2 de noviembre de 2010

Sesión académica a cargo de Su Beatitud Fuad Twal, Patriarca Latino de Jerusalén

Por Ramón Mansilla

Luego de las palabras de bienvenida del Presidente del CARI, doctor Adalberto Rodríguez Giavarini, el embajador Luis Mendiola, Director del Comité de Asuntos Africanos, de los Países Árabes y Oriente Medio de la misma institución presentó al Patriarca Latino de Jerusalén, Su Beatitud Fuad Twal.

Monseñor Twal comenzó su exposición señalando que se referiría a algunos aspectos del dialogo interreligioso, con particular referencia al dialogo entre los cristianos y musulmanes y en menor medida con los judíos.

Recordó que la convivencia entre los cristianos y los árabes se puede observar desde el surgimiento de Islam, hace unos 1400 años. Tanto tiempo viviendo juntos, ha llevado a estas dos religiones a un conocimiento reciproco, pero no siempre fácil.

Afirmó que el diálogo con los musulmanes es sobre todo un diálogo de vida, cotidiano. Consideró que la vida en común representa una experiencia fundamental y sin retorno.

Explicó que el consejo de los Patriarcas católicos de medio oriente son siete: Líbano, Siria, Irak, Egipto, Jerusalén, Jordania. Es un Consejo que se reúne una vez al año. Por otro lado hay una conferencia episcopal de los obispos latinos, que llega hasta el golfo, hasta Irak, pero solamente para obispos de rito latino.

Respetar la diversidad de los musulmanes es un deber del buen cristiano, respetar al otro, cualquier otro en cuanto tal, no implica la negación de la propia religión sino que significa respetar el designio de dios que ha creado al ser humano libre. Aceptar al otro diferente en su religión, color, opinión es reconocer la dignidad de cada ser humano, es su libertad de frente a la libertad de Dios

Su Excelencia señaló que en su experiencia hay muchos caminos de dialogo ya existentes entre la Iglesia y la población musulmana. Por ejemplo, toma el caso de las escuelas que la Iglesia católica posee. Son aproximadamente 100 escuelas a las que asisten alrededor de 62.000 alumnos, entre los cuales hay alumnos tanto musulmanes como judíos. También hace referencia al caso de Jordania, en donde en al menos un tercio de los alumnos de las escuelas católicas son estudiantes musulmanes. Su Excelencia destacó la importancia de esta manera de llegar a los padres de los alumnos. Y resaltó el hecho de que el diálogo interreligioso se de a través de una institución tradicional como la escuela.

Respecto a esto, Monseñor Twal comentó que el mejor diálogo interreligioso que podría existir es observar cuando los niños de distintas religiones juegan juntos.

Lo mismo sucede en los hospitales, con caritas, etc. Estos lugares se transforman en lugares de dialogo y de encuentro entre personas de diferentes creencias.

Asimismo, mencionó que el Papa Benedicto XVI ha renovado más de una vez la invitación al dialogo interreligioso de la Tierra Santa y citó una frase expresada durante la visita papal en 2009 a Jordania: "Mi visita a Jordania me da la agradable oportunidad de expresar mi más profundo respeto por la comunidad musulmana y de rendir homenaje al papel de guía que tiene su majestad el rey en la promoción de una mejor comprensión de las virtudes proclamadas por el Islam". De acuerdo con Monseñor Twal, éstas iniciativas han tenido buenos resultados para favorecer una alianza de civilización entre el mundo occidental y el mundo musulmán.

Su Excelencia manifestó que la característica del cristiano, con su fe de vida sin complejos, es poner sus talentos y sus riquezas espirituales al servicio de toda la sociedad.

En tal sentido, afirmó que "Respetar la diversidad de los musulmanes es un deber del buen cristiano. Respetar al otro -cualquier otro en cuanto tal- no implica la negación de la propia religión sino que significa respetar el designio de Dios, que ha creado al ser humano libre. Aceptar al otro -diferente en su religión, color, opinión- es reconocer la dignidad de cada ser humano en su libertad frente a la libertad de Dios".

Del mismo, modo indicó que en la actualidad del Medio Oriente, todos están buscando la estabilidad, la seguridad, un fortalecimiento de la economía, la justicia, la pacificación de la política nacional y regional y de la vida de cada habitante. Es por eso que señaló que es necesario enfrentar los desafíos juntos, católicos con musulmanes y judíos, y así encontrar las soluciones para salir adelante.

