6 de junio de 2019

Seminario a cargo de Francisco Sercovich, Carola Ramón y Jorge Malena, organizado conjuntamente por el Comité de Ciencia y Tecnología y el Grupo de Trabajo sobre China

Por Gabriel Roy

El seminario comenzó con las palabras de apertura del Director del Comité de Ciencia y Tecnología del CARI, Mario Mariscotti que elogió la atención del Comité al estudio de los "mejores caminos" para el avance internacional de la Argentina en el campo de la ciencia, la tecnología, y la innovación (CTI). "Argentina tiene la suerte de tener una base científica que se mantiene competitiva, pero donde no hemos tenido éxito todavía en llevar todo este fruto de investigaciones científicas es a la industria y a la producción". Mariscotti explicó que dicho encuentro permitiría entender lo que puede aprender la Argentina de su socio, en materia de innovación tecnológica.

China es un laboratorio excepcional para el aprendizaje de políticas de desarrollo en la CTI... la política de ‘catching up'

Francisco Sercovich

El Director del Comité de Asuntos Asiáticos, el Embajador Eduardo Sadous, señaló la necesidad de que la Argentina busque alianzas con otros países –sobre todo, las nuevas economías– para lograr un desarrollo tecnológico e industrial más avanzado. Sadous reconoció que todo lo que la Argentina puede aprender de China es profundamente importante. Compartió una anécdota de su visita a China en 1982: "en aquel tiempo, China era ‘poco desarrollada' con ‘millones de bicicletas' por las calles". Aun así, Sadous afirmó que los avances chinos desde esta época son "realmente extraordinarios".

A continuación, tomó la palabra el Dr. Francisco Sercovich, Profesor de Política e Innovación Tecnológica en la Universidad de Buenos Aires. El doctor identificó a China como un modelo para la Argentina, es decir, "un laboratorio excepcional para el aprendizaje de políticas de desarrollo en la CTI... la política de ‘catching up'". Sin embargo, Sercovich afirmó la necesidad de ser cautelosos a la hora de intentar sencillamente traer lecciones de la experiencia china a la Argentina como si fuera posible transferir las condiciones históricas de ese país. "Estamos hablando de un país de dimensiones, culturas, y trayectoria histórica completamente diferente", resaltó.

A su vez, Sercovich destacó las semejanzas entre ambos países: en 2010, China alcanzó a representar el PBI per cápita de 50% de la Argentina, pero en 2020 China equivaldrá a la Argentina en términos del PBI per cápita. Situados entre países desarrollados y países del tercer mundo, China y la Argentina pertenecen a un grupo llamado "países de ingresos medios altos". Señaló que aquellos pertenecientes a esta categoría sufren de una "trampa", la cual consiste en dificultades para competir con países menos avanzados con costos laborales más reducidos y, por otro lado, con países de mayor nivel de sofisticación tecnológica. Por esta característica económica común, enfatizó Sercovich que la Argentina debe analizar las maneras en las que China está enfrentando este gran desafío.

Sercovich prosiguió con un análisis de varios modelos chinos de innovación. Aclaró que se puede distinguir entre dos paradigmas centrales: uno como "fruto de descubrimientos científicos e industriales a nivel mundial", y otro, más propio de los países "newcomers", como un proceso heurístico que promueve la difusión tecnológica a nivel de país. En este sentido, China se ubica en la segunda categoría en la cual supera dicha "trampa" a través de tres medios principales: el primero es mantenerse profundamente implicado en el influjo global de comercio, tecnología, e inversiones; el segundo es primar sus esfuerzos de investigación y desarrollo; y el tercero es combinar su desarrollo y sus esfuerzos innovativos en los ámbitos científicos, tecnológicos, sociales, institucionales, gerenciales y políticos.

Con el fin de ilustrar el plan chino para convertirse en potencia mundial, el especialista se refirió a la industrialización de investigación en China. Este proceso reduce costos y divide la investigación en gran número de módulos, implementando en cada uno de ellos una línea de ensamble que permite el desarrollo rápido. Este método innovativo ya se ha aplicado en las industrias chinas de farmacéutica y electrónica de consumo, entre otras. Asimismo, Sercovich dio el ejemplo de los "township enterprises", empresas semiestatales de origen rural que fueron pioneras del desarrollo industrializado durante los años ochenta y noventa, incluyendo en el mundo laboral a millones de trabajadores.

Hoy en día, China está liderando en el ámbito de la CTI por la generación de patentes: según Sercovich, hace dos años China representaba al nivel mundial el casi 44% del total de patentes solicitadas, el 96% de los modelos de utilidad, y el 50% de los diseños industriales. Concluyendo, Sercovich afirmó que "cuando la frontera de conocimiento sufre transformaciones paradigmáticas, allí se generan oportunidades, como se está ocurriendo en China". Así como la Argentina tiene mucho que aprender de China, "es un camino de doble vía", declaró Sercovich, señalando la posibilidad de una asociación recíproca entre ambos países.

