22 de abril de 2010

Sesión académica a cargo del embajador Roberto García Moritán

Por Juanita Ceballos

"Las armas nucleares volvieron a su concepto original: están para ser usadas"

Durante una sesión académica en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), el embajador Roberto García Moritán expuso las perspectivas actuales y futuras de la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), que se lleva a cabo en Nueva York desde el 3 hasta el 28 de mayo de 2010.

"Hay muchas expectativas de que esta sesión alcance cierto éxito porque el tema que nos ocupa es particularmente sensible a la seguridad de todos los Estados. Sin embargo, estimo que va a ser una reunión compleja y tensa debido a la creciente fragmentación del escenario internacional, así como también por la parálisis del sistema multilateral de negociaciones. Durante catorce años ha sido imposible adoptar un programa de trabajo debido a la dificultad de alcanzar consenso en la mayoría de los tópicos de la actividad internacional", afirmó el funcionario al comenzar su disertación.

El TNP fue adoptado el 1 de julio de 1968 y durante los años que ha estado en vigencia ha sido considerado como un elemento esencial para el desarme, el control de armamentos y la no-proliferación nuclear. La Conferencia de Revisión, que se realiza cada cinco años, es un mecanismo que persigue analizar los instrumentos de control y comprobar las obligaciones de los estados miembros.

"Cuando el TNP entra en vigor, había muy pocos instrumentos de control armamentístico. Adicionalmente, hasta el año ‘68 no hubo ningún mecanismo de negociación entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Ya en la década del ‘60 el clima de preocupación sobre los efectos de las armas nucleares y su expansión estaba agudamente presente", expresó.

En ese sentido, explicó que el surgimiento del Tratado de No Proliferación se dio bajo circunstancias "un poco extrañas", debido al reconocimiento, desde sus inicios, de la existencia de cinco estados poseedores de armas nucleares (Estados Unidos, el Reino Unido, Rusia, Francia y China). El Tratado, dividido en tres pilares -desarme; no proliferación; energía nuclear y procedimientos de acción- establece en el primer artículo las condiciones a las que los países suscriptores se comprometen.

La posibilidad de una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia no tiene ya la misma prioridad que tuvo en otros momentos de la confrontación Este-Oeste

Para el Embajador García Moritán, la responsabilidad de iniciar un proceso de desarme con control internacional -establecida como obligación en el artículo 6 de dicho tratado- es uno de los principales temas de preocupación en la próxima Conferencia. Asimismo, indicó que el Acuerdo entre los Presidentes Obama y Medvedev, "es una brisa fresca ya que sin este instrumento la insatisfacción iba a ser expresada con tonos y adjetivos mucho más fuertes".

Para García Moritán, en la actualidad, la doctrina de disuasión ha tomado un rumbo completamente diferente al existente durante la era bipolar: "Si bien Rusia tiene un arsenal similar o equivalente al de Estados Unidos, desde el punto de vista del peso relativo, no es la Unión Soviética. La posibilidad de una guerra nuclear entre ambos países no tiene ya la misma prioridad que tuvo en otros momentos de la confrontación Este-Oeste".

En ese sentido, expresó que aunque el arma nuclear nació como cualquier arma -para ser usada-, después de Hiroshima y Nagasaki se convirtió en un concepto casi contranatural: un arma para no ser usada. Un concepto para él algo extraño, pero que de alguna forma funcionó durante el contexto de simetría entre las dos potencias.

En la actualidad, la dinámica es diferente:"Estados Unidos podría llegar hipotéticamente a considerar que su arsenal es tal que no hay nadie que pueda ganarle una guerra nuclear. Más allá de los dolorosos efectos, tendría la capacidad de superar a cualquier enemigo en términos de supervivencia y reconstrucción. Con lo cual, el concepto de disuasión pasa a ser asimétrico. Esto plantea un cambio de doctrina y un cambio de situación que lleva a un panorama en el cual el arma nuclear vuelve al concepto original: está para ser usada", argumentó.

Por otra parte, dijo que es importante tener en cuenta a Pakistán, India, Israel y Corea del Norte, los nuevos países poseedores de armas nucleares, e incluir al Reino Unido, Francia y China –también considerados "Estados Nuclearmente Armados"- en las negociaciones de desarme.

La no proliferación es, según el expositor, un tema particularmente complejo dada la fragmentación y la falta de voluntad política. Uno de los temas seguidos con más atención, es el de Irán. "Si se mira el escenario de Medio Oriente el panorama es bastante paradójico. Mientras los países árabes reclaman una zona libre de armas nucleares y piden un proceso de incorporación de Israel a las naciones libres de armas nucleares, ninguno ha pretendido o ha realizado pasos concretos sobre Irán en términos proliferantes. Por otro lado, al hablar de un Irán poseedor de armas nucleares la actitud de las capitales mundiales cambia de manera sustantiva. Parecería que les preocupa más un Irán nuclear que un Israel nuclear", remarcó.

Estimo que la Conferencia de Revisión va a ser una reunión compleja y tensa debido a la creciente fragmentación del escenario internacional, así como también por la parálisis del sistema multilateral de negociaciones

Para el ex vicecanciller esta situación puede deberse a que los países árabes han aprendido a convivir con un Israel nuclear mientras que la idea de Teherán armado nuclearmente resulta, para la comunidad internacional, bastante más intolerable. "Países como Egipto y Turquía han señalado que la posibilidad de un Irán nuclear les generaría la necesidad de replantear sus alternativas y esto traería aparejado un proceso de proliferación en distintas latitudes geográficas", expresó.

En cuanto a la utilización de la reacción nuclear como fuente de energía, indicó que la misma tendrá un lugar importante en la planificación estratégica de los Estados. "La utilización de la energía nuclear va a crecer de manera geométrica. Si hoy se calcula que hay aproximadamente 30 países con programas razonables de cierta magnitud, no es un disparate pensar que en 20 años podrían ser 70 u 80 quienes tendrán cierta capacidad", aseguró.

Por último hizo mención al retiro de los países del TNP. "Aunque (el Tratado) es un instrumento de duración definitiva, retirarse es un derecho de cualquier miembro", afirmó. La atención en este tema se centra en Corea del Norte, quien denunció el instrumento en 2003 y en el año 2006 llevó a cabo pruebas nucleares. "El caso norcoreano es una de las principales prioridades que deben abordarse, en términos de medidas para enfrentar potenciales retiros del acuerdo", dijo.

Para cerrar su disertación, García Moritán citó una frase de Winston Churchill: "Esta es la segunda parte de la primera parte, y ésta, es la primera parte de la segunda parte" y concluyó: "El trabalenguas refleja la situación en la que estamos en el territorio nuclear".

Roberto García MoritánEs Abogado de la Universidad de Buenos Aires, Licenciado en Ciencia Política en la Universidad de Deusto, España, y Magíster en Política Internacional de New School for Social Research de Nueva York. En 1970 el Embajador García Moritán ingresó en el Servicio Exterior de la Nación, donde ocupó diversos cargos, entre ellos Director General de Seguridad Internacional, Asuntos Nucleares y Espaciales, y Director General de Política Latinoamericana. En 1989 fue trasladado con rango de Embajador a la Misión Especial de la República Argentina para el Desarme y designado Representante Permanente ante la Conferencia de Desarme, de la cual fue Presidente en 1992 y 2009. Fue Director Nacional de la Comisión de Energía Atómica (1995-1997) y Vicecanciller de la Argentina entre 2005 y 2008. Actualmente es miembro de la Junta de Asesores de la Comisión Internacional sobre No Proliferación y Desarme Nuclear