30 de enero de 2009, Diario Clarín, Editorial

El rol político de las usinas de saber

En la Argentina ha tenido lugar un crecimiento de los centros de estudio en política y economía, cuyos trabajos abastecen a personas y organizaciones que desarrollan actividades partidarias, sociales e institucionales.

Estos centros -conocidos en inglés como "think tanks"- son decisivos para actualizar y enriquecer las agendas de políticas en las diversas áreas, brindando saberes y nuevas perspectivas a las organizaciones partidarias, las asociaciones de la sociedad civil y la opinión pública. Ellos promueven una mejora de la estructura social y de las condiciones institucionales por medio de conocimientos e innovaciones; también ejercitan críticas que enriquecen la calidad de la democracia.

En la Argentina se ha ido registrando un incremento del número de estos centros de estudio, y las 122 instituciones existentes -según un informe de la Universidad de Pennsylvania- la ubican en el quinto lugar en el mundo, detrás de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia. Algunos de nuestros centros ya han alcanzado un muy significativo reconocimiento internacional, como el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, que figuran entre los cinco más destacados de América Latina.

El desenvolvimiento de estos centros de estudios expresan nuevas formas de compromiso político. Por medio de ellos, y a través del uso de saberes, se generan análisis y se promueven reformas que inciden crecientemente en nuestra sociedad.

Según un estudio de la Universidad de Pennsylvania, la Argentina es uno de los países con mayor crecimiento de centros de estudios sociales, lo cual tiene un positivo valor político.