24 de octubre del 2012

Sesión académica a cargo de Reuven Azar, Director de la División de Medio Oriente en el Centro de Análisis Político de la Cancillería Israelí

Por Joaquín Chemile

En su conferencia ante el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, Reuven Azar se refirió a  la coyuntura que atraviesa Medio Oriente en este momento, señalando que ésta ha sido una etapa de cambios muy grandes de los cuales sólo es posible ver el principio. Explicó que antes de abordar la situación de cada país en particular es necesario detenerse para realizar un examen de la situación general de la región.

En su caracterización de los puntos comunes de las manifestaciones nacionales de la llamada "primavera árabe", comentó que estamos ante la presencia de un conjunto de reclamos amplios y extensos por parte de los Hermanos Musulmanes. Puntualmente, destacó el caso de Egipto, donde la organización mantiene una relevancia formal en el sistema político que permitió llevar estos reclamos a otro plano; no como anteriormente cuando sus reclamos sólo se expresaban a través de un canal informal.

Como segundo punto hizo referencia al surgimiento de reclamos que tienen como eje central al individuo, es decir, reclamos en materia de  derechos humanos y  de desarrollo y respeto de la individualidad. Este nuevo movimiento tiene como objetivo armonizar las ideas modernas con la Sharia (Ley Islámica). Además, Azar comentó que en este movimiento están incorporándose nuevas fuerzas, lo que abre una incógnita a futuro sobre como serán las reacciones que generarán estos nuevos movimientos en relación a Israel.

En el tercer punto diferenció la urgencia del pueblo árabe en los años recientes de otros momentos de la historia de los países árabes. "Hoy en día la urgencia del pueblo árabe es más multicolor. Estamos ante un escenario donde hay muchas alternativas como consecuencia de las diferentes visiones, como así también de los diversos intereses", sostuvo.

La gente ya no quiere ser residente, sino ciudadano

Luego de contextualizar los sucesos que afectan a la región, el disertante expuso las implicancias de este escenario para Israel. Planteó que la incertidumbre sobre el futuro revela también un desconocimiento sobre las realidades sociales, políticas y culturales de los países vecinos. Como consecuencia, esta inestabilidad es vista como una amenaza, ya que el público no sabe lo que puede suceder. De todos modos, comentó que es posible reducir posibles amenazas siendo una de las principales herramientas la conservación de los tratados de paz con Egipto y Jordania, lo cual servirá como modelo para los otros países de la región.

A continuación, instruyó al auditorio sobre el rol, la posición y la influencia que tiene la comunidad internacional sobre los sucesos que están ocurriendo en Medio Oriente. Afirmó que la comunidad internacional se encuentra sorprendida con respecto a lo que está sucediendo en la región. Sin embargo, consideró que es poco probable que ésta pueda ejercer algún tipo de influencia porque los procesos internos son endógenos y, además, no son unidireccionales; las respuestas, por lo tanto, provendrán de los propios países. Además, los sistemas políticos no son estables, por lo que nada garantiza que se apliquen las recomendaciones  que acompañen cualquier tipo de ayuda externa que la comunidad internacional pretenda ofrecer.

A nosotros nos parece que en el próximo año nosotros vamos a tener, digamos, una potencia islámica unificada

En cuanto al rol de los Estado Unidos en la región, Azar destacó la disminución de la presencia norteamericana. Como consecuencia, manifestó que los países de la zona -especialmente los reinados- sienten los cambios en el balance de poder. Por lo tanto, ahora deben hacer más esfuerzos y concesiones que antes para preservar sus intereses. Según el expositor, esto explica que muchos de los reinados sean más activos ahora que en el pasado, como por ejemplo, Arabia Saudita.

A continuación, se refirió a la situación particular de algunos países de la región.

Comenzó por Egipto, el país islámico más importante en la región, donde explicó que hay una diversificación de fuerzas y voces. Señaló la inestabilidad económica y resaltó una práctica muy pragmática tanto de manera doméstica como en las relaciones internacionales. Sin embargo, observó un descenso de los ingresos (principalmente del turismo), de las reservas internacionales y de la inversión extranjera directa.

Además de los problemas económicos se suman los problemas de seguridad interior, según indicó Azar. Asimismo, mencionó que en el país se está dando un debate sobre la conexión entre la Sharia y el Estado, y subrayó que los musulmanes valoran el carácter democrático de su movimiento, a la vez que marcó como punto controvertido los temas referidos a los derechos de la mujer.

Consideró que en política exterior se observa una situación en algunos puntos similar a la de la época de Nasser, conocida como la "Teoría de los tres círculos" desde donde se ubica el país: el conjunto árabe, el continente africano y el universo musulmán. Prueba de esto son las visitas que el Presidente Morsi ha realizado, primero a Etiopía (Circulo africano), luego Arabia Saudita (Círculo árabe), y a China (círculo de los países no alineados).

Con respecto a Siria, se refirió a la situación política interna, donde la oposición se encuentra muy dividida, y evaluó que este escenario favorece la continuidad del régimen. En este sentido, profundizó su argumento explicando que el régimen no cae debido a la situación particular de Siria, que la diferencia de otros países de la región. Afirmó que "no estamos en presencia de un Estado Nación como los otros países de Medio Oriente, sino que el poder se mantiene al interior del país por un pacto de minorías".

A continuación se dedicó a la situación en el Líbano, donde ha cambiado la relación entre el gobierno y Hezbollah. Agregó que hoy en día se intenta limitar la influencia de la organización y disminuir el poder que esta tiene al interior del ejército. Esto ocasiona una reacción más agresiva por parte de Irán y Siria, en pos de conservar sus esferas de influencia, sostuvo. Como consecuencia, dentro del Líbano existe un estado de tensión preocupante.

Luego habló sobre Jordania, que comparte con Israel el límite más extenso (600 Kilómetros). Allí se evidencia una dicotomía importante: si bien entre los dos países no hay avances en las negociaciones sobre los refugiados; al ser Israel el país limítrofe más estable que circunda a Jordania es con el único con el que se llevan adelante políticas de cooperación en asuntos estratégicos y de seguridad.

En cuanto a la situación de Palestina, Azar explicó que hay un debilitamiento del sistema político y un estancamiento del la economía. Declaró que este panorama no es bueno para Israel ya que desestabiliza las perspectivas de negociación normales.

Por último se refirió a Irán, detallando que la situación ha cambiado como consecuencia de la presión ejercida por la comunidad internacional, aunque aclaró que el régimen no se siente bajo amenaza. Sin embargo, detectó que en las últimas semanas hubo un cambio en el discurso hacia un punto más conciliador. De todos modos, hay que ver si este discurso tiene legitimidad al interior de la sociedad. Sin duda, finalizó, es difícil aventurar alguna hipótesis sobre cuál va ser el futuro del país.

Reuven AzarDiplomático de carrera, actualmente dirige la División de Medio Oriente en el Centro de Análisis Político de la Cancillería israelí. Realizó estudios de Maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Estuvo encargado del Departamento de Economía y Comercio en la Embajada de Israel en El Cairo, Egipto. Fue Consejero de Asuntos Políticos en la Embajada de Israel en Washington DC, Estados Unidos. Fue Director de la División de Asuntos Económicos del equipo encargado de las Sanciones a Irán. Ha sido Vice Jefe de Misión en la Embajada de Israel en Amán, Jordania