29 de agosto de 2019

Continuación del ciclo de conferencias "El mundo que viene y cómo se inserta la Argentina", organizado por el Comité de Cultura del CARI, con el auspicio de la Fundación Ortega y Gasset

Mesa-debate con la participación de Daniel Funes de Rioja, Inés Aguerrondo e Ignacio Peña

Palabras introductorias: Juan Battaleme. Modera: Silvia Fesquet

La sesión académica "Trabajo y Educación. ¿Un imprescindible cambio cultural?" fue organizada por el Comité de Cultura del CARI y auspiciado por la Fundación Ortega y Gasset, en el marco del ciclo de conferencias "El mundo que viene y cómo se inserta la Argentina".

Las palabras del Secretario Académico del Consejo, Juan Battaleme, prologaron las disertaciones con el fin de agradecer al Comité de Cultura la convocatoria de eximios expositores. Seguidamente, el Secretario introdujo a la moderadora, Silvia Fesquet, a modo de dar tratamiento al objeto de la convocatoria: el rol del trabajo y la educación para el desarrollo argentino. A continuación, la moderadora de la mesa-debate advirtió sobre la falta de discusión de temáticas tales, tras lo cual destacó la concreción de la sesión como un esfuerzo por suplir dicha falencia.

La disertación primera estuvo a cargo de Daniel Funes de Rioja, quien reparó principalmente en su paso por la Presidencia del B-20. A partir de dicha experiencia concluyó, a grandes rasgos, en la indisolubilidad relacional entre la educación, el empleo y los nuevos avances en materia tecnológica, en alusión a la nueva "sociedad 5.0". Es en este sentido que Funes de Rioja sostuvo que "[la tecnología] debe acoplarse a una nueva sociedad y la única forma de [hacerlo] es mediante la educación". En la misma sintonía, el expositor recalcó que lo que se necesita no es una reforma, sino una revolución educativa: "Argentina tiene una educación decimonónica para un país del siglo XXI". Refiriéndose a la coyuntura argentina y, a modo de conclusión, subrayó la imperatividad de un cambio educativo y cultural.

La tecnología debe acoplarse a una nueva sociedad y la única forma de hacerlo es mediante la educación

Daniel Funes de Roja

Una vez culminada la exposición de Daniel Funes de Rioja, tomó la palabra Inés Aguerrondo con el fin de abordar distintos "modelos de distribución de conocimiento en las sociedades". A tal efecto, revisó el surgimiento de la escuela en el seno de la revolución industrial y su desarrollo en consonancia con los avances industriales, destacando que a partir de la tercera revolución industrial el modelo educativo dejó de ser adaptado a las transformaciones científico-tecnológicas de modo tal que "lo que hoy se enseña en las escuelas es física del siglo XIX". Tras mencionar algunos casos de reformas educativas en otros países, Aguerrondo sostuvo que "todas las reformas educativas del mundo tienen que ser protagonizadas por la clase dirigente […] y tienen que soportar un proceso muy fuerte de ingobernabilidad, por las fuerzas que moviliza, dada su naturaleza ideológica".

Todas las reformas educativas del mundo tienen que ser protagonizadas por la clase dirigente […] y tienen que soportar un proceso muy fuerte de ingobernabilidad, por las fuerzas que moviliza, dada su naturaleza ideológica

Inés Aguerrondo

Frente a este diagnóstico, la expositora afirmó la necesidad de reconfigurar la transmisión de conocimiento, la cual se encuentra constituida en una tríada entre aquel que aprende, aquel que enseña y el conocimiento que es impartido. Un cambio cultural que se pregunte por las diversas formas de transmisión de conocimiento, incluso aquellas que exceden el ámbito escolar ha devenido, a ojos de la experta, apremiante. La expositoria propuso, entonces, una estrategia de doble nivel a través del ordenamiento de la situación educativa actual y la certificación de formas de distribución de conocimiento nuevas. En este sentido, destacó la necesidad de crear un sistema nacional de iguales oportunidades de aprendizaje para superar al actual sistema, exclusivamente dirigido a la infancia y la juventud.

Ignacio Peña, el tercer disertante de la mesa, señaló algunos importantes desafíos al desarrollo de nuestras sociedades actuales como las crisis de endeudamiento, el envejecimiento poblacional, el cambio climático y las tensiones geopolíticas por los cambios del balance de poder. En este marco, el expositor destacó el rol de la innovación como el gran motor del desarrollo y del crecimiento y, por ello, destacó la necesidad de impulsar una revolución educativa para el siglo XXI. Esto condujo al economista y consultor a esbozar cinco preguntas: "¿para quién?"; "¿para qué?"; "¿qué?"; "¿cómo?" y "¿cuánto?"

El crecimiento a largo plazo proviene de la innovación

Ignacio Peña

La primera pregunta, "¿para quién?" es, de acuerdo con el experto, indicativa de que "el sistema actual está diseñado para los maestros, los sindicatos […], para que los estudiantes trabajen para los grandes […] y los dueños de empresas locales". De acuerdo con el expositor, el sistema debería en todo caso estar pensado para los estudiantes y no para sus maestros o sus padres. "¿Para qué?" De acuerdo con Ignacio Peña, las herramientas deberían impactar en los estudiantes, de modo tal que éstos puedan prosperar en un mundo altamente desafiante de manera creativa.

Respecto a qué debería enseñarse, el experto afirmó que la educación debería contemplar cuatro dimensiones: conocimiento, habilidades, carácter y metaconocimiento. En lo que refiere a la cuarta pregunta, "¿cómo?", el expositor destacó que la búsqueda ha de ser en torno a objetivos. Finalmente, en torno al "cuánto", señaló la necesidad de revertir las tendencias demográficas en materia de escolarización e ingreso a las carreras de grado como medida insoslayable para alcanzar mayores niveles de desarrollo.