Argentina, las elecciones se realizaron en un contexto de crisis político-institucional, estancamiento económico, frustración social y desapego a la institucionalidad democrática, mientras que en Ecuador reinó un clima de extrema violencia tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio y del alcalde de Manta, Agustín Intriago. Otros analistas, como Daniel Zovatto, coinciden al sostener que los efectos de estos comicios, además de generar impactos significativos en los respectivos contextos nacionales, podrían dar lugar a una reconfiguración transversal del mapa político regional (Casa América).

 

15. Human Rights Watch denuncia asesinatos en masa de migrantes etíopes por guardias saudíes en la frontera

El lunes 21 de agosto, la ONG Human Rights Watch (HRW) publicó el reporte "They Fired on Us Like Rain" (HRW), donde denuncia asesinatos en masa de cientos de migrantes y solicitantes de asilo etíopes por agentes transfronterizos saudíes en la zona de la frontera entre Yemen y Arabia Saudita. El documento recaba una serie de testimonios de migrantes que intentaron cruzar la frontera entre marzo de 2022 y junio de 2023 y habrían sido atacados con proyectiles de mortero y otros explosivos, así como también analiza imágenes y videos para documentar las muertes que, según una entrevista con Nadia Hardman, una de las autoras, podrían llegar a ser miles (El País). La ONG apunta que podría tratarse de un patrón generalizado y sistemático, y si se prueba que forma parte de una política de Estado contra una población civil, constituye un crimen de lesa humanidad. Hasta el momento, la reacción de la ONU fue a través del portavoz del secretario general António Guterres, que caracterizó al informe como "muy preocupante", y pidió que se investiguen las denuncias, abogando por la rendición de cuentas de los responsables de estos crímenes (UN Press). Pese a ello, Hardman afirma que en general hay poca o ninguna rendición de cuentas por los abusos de derechos humanos cometidos por Arabia Saudita. De hecho, el año pasado un relator de la ONU pidió por primera vez explicaciones a Riad sobre presuntas muertes violentas de más de 400 migrantes a manos de guardias saudíes en el mismo punto de la frontera entre enero y abril de 2022 (UN), y las autoridades saudíes respondieron negando cualquier implicación y garantizando su compromiso con el derecho internacional. Si bien el gobierno de Etiopía ha anunciado este martes que abrirá una investigación junto con las autoridades saudíes sobre el informe (Ethiopian Ministry of Foreign Affairs), una fuente del gobierno saudí calificó a las acusaciones de "infundadas" (CNN). La crisis humanitaria en Etiopía, y especialmente el conflicto en el Tigray –al norte del país– ha obligado a cientos de etíopes, mayoritariamente mujeres y niños no acompañados, a huir de la violencia y el hambre en precarias condiciones, e intentar entrar a Arabia Saudita. Sin embargo, el recorrido requiere cruzar primero un Yemen devastado por la guerra civil y sumido en una crisis humanitaria que Naciones Unidas considera "la peor de la historia" (ACNUR), para luego buscar ingresar a Arabia Saudita por la frontera yemení. Se trata de un fenómeno que las Naciones Unidas y diversas ONG llevan denunciando desde 2014 (UN; IOM; Amnesty; Mixed Migration Center), pero que HRW considera lo ocurrido en los últimos meses una "escalada deliberada".

 

 

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