Boletín de Noticias de Análisis Internacional

Semana del 31 de agosto al 7 de septiembre de 2023

 

Edición: Analía Amarelle, Luisina Ferrero, Lucía Cobián y Julia Pérez Maldonado.

Equipo de Redacción: Camila Arroyo, Ema Balaguer, Carolina Diez, Catalina Dosio, María Erice, Manuela Franzante, Victoria Frutos, Juan Gentiletti, Victoria Herrero, Jazmín Miller, Manuela Schneider, Sara Salas y Rocío Tamargo.

 

INDICE

1. Ausencia de Xi Jinping en el G20: implicaciones y tensiones globales

2. Inicia la Cumbre de la ASEAN en Indonesia en medio de múltiples tensiones en la región

3. Países de la región Asia-Pacífico rechazan el último mapa del mar de China Meridional

4. Rivalidad chino-estadounidense en el Pacífico: EE.UU. recibe autorización para aplicar la ley marítima en Palaos

5. La oportunidad de infraestructura digital de Indonesia

6. EE.UU. asiste con preocupación al estrechamiento de las relaciones entre Rusia y Corea del Norte

7. Las importaciones de GNL ruso a la Unión Europea alcanzan niveles récord

8. Escándalo político en Estonia involucra al círculo de la primera ministra

9. Irán y Turquía impulsan la relación bilateral y apuntan a una mayor cooperación en la triangulación con Arabia Saudita

10. Tercer Foro de Paz y Seguridad China-África

11. África: 7 golpes de Estado en 3 años

12. La Unión Europea condena al golpe de Estado en Níger

13. África propone impuestos globales en las emisiones de CO2

14. Ecocidio: debates acerca de su penalización

 

 

1. Ausencia de Xi Jinping en el G20: implicaciones y tensiones globales

El gobierno chino ha anunciado oficialmente la ausencia del presidente Xi Jinping en la próxima cumbre del G20, programada para los días 9 y 10 de septiembre en Nueva Delhi, India. En su lugar, China ha designado al primer ministro Li Qiang como su representante, una decisión que ha provocado una serie de reacciones y especulaciones entre los otros países participantes (Financial Times). Esta noticia llega una semana después de confirmada la inasistencia del presidente ruso a la cumbre, lo que añade un nuevo elemento de interés y preocupación en el panorama geopolítico internacional, siendo la primera vez que un presidente chino se ausenta a una de estas cumbres. Los principales análisis oscilan alrededor de un comportamiento de desdén para con el país anfitrión por conflictos previos relacionados a la falta de acuerdo en la delimitación efectiva de la ambigua Línea de Control Real y los reclamos territoriales superpuestos entre China e India (Hindustan Times). En junio de 2020 tuvieron un enfrentamiento en la frontera del Himalaya que resultó en al menos veinte soldados muertos, y en el posterior acercamiento diplomático de India a los Estados Unidos (El Economista). No obstante, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno chino ha declarado su respaldo a la India como anfitrión de la cumbre y su disposición hacia el grupo y sus actividades, según lo reportado por The Economic Times. De todas formas, cabe señalar que las tensiones entre ambos Estados no dejaron de emerger durante el último año. En un reciente episodio, Beijing habría presentado un nuevo mapa que posicionaría a las región de Aksai Chin y al estado indio de Arunachal Pradesh dentro de territorio chino, lo que desencadenó una fuerte reacción y protestas diplomáticas por parte de India. Sin embargo, los jefes de Estado de ambos países habrían mantenido conversaciones diplomáticas en la última cumbre del BRICS celebrada entre el 22 y 24 de agosto pasado, logrando un acuerdo simbólico de retirada y reducción de las disputas alrededor del conflicto por la Línea de Control Real (The Economic Times). Por otro lado, China también ha tensado sus relaciones con Estados Unidos, Japón y Europa en los últimos años, principalmente alrededor de cuestiones como la guerra en Ucrania y el cambio climático, lo que explicaría también su ausencia en la próxima cumbre (India Today). En este sentido, algunos analistas debaten sobre si dicha ausencia siembra dudas sobre la cohesión y el futuro del G20 como foro de liderazgo global, y sobre el debilitamiento de su capacidad para tomar decisiones significativas sin el respaldo del gigante asiático. Por último, es decisivo destacar que Xi Jinping ha enfocado sus esfuerzos en cambiar su estrategia en política internacional, actualmente orientada en la promoción y expansión de la influencia de otros grupos y cumbres diplomáticas, como el BRICS o la Organización de Cooperación de Shanghái, donde Estados Unidos no es partícipe (Financial Times).

 

2. Inicia la Cumbre de la ASEAN en Indonesia en medio de múltiples tensiones en la región

Indonesia es el país anfitrión de la 43ª edición de la Cumbre de la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que se celebra bajo el tema de este año, "ASEAN importa: Epicentro del crecimiento" (ASEAN). Entre los líderes presentes se encuentran el primer ministro chino, Li Qiang, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak. Sin embargo, la ausencia más notable es la del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien confirmó su asistencia a la Cumbre del G20 pero está siendo representado por la vicepresidenta Kamala Harris en la Cumbre ASEAN. Aunque algunos medios cuestionaron esta decisión como una señal de la poca importancia que Washington otorga al Sudeste Asiático, Biden ha participado en todas las reuniones del bloque desde que asumió su cargo y ha sido anfitrión de la primera Cumbre Especial Estados Unidos-ASEAN, además de los múltiples viajes de altos funcionarios del gobierno a la región (The Diplomat). La Cumbre se lleva a cabo en medio de varios desafíos significativos para la región, incluida la crisis en Myanmar, donde ASEAN no ha logrado regularizar la situación a pesar de su plan de cinco puntos para evitar violaciones de derechos humanos y poner fin a la violencia (The Diplomat). Además, el bloque ha permanecido en silencio ante la creciente tensión en el mar del Sur de China, donde la guardia costera china bloqueó un barco de suministros filipino, y frente a los lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte (France24). Como resultado, los países miembros han decidido que Filipinas reemplace a Myanmar en la presidencia del bloque a partir de 2026 (Reuters). Estos temas geopolíticos han eclipsado la temática central de fortalecimiento de la integración del bloque y la expansión de la colaboración en áreas como las economías verdes y digitales (Global Times), poniendo en duda el papel central que ASEAN pretendía desempeñar en la diplomacia regional. Además, la crisis en Myanmar ha planteado problemas de credibilidad para el bloque, que carece de mecanismos de resolución de conflictos. Se ha planteado la posibilidad de reformar las reglas internas para permitir que el grupo tome decisiones incluso sin consenso de todos los Estados miembros, pero esta propuesta aún debe ser discutida (AP News). China busca fortalecer su posición regional y obtener apoyos en medio de una economía en desaceleración y el declive de su política exterior de la Nueva Ruta de la Seda (Foreign Affairs). Por su parte, Indonesia ha insistido en aprobar un Código de Conducta para la resolución de disputas en el mar del Sur de China, lo que favorecería a los países del bloque en detrimento de la política de diálogo bilateral de China. La situación sigue siendo incierta, ya que Laos asumirá la presidencia del bloque el próximo año y podría volver a favorecer a China debido a su fuerte dependencia económica, a pesar de los esfuerzos de Indonesia por limitar la influencia china (Al Jazeera).

