3 de abril de 2017

Sesión académica a cargo Cristian Vega y Verónica Garea, organizada conjuntamente por el Comité de Asuntos Nucleares y el Grupo Joven

Por Bárbara M. Fernández

Mientras la humanidad estaba pensando como matarse más brutalmente, hubo gente que pensó en otras cosas [desarrollo pacífico de la energía nuclear]

Cristian Vega

El lunes 3 de abril de 2017 en el CARI tuvo lugar una conferencia a cargo de Cristian Vega, Presidente de la Asociación Argentina de Jóvenes Nucleares (AYNG) y la doctora Verónica Garea, Directora Ejecutiva de la Fundación INVAP y Vicepresidenta de Women in Nuclear (WiN) Argentina, en la que se refirieron, respectivamente, a los desafíos del sector nuclear argentino y al rol de los jóvenes y las mujeres.

El primer expositor fue Cristian Vega, quien introdujo a la energía nuclear como una "una solución ingenieril al problema de la generación de energía". Prosiguió entonces a resaltar cuan indispensable es la energía para los seres humanos y su desarrollo, pero también invitó a reflexionar sobre la importancia del debate social y estatal consciente de los beneficios y riesgos de la disciplina nuclear.

Para entender la energía nuclear, de donde viene y hacia dónde va, explicó algunos conceptos técnicos que hacen a la física y las radiaciones. Además, hizo énfasis sobre dos elementos centrales en su desarrollo: la fisión nuclear y la reacción en cadena sostenida.

Luego, realizó un repaso histórico, resaltando el período de la Guerra Fría y mostrando el carácter dual del material nuclear. Sus dos posibles destinos, pacífico y bélico, han caracterizado su desarrollo: la posibilidad de crear bombas nucleares y su contracara, la generación de energía en un contexto de incremento poblacional y escasez energética. "Mientras la humanidad estaba pensando como matarse más brutalmente, hubo gente que pensó en otras cosas", dijo Vega.

El expositor sostuvo que, actualmente, el campo de la energía nuclear ha sufrido un desarrollo progresivo en su aspecto civil y pacífico. En cuanto a la generación eléctrica, el Ingeniero planteó a la energía nuclear como una solución válida en un contexto de incremento demográfico y una economía de mercado que nos incentiva al constante crecimiento.

Basándose en información brindada por la NASA, Vega caracterizó al calentamiento global como una realidad urgente y agravada por la emisión de dióxido de carbono y gases de invernadero, producto de la utilización de los métodos convencionales de generación de energía.

Posterior a la explicación del funcionamiento de los reactores, pasó luego a esclarecer ciertas cuestiones sobre la energía nuclear. En primer lugar, el ingeniero habló sobre el impacto insignificante de la devolución del agua utilizada por los reactores al caudal receptor y de su paso por torres de enfriamiento. Por otro lado, resaltó que los desechos nucleares no son el gran problema, en especial, si se los compara con la emisión de dióxido de carbono y gases de invernadero dispersos a la atmósfera. No obstante, admitió que el verdadero problema sería la ocurrencia de una reacción en cadena. Por ello, hay que obrar por cierta previsibilidad en la actividad nuclear, concientizarse sobre sus riesgos, intentar prevenir y esperar tener la capacidad de frenar cualquier imprevisto.

A continuación se enfocó sobre el problema del "gap generacional" en el ámbito nuclear profesional. Por un lado, existen personas con mucha experiencia pero que se encuentran prontas a jubilarse y, por el otro, existen jóvenes que se han educado pero no tienen suficiente experiencia ni tiempo para forjarla. "No hay generaciones en el medio", aclaró. Vega enfatizó la necesidad de trabajar con las nuevas generaciones y la importancia de las asociaciones juveniles a nivel internacional. Un gran paso en este sentido son las reuniones periódicas de los representantes de 49 países, donde los jóvenes exponen sobre su contexto y las buenas prácticas de trabajo nacionales. "Se logra un intercambio muy interesante porque son súper capaces y comprometidos, que tienen muchas cosas para compartir y mucho para dar", describió el ingeniero.

Vega afirmó que lo que se está trabajando con los jóvenes es la innovación: "desafiar al presente y mejorar el futuro". En conjunto con la Asociación Argentina de Jóvenes Nucleares, su objetivo es tratar de cubrir el problema del "gap generacional", consolidar una plataforma de networking para conectar a los investigadores argentinos con el resto del mundo e intercambiar plataformas de trabajo, culturas y buenas prácticas. Además de ello, se propone fomentar el desarrollo y el empoderamiento de las nuevas generaciones en el ámbito nuclear y fortalecer las instituciones argentinas.

Finalizada la exposición de Vega, comenzó su disertación Veronica Garea. La doctora caracterizó a la Argentina como un país nuclear, líder en exportación de tecnología para reactores de investigación, que cuenta con uno de los mejores sistemas regulatorios. Asimismo, expresó que aunque se haya desarrollado pacíficamente, la energía nuclear sigue siendo una de las actividades industriales con mayor percepción de riesgo a nivel mundial.