Tomando conciencia que la existencia de los cristianos en tal ámbito es una vocación, y viviendo con alegría tal vacación, el cristiano podrá no solamente sobrevivir, sino crecer, y ayudar a los otros a crecer para construir juntos aquel hermoso sueño de un futuro común para todos

El Patriarca Latino Fuad Twal apuntó con optimismo a los existentes signos de esperanza resueltos a oponerse a la violencia y a toda forma de extremismo. Rescató que con el apoyo de autoridades civiles se ha creado un organismo de defensa de los derechos humanos, de la mujer, de los niños y de los discapacitados. Estas organizaciones cumplen un rol muy importante.

Por otro lado, señaló que los gobiernos árabes son muy concientes de las amenazas del terrorismo mundial, al punto que periódicamente se desarrollan reuniones de ministros del interior para elaborar una estrategia en común contra el terrorismo.

Seguidamente, indicó que un gran paso en el camino del diálogo interreligioso fue realizado por los llamados 138 sabios (uno de los exponentes más importantes del mundo musulmán), que el 13 de octubre del 2007 firmaron la carta abierta, una palabra en común entre las religiones.

Fuad Twal recordó el primer seminario del foro católico-musulmán en 2008, organizado por el Consejo para el Dialogo Interreligioso y por los representantes de los 138 líderes que han firmado la carta abierta. Durante el mismo, se detuvieron sobre el punto del amor de Dios, que es el amor al prójimo, pilar común de ambas religiones.

Sin embargo, observó que aún existe un largo camino por recorrer, especialmente luego del ataque a las Torres Gemelas en septiembre del 2001, por la situación dramática por los territorios ocupados en Palestina o por la opción militar para erradicar al terrorismo. "Es una cultura de violencia y muerte", dijo Su Excelencia, "con la perdida de los valores de la familia y enfrentados a una sociedad focalizada en el consumismo". Ante eso, todos estamos llamados a buscar caminos de dialogo, de acogida, de colaboración entre los creyentes en todos los países en donde conviven distintas religiones, a fin de lograr una verdadera convivencia fraterna. El disertante aclaró que la religión puede y debe fomentar más la apertura al ser humano, para hacer ver en el otro no un enemigo, sino un compañero, un colega.

Por otro lado, el clérigo afirmó que desde el punto de vista religioso los contactos con la comunidad hebrea también son buenos y se multiplican desde hace unos años. En este punto Jerusalén es muy importante. Un Consejo Interreligioso de instituciones se reúne anualmente con representantes del judaísmo, del Islam, de las diferentes iglesias cristianas, los gobiernos de Israel, Autoridad Palestina y Jerusalén. "Eso es una clara señal de que los líderes religiosos desean la paz y trabajan para educar a los fieles para la consecución de la misma", afirmó.

Pese a lo planteado anteriormente, la verdadera dificultad se encuentra en lograr interactuar con el gobierno de Israel y no con las autoridades religiosas judías. El Patriarca Latino resalta que la ocupación de Palestina dificulta cualquier tipo de diálogo. "La ocupación hace daño al ocupante y hace daño al ocupado". Es la política de Israel la que determina, en gran medida, la estabilidad de toda una región, y considera que la Iglesia no puede mantenerse al margen. Es por eso que intenta utilizar su voz, a favor de la justicia, la paz, la verdad y la reconciliación.

Monseñor Twal, planteó que hoy más que nunca la Iglesia católica debe mantener su presencia es Jerusalén, ya que posee una libertad de palabra que no es condicionada por ningún régimen político, que la convierte en un testigo clave para el dialogo.

Su Beatitud concluyó que el dialogo es una exigencia de la Fe y en los últimos años cada vez es más evidente el dialogo religioso entre los musulmanes, judíos y católicos. Finalmente, señaló que "tomando conciencia de que la existencia de los cristianos en Medio Oriente es una vocación, viviéndola con alegría, el cristiano podrá ayudar a los otros a crecer para construir juntos aquel hermoso sueño de un futuro común para todos".

Fuad TwalPatriarca Latino de Jerusalén y Arzobispo Católico Romano. Ordenado sacerdote en 1966, doctor en derecho canónico, ingresó al servicio exterior de la Santa Sede en 1977, para la cual ha servido en las nunciaturas de El Cairo, Berlín y Lima. Fue nombrado Obispo de la prelatura territorial de Túnez por el Papa Juan Pablo II el 30 de mayo de 1992 y promovido a Arzobispo en 1994. Designado como Presidente de la Conferencia Regional de Obispos del Norte de África, en 2005, el Papa Benedicto XVI lo nombró arzobispo coadjutor de Jerusalén. Es Presidente de la Universidad de Belén, miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo Inter-religioso y de la congregación de Iglesias del Este. En 2008 fue nombrado el Patriarca Latino de Jerusalén