 

3. Países de la región Asia-Pacífico rechazan el último mapa del mar de China Meridional

Varios países de la región Asia-Pacífico rechazan la nueva versión del mapa nacional de China respecto al mar de China Meridional, el cual fue revelado al público el 28 de agosto por el Ministro de Recursos Naturales chino. El mapa muestra un reclamo territorial de la "línea de los nueve guiones", área de conflicto que abarca gran parte del mar de China Meridional y otras zonas disputadas con India y Rusia. Esta versión se basa en un mapa de 1947 marcado por el Kuomintang, partido nacionalista chino que fue fundado tras la Revolución de Xinhai en 1911 (The China Project). El territorio marítimo está en disputa desde hace años debido a su riqueza: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estimó que en 2016 más del 21% del comercio mundial, alrededor de 3,37 billones de dólares, transitó por el mar de China Meridional. Asimismo, proporciona sustento a millones de personas en la región y es donde más de la mitad de los barcos pesqueros a nivel mundial realizan sus actividades (BBC). El territorio aclamado por China cubre el 90% del mar y se extiende hasta 1500 km al sur de la isla de Hainan de China, superponiendose con las zonas económicas exclusivas de varios países vecinos, y la vía fluvial por donde pasan más de 3 billones de dólares de comercio cada año. El mapa actual es más amplio que la versión anterior presentada por China a las Naciones Unidas en 2009 y tiene 10 líneas discontinuas, en comparación con las 9 del mapa anterior (Reuters). La publicación del mapa ha generado objeciones en India, Malasia, Vietnam, Taiwán, Indonesia, Filipinas, entre otros. Malasia fue el primer país en expresar su preocupación respecto al reclamo marítimo unilateral, en especial porque se superpone con el reclamo de Malasia sobre sus estados Sabah y Sarawak. El ministro de Relaciones Exteriores declaró que el nuevo mapa no tiene efecto vinculante sobre Malasia y que continuarán explorando petróleo y gas frente a Borneo (Al Jazeera). Otro país que mostró gran oposición fue Filipinas. La portavoz de asuntos exteriores, Ma. Teresita Daza, declaró que el intento de China de legitimar su soberanía sobre el territorio filipino y sus zonas marítimas no tiene fundamento bajo el derecho internacional. Alegó que el mapa va en contra de lo establecido en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, y recordó el Laudo Arbitral de 2016 que había invalidado el reclamo de Beijing respecto a sus derechos históricos sobre el mar y sobre la línea de los nueve guiones. Daza también declaró que carecía de efecto legal y llamó a China a cumplir con sus obligaciones en base a la CONVEMAR (The Economic Times). Por otro lado, China también reclamó como propio el territorio del estado de Taiwán. Jeff Liu, ministro de relaciones exteriores de Taiwán, declaró que de ninguna manera son parte de la República Popular China y que "no importa cómo el gobierno chino tuerza su posición sobre la soberanía de Taiwán, no puede cambiar el hecho objetivo de la existencia de nuestro país" (The Times of India). Sin embargo, el foco se encuentra principalmente en la posición de India frente a esta situación, debido a la proximidad de la Cumbre del G20 en Nueva Delhi el 9 de septiembre. India ha protestado contra esta nueva versión del mapa y ha presentado formalmente una objeción por vías diplomáticas, ya que en el mismo reclaman los territorios indios de Arunachal Pradesh y el Plateau de Doklam, sobre los cuales los países han tenido conflictos durante años. El MRE de India mencionó que los dos líderes habían acordado esforzarse por reducir la tensión en la frontera en disputa. Por su parte, el MRE de China dijo que ambos debían abordar adecuadamente la cuestión fronteriza a fin de salvaguardar conjuntamente la paz y la tranquilidad de la región (The Diplomat). Sin embargo, el lanzamiento del mapa en medio de este contexto internacional de importantes reuniones como las de los BRICS, ASEAN y el G20, parece una señal de que China no tiene interés de ceder en sus reclamos y desea dejar clara su posición frente al resto de la comunidad internacional (AP News).