Garea retomó el foco en la Argentina para afirmar que aunque el país haya llegado al siglo XXI con una tecnología madura y desarrollada, enfrenta desafíos de orden estratégico y organizacional que implican tanto problemáticas locales como internacionales. Para la expositora, el principal dilema es el liderazgo en el contexto de una situación interna atomizada.

Garea introdujo a las mujeres en la historia nuclear y desarrolló el largo camino recorrido en materia de igualdad en el sector nuclear. En este sentido, remarcó que el problema sustantivo se encuentra a medida que subimos en los puestos de liderazgo. La disertante utilizó números de la Comisión Nacional de Energía Atómica y el INVAP para afirmar que la proporción de mujeres en los puestos de trabajo no se refleja en los puestos de liderazgo. Esto resulta diferente en el Organismo Internacional de Energía Atómica, que cuenta con un alto grado transparencia en la composición de su plantel por género.

Continuando con el ámbito universitario argentino, mencionó que las mujeres están por debajo del 20% de los estudiantes de ingeniería, con una mayor presencia en las disciplinas de alimentos y ambiental, asociadas a las "ingenierías de cuidado".

Para la doctora Garea, es beneficioso trabajar en favor de la diversidad. Esto es avalado por un estudio que muestra el impacto positivo de la presencia de las mujeres en puestos de liderazgo, sobre la actividad que desarrollan las organizaciones y los esfuerzos del Organismo Internacional de Energía Atómica por aumentar la presencia de mujeres en sus cuadros técnicos. Resalta del último, la toma de acciones de "discriminación positiva". Remarcó que la ausencia de mujeres no es necesariamente producto de fuerzas naturales sino que tiene que ver con decisiones que se toman a la hora de promover estilos de liderazgo, tomar personal y asignar responsabilidades y consideró que, en consecuencia, las organizaciones deberían analizar los motivos por los cuales tienen una composición de género desigual, reconocer que en la diversidad hay una riqueza y tomar las acciones necesarias para solucionarlo, aumentando, a su vez, la productividad.

La ausencia de mujeres no es necesariamente producto de fuerzas naturales sino que tiene que ver con decisiones que se toman a la hora de promover estilos de liderazgo, tomar personal y asignar responsabilidades

Verónica Garea

Otro problema que retomó sobre el final, es la falta de vocación de las mujeres para estudiar carreras técnicas. En pocas palabras, hay que quitarle el rótulo de género a la disciplina atómica y cambiarlo por un sentido de vocación.

Para concluir, la doctora se refirió a la labor de WiN Argentina. Señaló que uno de sus objetivos es promover la información sobre la energía nuclear y el interés en la ciencia y la ingeniería nuclear entre las mujeres jóvenes para aumentar su participación en la industria. Con esto en mente, la organización intenta hacer un foco de información sobre la actividad nuclear y las disciplinas asociadas entre las niñas para que el día de mañana puedan elegir una carrera técnica. Por esto también, se ha propuesto al país como anfitrión de WiN global en marzo de 2018, evento que ocurrirá en simultáneo con la conferencia de los Jóvenes Nucleares.

Cristian VegaIngeniero Nuclear (Instituto Balseiro), Máster en Ingeniería y Física de Reactores (Instituto de Ciencias y Técnicas Nucleares de Saclay). Trabajó en investigación para la Comisión Nacional de Energía Atómica sobre técnicas neutrónicas para el análisis de materiales nucleares, para Electricité de France (EDF) en investigación y desarrollo en el campo de la termohidráulica y la transferencia de calor. Es co-fundador y actual presidente de la Asociación Argentina de Jóvenes Nucleares (AYNG) y General Co-chair del Internation Youth Nuclear Congress y representante argentino ante la misma. Actualmente trabaja en análisis determinísticos de accidentes severos para la utility argentina Nucleoeléctrica SA donde se desempeña desarrollando modelos matemáticos en RELAP y ANSYS FLUENT

Verónica GareaDirectora Ejecutiva de la Fundación INVAP. Vicepresidenta de Women in Nuclear (WiN) Argentina. Ingeniera Nuclear (Instituto Balseiro) y Doctora en Física de la Ingenieria (Rensselaer Polytechnic Institute). Especialista en seguridad e impacto ambiental de instalaciones nucleares de investigación, fue jefa del Departamento de Seguridad e Impacto Ambiental de INVAP desde sus inicios hasta 2014. Consultora del Organismo Internacional de Energía Atómica, ha participado de la producción de estándares y guías en seguridad de reactores de investigación. Tiene amplia experiencia en la coordinación de análisis de confiabilidad y seguridad de sistemas tecnológicos complejos. Es miembro del Foro Nacional Interdisciplinario de Mujeres, Ciencia, Tecnología y Sociedad. Es autora de trabajos científicos, numerosos trabajos técnicos y artículos en publicaciones de divulgación y opinión