En la historia de la humanidad el desarrollo económico de China en los últimos cuarenta años no tiene ningún paralelo

Carola Ramón

Luego, la Dra. Carola Ramón, Profesora en la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad del Salvador, realizó un análisis del desarrollo chino siguiendo los eventos que llevaron al país a su crecimiento "vertiginoso". Destacó que hoy el 42% del e-commerce mundial es de China, con 800 mil millones de usuarios de internet (más que la UE y los EEUU combinados). Afirmó que "en la historia de la humanidad el desarrollo económico de China en los últimos cuarenta años no tiene ningún paralelo". Ramón expuso que estos cambios económicos provienen de las transformaciones realizadas a partir del proceso de Reforma y Apertura. Asimismo, señaló que el gobierno chino hizo una gran inversión en el sistema educativo, generando una mejora en el posicionamiento de los rankings universitarios a nivel mundial.

En cuanto a las transformaciones industriales, afirmó que las "zonas económicas especiales" juegan un papel determinante. Destacó los ejemplos de tres ciudades chinas, comenzando con Shenzhen, la primera zona económica especial y la más exitosa que en 1980, durante los primeros cinco años, creció a ritmo anual del 58%; y hoy tiene una población de 12 millones de personas. Ramón habló de la intensidad del trabajo en Shenzhen, una zona conocida por su sistema de "cama corriente" y por su rol como núcleo de las compañías de tecnología (Huawei y Tencent, por ejemplo). Mencionó también Zhongguancun, que fue diseñada específicamente para replicar a Silicon Valley y que contiene más de 9,000 empresas de alta tecnología.

Concluyendo, Ramón habló del plan "Made in China 2025", el proyecto del Ministerio de Industria y Tecnología chino anunciado en 2015 para desarrollar industrias de alta calidad y tecnología. Explicó que dicho proyecto se enmarca en la primera de tres etapas cuyo objetivo final es que China se convierte en líder de innovación mundial en 2049. El proyecto se focaliza en ciertos sectores claves, como la nueva tecnología avanzada de información, el aeroespacio y equipo aeronáutico y los vehículos y equipamientos con nuevas formas de energía.

Puede afirmarse que el EPL utiliza el término ‘informatización' para describir el proceso de transformación en una fuerza moderna que puede operar y dominar en la era digital

Jorge Malena

Finalmente, el Dr. Jorge Malena, Profesor de estudios sobre China contemporánea en la Universidad del Salvador, abarcó en su presentación la revolución en los asuntos militares. En primer lugar, aclaró lo que realmente es la revolución militar, que comenzó los EEUU entre los años setenta y ochenta para superar a la Unión Soviética. Según Malena, a partir de la utilización de armas de tecnología avanzada por los EEUU en la Guerra del Golfo, los sistemas de armas de alta tecnología se convirtieron en el armamento principal de las operaciones militares. Ante esta nueva circunstancia, el gobierno chino reconoció que sus FF.AA., el Ejército Popular de Liberación (EPL), estaban atrasadas en materia de tecnología, equipamiento, y doctrina militar. Al principio del nuevo milenio, el gobierno comenzó a fortalecer el EPL, un cambio al que el presidente chino Jiang Zemin llamó "una mejora de nuestra orientación estratégica".

A diferencia de la doctrina antigua, la nueva revolución militar china, según Malena, enfatizó las nuevas oportunidades que representaba la guerra informática. Esta forma de guerra involucra a hackers que apuntan a las plataformas operadas por computadora, como los sistemas de navegación, armas, comunicación, comando y control, y radares y sensores. Para alcanzar el máximo de precisión e invisibilidad en este nuevo escenario militar, la Oficina de Información del gobierno chino reformuló su doctrina militar, priorizando la informatización como núcleo central.

A lo largo de la primera década del 2000, China, bajo la administración del Presidente Deng Xiaoping, ocultó sus capacidades. Luego China empezó a demostrar sus logros a través de pruebas de sus misiles balísticos y armas antisatélites. En este mismo periodo, China reveló su proyecto militar, que Malena dividió en cuatro partes: China adoptó una estrategia de defensa activa, puso énfasis en el entrenamiento en métodos de guerra informática, aumentó el presupuesto militar del EPL al 10% anual entre 2001 y 2016, y expandió el número de soldados en las fuerzas armadas. A fines de 2015, el Presidente Xi Jinpin anunció las reformas del EPL más profundas: creó una cuarta fuerza armada, la Fuerza de Apoyo Estratégico, que, en palabras del Dr. Malena, "unificó la capacidad cibernética de China y proporcionó al EPL capacidades de comando y control, comunicaciones, inteligencia, vigilancia y reconocimiento".

Por último, Malena declaró que la revolución en los asuntos militares ha otorgado a China el dominio sobre la tierra, el aire, el espacio, el ciberespacio y el espectro electromagnético. Por eso, Malena concluyó que "puede afirmarse que el EPL utiliza el término 'informatización' para describir el proceso de transformación en una fuerza moderna que puede operar y dominar en la era digital".