 

4. Rivalidad chino-estadounidense en el Pacífico: EE.UU. recibe autorización para aplicar la ley marítima en Palaos

El martes 29 de agosto, Estados Unidos y la República de Palaos anunciaron la firma de un acuerdo bilateral para fortalecer los vínculos con un nuevo capítulo de seguridad y administración marítima en el Pacífico, "como parte de un compromiso continuo para mejorar la gobernanza marítima y promover la soberanía regional", y con los objetivos de "prevenir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y disuadir a buques no invitados de realizar maniobras cuestionables" dentro de la Zona Económica Exclusiva de Palaos (US Coast Guard News). Este acuerdo, calificado por ambos países como un "hito regional que fortalecerá la seguridad marítima en el Pacífico Sur", permitirá a la Guardia Costera estadounidense hacer cumplir unilateralmente las regulaciones marítimas en la ZEE de Palaos, en nombre de la nación y sin la presencia de un oficial de la isla. Si bien la declaración no menciona a China, en junio el presidente de Palaos, Surangel Whipps Jr., confirmó que tres barcos chinos ingresaron "sin invitación" en aguas de su país desde que asumió en 2021 para realizar actividades de prospección, incluyendo la incursión de un buque de investigación chino que pareció mostrar interés en el cable submarino de fibra óptica de Palaos. En la misma conferencia, Whipps enfatizó en la necesidad de lograr un mayor respaldo de Estados Unidos para mejorar la disuasión contra el movimiento asertivo de China en la región, así como también sugirió que su alianza y amistad con Taiwán eran la razón por la que su país estaba siendo castigado por Beijing (The Diplomat). Este acuerdo se suma a uno similar firmado entre Estados Unidos y los Estados Federados de Micronesia en octubre de 2022, y al acuerdo bilateral de cooperación marítima y defensa firmado con Papúa Nueva Guinea en mayo de 2023, que también permitirá a la Guardia Costera estadounidense realizar abordajes junto con sus homólogos de Papúa Nueva Guinea en su ZEE. Además, en mayo, Estados Unidos renovó sus acuerdos de financiación en el marco del Pacto de Libre Asociación (COFA, por sus siglas en inglés) con Palaos y Micronesia por los próximos veinte años. Sin embargo, las negociaciones para la renovación del tercer socio del COFA, la República de las Islas Marshall, se han visto paralizadas por cuestiones de compensación estadounidense por pruebas nucleares pasadas en las Islas Marshall, donde sus habitantes todavía sufren los efectos sobre la salud y el medio ambiente (The Diplomat). Los acuerdos COFA son clave en la estrategia de Estados Unidos en el Pacífico en el marco de su rivalidad con China en la región, en tanto le otorgan derechos exclusivos para desplegar activos militares dentro de la tierra y las aguas territoriales de las tres naciones, y a cambio, Washington se compromete a brindar asistencia financiera, así como a permitir que sus nacionales vivan y trabajen libremente en Estados Unidos, en una región considerada como el nuevo campo de batalla para la rivalidad entre ambas potencias (The Print). Estos pactos definen la relación de Estados Unidos con "la mitad norte del Pacífico", y renovarlos se ha convertido en una pieza esencial de los esfuerzos estadounidenses para contrarrestar el intento de China de expandir su influencia en la región; en un contexto donde los diplomáticos chinos han estado visitando la región, y las empresas mineras y de construcción de China han expandido sus negocios en muchas naciones insulares del Pacífico (Asia Financial). De esta manera, tanto el reciente acuerdo con Palau como el resto de los pactos firmados con otras naciones insulares del Pacífico son jugadas clave en la alta política estadounidense, en una zona donde las tensiones han ido en aumento a medida que China presiona con sus reclamos marítimos generalizados, y Estados Unidos y sus aliados contraatacan. Ello se ha podido observar en los recientes incidentes en el disputado mar de China Meridional (The Diplomat), o en el pacto de seguridad secreto firmado entre las Islas Salomón y China en 2019. Estos hechos han generado preocupación en Occidente sobre la posibilidad de brindarle a Beijing un punto de apoyo militar en el Pacífico Sur, y ha dado lugar a una serie de medidas diplomáticas tomadas por Estados Unidos en su respuesta (The Guardian). Tal como indicó The Brookings Institution, las islas del Pacífico son geoestratégicamente significativas, particularmente debido a su importancia para mantener líneas críticas de suministro logístico y para la proyección de la fuerza militar. La logística para mantener rutas de suministro cruciales para Estados Unidos y sus aliados en la región se vería significativamente afectada si China lograra afianzar una presencia militar en las islas del Pacífico, lo que el análisis califica como un "riesgo de alto impacto", especialmente para Australia. En orden de evitarlo, Washington ha priorizado fortalecer sus vínculos con las naciones con las que ha firmado el COFA en su Estrategia de Asociación del Pacífico anunciada en septiembre del año pasado.

 

5. La oportunidad de infraestructura digital de Indonesia

Los cables submarinos se han convertido en un factor económico importante, dado que casi todo el tráfico de internet viaja a través de estos cables, incluyendo cables diplomáticos, órdenes militares, la red de mensajería SWIFT y más de 10 billones de dólares en transacciones diarias. Indonesia se perfila para convertirse en un importante centro de cables submarinos en Asia, junto a los desafíos que eso conlleva. Los cables submarinos cuentan con una infraestructura digital crítica para permitir las comunicaciones internacionales y las transferencias de datos. Esta infraestructura funciona como columna vertebral de la economía digital, los mercados financieros, el empleo y las oportunidades de negocio para inversores tanto domésticos como extranjeros (East Asia Forum). Con el fin de mitigar los riesgos y reducir la dependencia de la infraestructura controlada por China, Estados Unidos está rediseñando su mapa de cables submarinos a lo largo de Asia-Pacífico, ya que acusa a China de espionaje en muchos de sus cables que conectaban Hong Kong y cruzaban el mar de China Meridional. Como alternativa a los territorios dominados por su rival asiático, Estados Unidos desvía estratégicamente sus cables hacia Indonesia y el mar de Java. La diversificación de los puntos de interconexión en Asia implica un "friend-shoring" del sistema de cables para Estados Unidos (Foreign Policy). Esto es, favorecer la vinculación de las cadenas de suministro entre agrupaciones de países con valores y principios compartidos, con el fin de ampliar de forma segura el acceso al mercado y reducir los riesgos que representa, en este caso, China. Se destaca de este sistema la deslocalización, que supone el traslado de la producción a países generalmente en desarrollo donde los costes laborales son más bajos. El "friend-shoring" implica el movimiento de las cadenas de suministro a países que, a diferencia de China o Rusia, no sean calificados como rivales sistemáticos. Así, estas relocalizaciones surgen con frecuencia en países del sudeste asiático: Estados Unidos está llevando a cabo su diversificación en países como Tailandia, Filipinas y Vietnam. Yakarta, por su parte, ha priorizado el desarrollo de su infraestructura de internet de alta velocidad y la expansión del cable submarino. Puntualmente, se están llevando a cabo tres proyectos financiados por Estados Unidos en Indonesia. En esta línea, la Agencia de Comercio y Desarrollo otorgó una subvención para ayudar al servicio de cables en zonas remotas del archipiélago (USTDA), resaltando la importancia del país para las interconexiones domésticas e internacionales. No obstante, Indonesia aún tiene un largo camino por recorrer para aprovechar todo su potencial. El gobierno debe tomar medidas para abordar las prácticas de gestión de riesgos regulatorios, sociales y ambientales. Además, la pesca, el fondeo y los terremotos submarinos son las principales causas de fallas en los cables. Indonesia es un lugar de alto riesgo en estas cuestiones: es uno de los centros pesqueros más activos del mundo y se encuentra junto a una de las rutas marítimas más transitadas, el Estrecho de Malacca. Además, los terremotos y la presencia de volcanes provocan deslizamientos de tierra, provocando daños en las líneas de cables (ISCPC). Así, Indonesia debe llevar a cabo políticas estrictas de cabotaje y contar con los recursos y la experiencia necesarios para perfilarse como centro de cables submarinos. El creciente interés del gobierno estadounidense y de empresas como Meta y Google en tender cables a través del archipiélago pone de relieve la importancia de abordar estas cuestiones. No hacerlo podría tener consecuencias importantes, incluido el riesgo de perder millones de dólares en inversiones y poner en peligro las comunicaciones transpacíficas (DW Observatory).

