17 de junio de 1988, Alvear Palace Hotel, Buenos Aires

Texto del discurso pronunciado por el señor Presidente de la República Argentina, D. Raúl Alfonsín, en ocasión de cumplirse el 10° aniversario de la fundación del CARI

Foto: Presidente de la Honorable Cámara de Diputados doctor Juan Carlos Pugliese, Canciller del Uruguay doctor Luis Barros Tassano, Presidente de la Nación doctor Raúl Alfonsín, Presidente del CARI Emb. Carlos Manuel Muñiz, Presidente de la Corte Suprema de Justicia doctor José Severo Caballero, Canciller Lic. Dante M. Caputo

Mis palabras estarán dirigidas casi exclusivamente a poner de manifiesto el reconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional al Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales; reconocimiento de una labor madura y seria que pareciera habernos acompañado desde siempre, tal es la intensidad y la seriedad en la acción que se ha llevado a cabo en estos pocos diez años de existencia que hoy le permiten estar acompañados por todos ustedes, por las expresiones más diversas del pensamiento intelectual y político de la Argentina, pero además también por todos estos embajadores extranjeros que nos honran con su presencia.
Hemos tenido la oportunidad de escuchar a este canciller amigo de la hermana República del Uruguay, con la que tantos lazos nos unen y con la que permanentemente nos sentimos acompañados. Luchamos juntos por la democracia americana, luchamos juntos por la justicia universal, luchamos juntos por la integración de nuestros países, de modo que nos fortalecemos recíprocamente al coincidir -como hemos escuchado recién- en una filosofía que forma a la política exterior y desde luego es también la misma filosofía del gobierno y del pueblo argentino en su conjunto. Nos basamos en la defensa de los principios fundamentales del derecho internacional. Esa es nuestra fuerza. Si no rigieran, si no tuvieran vigencia los principios fundamentales del derecho internacional regiría la ley de la selva, y así como decía el señor canciller del Uruguay nosotros también reconocemos que no somos el león. De modo que todos perderíamos si eso sucediera.
Uruguay y nosotros procuramos proyectar en el mundo, en nuestras políticas exteriores, las mismas políticas que practicamos hacia lo interno. Buscamos en lo interno la convivencia y eso sin duda trasciende al campo exterior en la búsqueda de la paz. Buscamos en lo interno la justicia, y también lo hacemos en el orden exterior, buscando una justicia universal que es la única garantía de la paz. Nos basamos en la necesidad de participación de nuestro pueblo en la toma de decisiones, en el análisis de los problemas, y lo hacemos también en el campo internacional. El nombre de la participación en el campo internacional es el multilateralismo. De modo que así como estamos hermanados, señor canciller, en tantas cosas, proyectamos una política de bases filosóficas similares en todo lo que hace a nuestras relaciones internacionales.
Usted me va a disculpar, querido embajador Muñiz, una descortesía. Le voy a cargar sobre sus espaldas los diez años del CARI y dentro de poco tendremos que cargar también sobre sus espaldas otro aniversario del Instituto del Servicio Exterior de la Nación. Pero se lo cargamos no en edad ni en años, desde luego, se lo cargamos en experiencia, en trabajo, en esfuerzo, en dedicación, en señorío, en bonhomía, en buena voluntad al servicio sin estridencia de las mejores causas de la Nación Argentina. Lo saludo a usted, a sus compañeros de tarea y les deseo que sigan trabajando de esta manera, seguros de que están ayudando en serio, muy en serio, a la Argentina en un tema que es uno de los más delicados de la política de cualquier país.
No puede haber un país independiente sin una política independiente y para que la haya esa política tiene que ser seria; para que haya seriedad tiene que haber una reflexión y el CARI ayuda a esa reflexión. En nombre del Poder Ejecutivo Nacional, y me permito arrogarme la representación del pueblo argentino, muchísimas gracias por estos diez años de actividad extraordinaria