 

6. EE.UU. asiste con preocupación al estrechamiento de las relaciones entre Rusia y Corea del Norte

El lunes pasado, The New York Times anunció que Kim Jong-un planea viajar a Rusia este mes para reunirse con Vladimir Putin y discutir la posibilidad de suministrar a Moscú armamento y municiones para la guerra en Ucrania. Putin buscaría que Kim acepte enviar a Rusia proyectiles de artillería y misiles antitanques, mientras que el líder norcoreano se beneficiaría de tecnología avanzada para satélites y submarinos de propulsión nuclear, así como también ayuda alimentaria para su nación. El viaje de una delegación de 20 funcionarios norcoreanos a Moscú a fines de agosto fue interpretado como una indicación de que una reunión entre los altos mandatarios era inminente. Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, dijo el pasado martes que Corea del Norte "pagará un precio" si decide suministrar armamento a Rusia (The Guardian). A su vez, instó a Corea del Norte a cesar las negociaciones y a cumplir con los compromisos públicos que Pyongyang ha hecho de no proporcionar ni vender armas a Moscú. Ello se suma a la advertencia de la semana pasada de John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, sobre el intercambio de cartas entre Putin y Kim donde discutían un posible acuerdo de armas. Estados Unidos ya había denunciado el suministro a Rusia de proyectiles de artillería en cantidades significativas por parte de Corea del Norte por primera vez en septiembre de 2022, y aunque Pyongyang negó todas las acusaciones, en agosto Washington impuso sanciones a tres entidades a las que acusó de estar vinculadas a acuerdos de armas entre Corea del Norte y Rusia. Jean Lee, investigador senior del Wilson Center (The New York Times) aseguró que el fortalecimiento de la alianza Rusia-Corea del Norte llega en un momento oportuno para dos países con muy pocos aliados y un adversario compartido en Estados Unidos, y la caracterizó como la resurrección de una alianza tradicional que sirve a los intereses estratégicos de Putin y de Kim. Corea del Norte enfrenta obstáculos tecnológicos críticos en sus programas nucleares de misiles, así como una necesidad económica extrema que Rusia podría ayudar a suplir a cambio de armas y municiones, constituyendo una situación en la que ambas partes salen ganando –pese a que las compras socavarían el régimen de sanciones impuesto por la ONU a Corea del Norte–. Otro análisis señala que se trata de una noticia impactante para Estados Unidos y los países de Europa que esperan un pronto fin de la guerra en Ucrania, en tanto las municiones norcoreanas podrían extenderla más de lo previsto. Además, un acuerdo con Rusia también podría aumentar aún más las tensiones en torno a la Península de Corea, en un contexto donde Kim está buscando atajos tecnológicos para sus programas militares de satélites y misiles que han sido frustrados por las sanciones económicas. Un eventual acuerdo con Rusia ayudaría a Corea del Norte a avanzar en su programa de armas nucleares, empujando tanto a Corea del Sur como a Japón a fortalecer su propia cooperación militar con Estados Unidos, dicen los analistas (The New York Times). Estos acercamientos se dan luego del encuentro de julio en Pyongyang de funcionarios de alto rango de Rusia y de China con Kim Jong-un, donde se observaron escenas simbólicas de la profundización de los lazos entre los tres países durante un desfile militar norcoreano –que presentó misiles balísticos prohibidos– para conmemorar el 70° aniversario del fin de la Guerra de Corea. Cabe recordar que se trató de la última guerra en la que las tres naciones lucharon juntas contra Estados Unidos y sus aliados, y al reunirlos nuevamente, Kim buscó evocar una alianza trilateral cada vez más intensa para contrarrestar la asociación tripartita entre Washington, Tokio y Seúl (NY Times). Durante ese mismo encuentro, Sergei Shoigu, el ministro de Defensa ruso, habría propuesto realizar ejercicios militares conjuntos con Corea del Norte y China en el Indo-Pacífico, según información del Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (Yonhap). Hasta el momento, ni China ni Corea del Norte se han pronunciado sobre la propuesta, que estaría "casi con certeza motivada por la alianza trilateral de defensa entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur recientemente formalizada" (TIME). Otros análisis señalan que un ejercicio naval trilateral conjunto produciría riesgos mínimos para los estados vecinos, en tanto sería menos una preparación para la guerra que una señal de contraalianza en el Indo-Pacífico. Incluso podría tener un efecto estabilizador al crear un freno a cada una de sus partes para que no instigue un conflicto unilateralmente (The Korea Times). Sin embargo, sería un fuerte llamado de atención para Estados Unidos y la estrategia de la administración Biden, en la cual constituye un elemento crítico lograr la disuasión del apoyo a Rusia por parte de Corea del Norte, Irán y China en momentos decisivos de la guerra con Ucrania.

 

7. Las importaciones de GNL ruso a la Unión Europea alcanzan niveles récord

Según los informes, los países de la Unión Europea han aumentado sus compras de gas natural licuado (GNL) a Rusia en un 40%, en comparación con las importaciones previas a la invasión de Ucrania (Anadolu Agency; Reuters). En particular, Bélgica y España se destacan como los principales importadores mundiales de GNL ruso en lo que va del año. No obstante, a pesar de la aspiración del bloque de alivianar su dependencia de los combustibles fósiles rusos para el año 2027, funcionarios advierten que una prohibición total de las importaciones de GNL podría llevar a una crisis energética similar a la del año pasado, cuando los precios del gas en la UE alcanzaron niveles récord de más de 300 euros por megavatio hora (Financial Times). Actualmente, el gas natural representa alrededor de una cuarta parte del consumo energético total de la UE: alrededor del 26% de ese gas se utiliza en el sector de generación de energía y aproximadamente el 23% en la industria. La mayor parte del resto se utiliza en los sectores residencial y de servicios (European Commission). De acuerdo a un análisis de Global Witness basado en datos de la consultora Kpler, el costo del GNL importado de enero a julio a precios del mercado spot ascendió a 5.290 millones de euros, sin incluir derechos de exportación pero sujeto al impuesto sobre la renta. La mayor parte de los volúmenes rusos proceden de la empresa conjunta Yamal LNG, cuyos activos mayoritarios pertenecen a la empresa rusa Novatek. Otras participaciones están en manos de Total Energies de Francia, CNPC de China y un fondo estatal chino. Sin embargo, este salto puede explicarse también por la baja base inicial, ya que la UE no importaba cantidades significativas de GNL antes de la guerra en Ucrania debido a su dependencia del gas canalizado desde Rusia. Según el informe del Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio, se estima que los países europeos han gastado casi 5.300 millones de euros comprando más de la mitad de todo el GNL de Rusia durante los primeros siete meses de 2023. Durante ese periodo, los países de la UE contrataron un total de 22 millones de metros cúbicos a Rusia, frente a los 15 millones del mismo período de 2021. Esto supone un aumento del 40%, muy por encima del ascenso medio global del 6% de las importaciones de GNL ruso. En los siete primeros meses del año, España representó el 18% de las ventas totales de gas natural licuado de Rusia, mientras que Bélgica el 17%, siendo superadas solo por China (20%). Dos años antes, en 2021, antes de la invasión rusa de Ucrania, España ocupaba el quinto lugar y Bélgica el séptimo, según el análisis de Global Witness (El País). El GNL ruso, que es importado por barco en estado congelado, llega a los puertos belgas de Zeebrugge y Amberes, que actúan como puertas de entrada a 18 mercados, incluidos Francia y Alemania. La mayor parte del GNL se exporta a los vecinos. Según datos oficiales, solo el 2,8% del gas consumido en Bélgica procede de Rusia. Por su parte, España buscó suplir el cierre de uno de los dos gasoductos procedentes de Argelia y, si bien posee desde hace semanas las reservas de gas natural cubiertas, cuenta con ocho plantas regasificadoras que son utilizadas para la recepción y regasificación del producto para enviar luego el combustible al resto de Europa (The Guardian; El País).

 

8. Escándalo político en Estonia involucra al círculo de la primera ministra

La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, afronta presiones de la oposición y los principales medios de prensa, quienes exigen su dimisión al haberse hecho públicos informes que señalan a su marido, Arivo Hallik, como copropietario de una empresa que ha mantenido negocios con Rusia después de la invasión de Ucrania. La emisora pública ERR informó que Stark Logistics, una empresa estonia en la que Hallik posee una participación de un 24%, ha estado suministrando a una fábrica de contenedores de aerosol en Rusia que es propiedad de otra empresa estonia –Metaprint– (La Vanguardia). Concretamente, Stark Logistics ayudaba a Metaprint a cerrar sus actividades comerciales en Rusia. Los medios locales han informado que Metaprint vendió productos por un valor de 17 millones de euros a Rusia entre febrero –mes de inicio de la invasión rusa– y noviembre de 2022 (The Guardian). A su vez, de acuerdo al periódico estonio Eesti Paevaleht, desde el comienzo de la guerra Stark Logistics ha ganado 1,5 millones de euros por sus servicios a la fábrica (La Vanguardia). A las críticas de la oposición se han sumado las expresiones del presidente del país, Alar Karis, exigiendo explicaciones a la primera ministra. El mandatario teme que este episodio ponga en tela de juicio la voluntad real de Estonia de aislar a Rusia como represalia por la agresión sobre Ucrania (Europa Press). Estonia es uno de los principales exponentes europeos de la posición atlantista en materia de seguridad y defensa, y uno de los países que más respalda a Ucrania desde que se produjo la invasión. Estonia se encuentra entre los mayores donantes de ayuda militar, humanitaria y económica a Ucrania per cápita (The Guardian). Asimismo, la primera ministra Kallas ha instado en repetidas ocasiones a dar respuestas contundentes en materia de sanciones económicas y a trabajar en una diversificación de la energía rusa. Su figura de ferviente defensora de Ucrania dentro del bloque europeo ha cobrado tal magnitud que su nombre ha llegado a sonar para la secretaría general de la OTAN (La Vanguardia). Las relaciones entre Estonia y Rusia son tensas desde mucho antes de 2022. Las relaciones entre ambos países se restablecieron en 1991 pero rápidamente el problema del reconocimiento de ciudadanías y el retiro de las tropas rusas (ex-soviéticas) del territorio estonio generaron cortocircuitos en su momento. Otros temas no menores de gran tensión en la agenda bilateral se vinculan al estatus de la iglesia ortodoxa rusa en el país baltico y el idioma ruso, la gran campaña de desmantelamiento de estatuas y símbolos soviéticos, la resolución de disputas territoriales que aún esperan la ratificación de los acuerdos alcanzados (ERR News) y las acusaciones de ciberataques rusos desde el año 2007 (BBC), entre otros temas. Desde la invasión rusa a Ucrania, las relaciones diplomáticas se encuentran en uno de sus niveles más bajos. Tras la reducción del personal diplomático ruso acreditado en Tallin, ahora se suma la reducción del nivel de representación diplomática de la embajada de Estonia en Moscú (TASS). Desde 2023 no hay embajadores acreditados y las misiones diplomáticas, tanto en una capital como en la otra, están a cargo de un encargado de negocios ad interim(Euronews).

 

9. Irán y Turquía impulsan la relación bilateral y apuntan a una mayor cooperación en la triangulación con Arabia Saudita

El pasado domingo 3 de septiembre, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, mantuvo conversaciones con su homólogo turco, Hakan Fidan, sobre la implementación de un plan integral de cooperación bilateral. La visita del ministro Hakan Fidan a Irán marca su primer viaje oficial al país desde que asumió el cargo (Arab News). Durante una conferencia de prensa conjunta en Teherán, Amir-Abdollahian anunció el objetivo conjunto de Irán y Turquía en aumentar el volumen de la zona de libre comercio en unos 30 mil millones de dólares, tal como se acordó durante la visita del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, a Teherán en julio del año pasado. En este mismo sentido, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, declaró que el nivel de vínculos comerciales y económicos entre Teherán y Ankara no era suficiente, y añadió que el objetivo de volumen comercial de 30 mil millones de dólares es alcanzable (Anadolu Agency). A su vez, acordaron desarrollar una zona de libre comercio en la frontera conjunta con vistas a establecer una conexión con Eurasia e incorporar el transporte y las rutas de tránsito entre los países de la región como un factor de cooperación bilateral. Expresaron, asimismo, que en materia de cooperación humanitaria existe la necesidad de que ambas partes puedan tomar medidas con respecto al intercambio de prisioneros. En este sentido, el comité conjunto sobre el traslado de convictos celebró una reunión en Ankara el lunes 4 de septiembre, después de cinco años. Amir-Abdollahian afirmó, además, que Teherán, Ankara y Riad darán la bienvenida a una cumbre para discutir la mejora de la cooperación económica y las inversiones conjuntas, afirmando que Irán está trabajando en la celebración de una reunión económica tripartita con Arabia Saudita y Turquía, destacando en su discurso la importancia de los países de la región y los lazos históricos en las relaciones bilaterales Turquía-Irán. Un nuevo embajador iraní también se dirige a Arabia Saudita. El nombramiento de Alireza Enayati se anunció en mayo pero recién ahora ha asumido su cargo, según informes en el Golfo e Irán (Jerusalem Post). Otros puntos centrales en su reunión fueron la relación entre Siria y Turquía, la situación en Ucrania, Afganistán y los recientes movimientos sacrílegos contra el Sagrado Corán en Suecia y Dinamarca (Tehran Times).

 

10. Tercer Foro de Paz y Seguridad China-África

El Foro de Paz y Seguridad China-África se llevó a cabo esta semana en Beijing bajo el lema: "Implementación de la Iniciativa de Seguridad Global (GSI) y fortalecimiento de la solidaridad y la cooperación entre China y África". Bajo la consigna de No Injerencia y el desarrollo independiente de África, China intenta posicionarse como una alternativa a las antiguas potencias coloniales de Occidente y a Estados Unidos, con el cual se encuentra enfrentado en el ámbito económico-comercial y en disputa por la influencia geopolítica mundial. África es uno de los principales destinos de las iniciativas de proyección global chinas, como lo son la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), la Iniciativa de Apoyo a la Industrialización de África y su más reciente Iniciativa de Seguridad Global. Beijing lleva más de una década apostando por la cooperación para el desarrollo del continente mediante diversos proyectos de infraestructura. Para la Ruta Marítima de la Seda, África es un importante recurso, ya que el 20% del comercio mundial pasa por el estrecho de Bab-el-Mandeb. Además, Beijing ha establecido una base de apoyo militar de ultramar con el objetivo de garantizar la seguridad regional (Prensa Latina). En este sentido, China ha invertido más del 80% de las fuerzas de paz y ha participado en 17 misiones de mantenimiento de la paz de la ONU, enviando más de 32.000 efectivos a África (Global Times). Por ello, Jean-Pierre Cabestan (South China Morning Post) afirma que "es lógico y esperado que China pruebe su GSI primero en África, donde se encuentran sus principales contingentes de fuerzas de paz, incluidas fuerzas de combate". En esta oportunidad, funcionarios chinos y africanos subrayaron la necesidad de fortalecer la cooperación en materia de seguridad frente a los nuevos desafíos en un mundo turbulento. Aboubarca Serme de Mali (Global Times) señala que los recientes conflictos regionales, las guerras internas y golpes militares en varios de los países de la región, sumado a la competencia geopolítica que convierte a África en un campo de batalla, presentan a China la urgente necesidad de establecer una África pacífica y estable. Sin embargo, los críticos señalan que China no hace más que expandir su "diplomacia de la deuda", concepto que ignora el beneficio mutuo de la cooperación (Prensa Latina) y que su interés en la seguridad africana tiene como objetivo la protección de sus inversiones y el gran número de empresas y trabajadores chinos involucrados en el continente. Sin embargo, China subrayó varias veces la idea de un consenso político y un concepto de seguridad compartido que implique  ayuda para las naciones africanas en el desarrollo de capacidades militares defensivas en la lucha contra el terrorismo y otros asuntos de seguridad no tradicionales, asi como intercambios de tecnología militar y la asistencia en la capacitación del personal, que permitirá ejercicios conjuntos con los departamentos militares y de defensa africanos (Global Times).

 

11. África: 7 golpes de Estado en 3 años

La región de África subsahariana, particularmente la región del Sahel, ha sido testigo de un aumento en los "cambios inconstitucionales de gobierno" (BBC), como resultado de la coyuntura político-económica que caracteriza a la región. Una especie de efecto dominó ha cimentado las bases para la generación de una ola de golpes de Estado (BBC). La particularidad de estos sucesos es su intensificada reincidencia en el lapso de los últimos tres años, experimentando un total de nueve golpes de Estado efectivos en siete países de la región: Mali en agosto de 2020 y mayo de 2021, Chad en abril, Guinea en septiembre, Sudán en octubre de 2021, Burkina Faso en enero y septiembre de 2022, Níger en julio (con un intento fallido en 2021) y Gabón en agosto de 2023. El secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, los ha calificado como una "epidemia de golpes de Estado" (BBC). En este escenario, se destaca como uno de los motivos principales el deterioro progresivo de la estructura político sistémica de los países de la región del Sahel. La falta de confianza en las instituciones democráticas instauradas en los países afectados puede interpretarse como resultado no solo de la falta de competencia y la incapacidad de asegurar la gobernabilidad por parte de los órganos políticos, sino también por una falta de cultura política democrática. Esta última ha encontrado ciertas incompatibilidades con las culturas políticas de estados no occidentales y, por ende, mayores dificultades para el aseguramiento de su eficiencia y eficacia gubernativa. Una de las razones subyacentes a esta percepción es la incapacidad expresa de los cuerpos gubernamentales democráticos para asegurar un régimen efectivo de seguridad, primando un estado general de amenaza frente a fuerzas extremistas –principalmente grupos insurgentes islámicos– que atentan contra las instituciones y la estructura social de estos países. Este es un desafío que los Estados partícipes del "cinturón de golpes" (ABC) no han logrado superar, encontrando las fuerzas armadas locales la ventana de oportunidad abierta para arrebatar el poder político-civil de sus naciones e intervenir de manera directa en la lucha contra la inseguridad. Según Beth Maclean (The New York Times), prima entonces una creencia de que los presidentes que gobiernan con mano dura pueden afrontar mejor los riesgos de seguridad. Por otro lado, varios analistas afirman que la fuerte presencia francesa en el continente se constituye como otra causal explicativa del fenómeno golpista: las políticas neocolonialistas de Francia respecto a los Estados en estudio (exceptuando a Sudán) han generado una debilidad comparativa de la región "Franz Africana", fenómeno ligado a la dependencia a la moneda franco CFA y a la fuerte presencia militar de la antigua metrópoli en África Occidental. Esto ha contribuido a una sensación de resentimiento hacia la antigua potencia colonial, calificando las políticas francesas como "neocolonialistas, condescendientes, paternalistas y revanchistas" según expresó el primer ministro maliense, el coronel Abdoulaye Maiga (BBC). Ante la activación de la seguidilla de golpes de Estado, el presidente francés Emmanuel Macron ha expresado la voluntad de su nación de intervenir militarmente si el orden constitucional derrocado no era reinstaurado. Sin embargo, esto ha llevado a la llamada de unidad entre los regímenes no democráticos del Sahel para reaccionar conjuntamente en caso de intervención francesa. El peso relativo que han tenido las declaraciones de Macron no ha sido significativo, soslayando la pérdida de influencia que Francia había logrado obtener y mantener. El cinturón de golpes, o la "ola" de golpes de Estado, tiñe el escenario de incertidumbre ante los sucesos por venir. Convirtiéndose en el continente con mayor cantidad de golpes de estado en el siglo corriente, la alarma se ha encendido en los estados gobernados cívicamente ante un posible efecto contagio de estas interrupciones constitucionales de gobiernos, calificadas como "una amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad en África Occidental" (The New York Times).

 

12. La Unión Europea condena al golpe de Estado en Níger

En los últimos tiempos, África ha sido testigo de una ola de levantamientos militares en distintos estados, lo que ha resultado en una gran inestabilidad en el continente. En julio, estos levantamientos tuvieron lugar en Níger, donde el presidente Mohamed Bazoum fue destituido por una junta militar liderada por la Guardia Presidencial de Níger. En respuesta a este golpe de Estado, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, manifestó que no reconocerán a los golpistas y que mantendrán esta postura. Por lo tanto, señaló que Bazoum "debe recuperar, sin demora y sin condiciones, la libertad y la plenitud de su alto cargo" (Agencia Anadolu). Borrell afirmó que "Está claro que el golpe de Estado en Níger abre una nueva era de inestabilidad en una región que ya es muy frágil" (EuroNews). Estos comentarios están respaldados por el hecho de que Níger se considera el último bastión de la democracia en la región de Sahel, que ha experimentado una serie de Estados interrumpidos por acciones de las juntas militares. Además, Borrell afirmó que "la UE se suma a las firmes condenas expresadas por los jefes de Estado" de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) (Agencia Anadolu). No solo condenaron el golpe, sino que también aplicaron sanciones económicas a Niger, a través de congelamientos activos nacionales. Otro organismo que introdujo estas medidas fue la Unión Monetaria y Económica de África Occidental. Las sanciones económicas por parte de la Unión Europea y por organismos internacionales traen grandes consecuencias, ya que pueden afectar la posición de Níger en el sistema internacional, limitando su participación en la toma de decisiones globales y su acceso a recursos y ayuda internacional. Asimismo, las sanciones impuestas a Níger representan una amenaza significativa para su estabilidad económica. La economía nigeriana ha dependido en gran medida de la asistencia externa, con aproximadamente "el 40% de su presupuesto total proveniente de ayudas presupuestarias y préstamos externos" (EuroNews). Por lo tanto, estas sanciones podrían tener un impacto devastador en la capacidad de Níger para avanzar y progresar en su desarrollo económico y social. La suspensión de la cooperación en seguridad con Níger tendrá un efecto inmediato y enviará un mensaje contundente contra cualquier intento de socavar la democracia y los principios fundamentales del país africano. Esta situación también destaca la complejidad de las sanciones internacionales y la necesidad de considerar cuidadosamente sus implicaciones humanitarias en medio de los esfuerzos por promover el cambio político y la estabilidad en la región.

 

13. África propone impuestos globales en las emisiones de CO2

Luego de finalizada la Cumbre Sobre Asuntos Climáticos en África el pasado 6 de septiembre de 2023, sus líderes acordaron firmar la "Declaración de Nairobi de los Líderes Africanos sobre cambio climático y un llamado a la acción", en la cual aspiran a tener un rol predominante en la "descarbonización" de la economía global (Le Monde). Las discusiones se centraron en cómo redistribuir el financiamiento, adaptándolo a las demandas y cambios que exige el excesivo incremento de las temperaturas, conservando los recursos naturales gracias a un mayor uso de energía renovable. El propósito es proyectar una economía sustentable, teniendo en consideración que se trata de una región cuya población se estima que se duplicará para el año 2050, y cuadruplicará para 2100, con lo cual buscan que la temperatura se mantenga inferior al menos a 2°C. Esta propuesta apunta, a su vez, a fomentar la equidad y compartir la prosperidad entre los países, generando un esfuerzo equitativo entre los mismos para luchar contra este desafío. Asimismo, refirieron al objetivo de reducir al 45% las emisiones conforme al Acuerdo de París para el año 2030, lo cual será imposible de lograr si no se toman medidas en conjunto (Allafrica). Además, de acuerdo a investigadores, a pesar de ser uno de los que más sufre el impacto del cambio climático, África recibe tan solo un 12% del financiamiento que necesitaría para afrontarlo, con lo cual la declaración también fue firme en demandar que los países que más contaminan pongan a disposición más recursos para ayudar a las naciones más empobrecidas. También se expresó que los líderes globales deben, con carácter urgente, considerar la propuesta de un régimen de impuestos globales a las emisiones, incluyendo un impuesto al carbono en el comercio de combustibles fósiles, transporte marítimo y aviación (South China Morning Post). El argumento para llevar estos impuestos a una escala global es que, según afirman, se ven forzados a pagar costos que son de cinco a ocho veces más elevados que los de los países más ricos, lo cual los conduce a endeudarse constantemente y así, en un ciclo sin fin, no poder destinar más dinero a esta problemática. Los países africanos llevarán esta declaración a la Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (COP28) durante el mes de noviembre. Sin embargo, la decisión que se tome allí es aún incierta, ya que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional, casi dos docenas de países recaudan actualmente impuestos sobre el carbono. La idea de un impuesto global sobre el mismo no ha ganado demasiada recepción favorable hasta el momento (BBC). El presidente de Kenia, William Ruto,  explicó: "Nuestra intención no es expresar 'que paguen esos países porque ellos son quienes contaminan', sino que decimos: contribuyamos todos, y luego tengamos un mecanismo para invertir esos recursos y destinarlos a la descarbonización" (Financial Times).

 

14. Ecocidio: debates acerca de su penalización

Expertos legales de todo el mundo, junto con los fundadores de la organización Stop Ecocidio, han definido el ecocidio como "actos ilegales o sin sentido cometidos con conocimiento de que existe una probabilidad sustancial de que esos actos causen daños graves, generalizados o de largo plazo al medio ambiente" (The Guardian). El término "ecocidio" comenzó a utilizarse en relación con la guerra de Vietnam, cuando Estados Unidos roció agentes químicos dañinos en Camboya, Laos y las selvas vietnamitas, causando la destrucción de millones de hectáreas de bosques y granjas en las que dependía la población (Telegraph India). En 1972, durante la primera conferencia mundial sobre el medio ambiente auspiciada por las Naciones Unidas en Suecia, Olof Palme criticó enérgicamente la acción de Estados Unidos y utilizó el concepto "ecocidio" para referirse a los bombardeos, calificándolos como una "atrocidad que inevitablemente exige la atención de todo el mundo" (Open Democracy). En 1998 se propuso incluir el ecocidio en el Estatuto de Roma, lo que habría permitido que la Corte Penal Internacional de la Haya tuviera jurisdicción sobre el ecocidio como un crimen de igual nivel que el genocidio, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra. Sin embargo, países como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia se opusieron, lo que resultó en impunidad para actos con graves consecuencias ambientales. En 2021, Francia se convirtió en el primer país europeo en incorporar el ecocidio en su legislación nacional, imponiendo penas de hasta 10 años de prisión por estos delitos (Geographical). Otros países europeos como Países Bajos, Bélgica, España y Escocia, han comenzado a presentar proyectos de ley similares. En América Latina, Brasil presentó un proyecto de ley sobre ecocidio en junio de este año debido a la deforestación de la selva amazónica. México también está buscando tipificar el ecocidio, especialmente debido a las críticas por el proyecto del Tren Maya, que amenaza a las comunidades indígenas y al medio ambiente (The Guardian). El ecocidio refleja las críticas de los defensores indígenas del medio ambiente hacia el sistema capitalista mundial, que ha cometido crímenes contra ellos y sus territorios durante mucho tiempo (Open Democracy). Según Emily Anthes (The New York Times), en la actualidad, la guerra ruso-ucraniana también se ha convertido en una "eco-guerra". En 2022, las tropas rusas ocuparon la Reserva de la Biosfera del mar Negro en Ucrania, lo que causó incendios y daños a hábitats protegidos Además, una explosión en Nova Kakhovka provocó la ruptura de una importante presa en Ucrania, calificada como "ecocidio" por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien busca que el término se incluya en el Estatuto de Roma (Foreign Policy). Funcionarios de Ucrania están documentando los daños ambientales causados por la guerra con la intención de responsabilizar a Rusia por el costo ecológico de la misma (The New York Times). Rodrigo Lledó, miembro de Stop Ecocidio, señaló en una entrevista que el ecocidio será considerado como el genocidio del siglo XXI, al igual que miramos hacia atrás a otros crímenes contra la humanidad (BBC).

 

 

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