16 de julio de 2014

Sesión académica organizada por el Comité de Estudios Ambientales

Por Justine Gonda

Con motivo de la publicación del informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sobre La economía del cambio climático en la Argentina, el CARI recibió a Leónidas Osvaldo Girardin, director del programa Medio Ambiente y Desarrollo de la Fundación Bariloche, Daniel Bouille, Presidente de la Fundación Bariloche y Miembro del Panel Internacional Científico-Técnico de Expertos en Cambio Climático (IPCC) y el doctor Alieto Guadagni, quienes ofrecieron sus comentarios sobre el tema.

El primer orador, el doctor Girardin, hizo referencia al contexto de la redacción del informe. Subrayó que el estudio del cambio climático es un tema en el cual la Argentina tiene experiencia y que el carácter innovador de este trabajo proviene de su enfoque económico. El economista resumió el método que se utilizó en el informe: realizar estudios previos permitió seleccionar impactos relevantes del cambio climático para calcular y proyectar las emisiones de Gases de Efectos Invernaderos (GEI) hasta el 2100, una tarea complicada debido a las restricciones de tiempo y recursos. La incertidumbre a largo plazo - aproximadamente cincuenta años - plantea otra dificultad para efectuar proyecciones evaluando los costos del cambio climático. Según el orador, un último desafío está relacionado con la insuficiencia en la información que impide evaluar todas las variables como, por ejemplo, las repercusiones de las medidas de adaptación y mitigación tomadas por terceros países.

El experto continuó con la presentación de algunos sectores y regiones estudiados en el informe. En términos de impactos, apuntó a la vulnerabilidad de varios sistemas hidrológicos, como el de Cuyo, el del Comahue o el de la cuenca del Plata, y al riesgo creciente de inundación en los ríos Paraná y Uruguay. También el cambio climático tendrá impactos en términos de agricultura y de biodiversidad, principalmente en los Esteros del Iberá y el Noroeste argentino.

Al horizonte 2100, el mayor componente de las emisiones es fundamentalmente energético

Enfocado en las opciones de mitigación, Girardin aclaró que cuatro sectores contribuyen al 80% de las emisiones de GEI en la Argentina: la producción energética, el transporte terrestre, la producción pecuaria y la agropecuaria por el uso de suelos agrícolas. "El hecho de que el sector energético constituirá la principal fuente de emisiones de GEI y que el crecimiento económico será acompañado por un aumento de la demanda energética implica", - señaló el orador - , "que este sector representará las principales potencialidades de mitigación".

Concentrándose en los impactos del cambio climático en la Argentina, el expositor resaltó el aumento previsto de la temperatura media anual, entre 0,9º y 1,5º para el periodo 2020-2040. Este fenómeno ha venido acompañado de un aumento de la frecuencia de eventos extremos y de un desplazamiento de las precipitaciones en las últimas décadas, implicando nuevas posibilidades para el desarrollo de las prácticas agrícolas en algunas regiones y, al contrario, una disminución de los rendimientos agrícolas en otras zonas.

El segundo orador, Daniel Bouille, subrayó que los países de la región otorgaron más importancia a la vulnerabilidad y a las medidas de adaptación que a los trabajos relacionados a la mitigación, un enfoque basado en la certeza de que el cambio climático es un proceso irreversible. Insistió en la heterogeneidad entre los países del continente en términos de avance en la integración del cambio climático como desafío, ya sea en la adopción de una estrategia desarrollada a nivel nacional o en cuanto a la elaboración de una posición clara en las negociaciones climáticas internacionales.

Frente al cambio climático, Bouille insistió en que no ha surgido, hasta hoy, una conciencia pública sobre el tema en Argentina, lo que se explica por la dificultad de percibir sus efectos y atribuirlos directamente al cambio climático. Además, es mucho más complejo abarcar la vulnerabilidad del territorio y los potenciales impactos del cambio climáticos que concentrarse en la mitigación, que cuenta con elementos más concretos. En este sentido, el orador destacó los debates sobre cómo decidir los valores para monetizar los diferentes espacios: ¿cómo justificar, por ejemplo, que una misma superficie de tierra húmeda valga mucho más, según los biólogos, que las tierras productivas?

A continuación, el perito indicó una novedad en los trabajos sobre el cambio climático, con la reciente incorporación de la dimensión ética y moral. "Esta visión transversal permite insistir en la responsabilidad del Estado y en la prioridad que debe ser otorgada a acciones que toman en cuenta la dimensión social del cambio climático", afirmó el orador.

Todavía no se ha logrado una conciencia pública sobre la temática del cambio climático

Seguidamente, el economista se concentró en la situación de la Argentina en las negociaciones climáticas internacionales. Subrayó su posición de vulnerabilidad política creciente en las últimas décadas en este proceso, visto el crecimiento sostenido de las emisiones de GEI (las emisiones per cápita son las más elevadas de América del Sur). Este aumento se explica, según el orador, por la incorporación de combustibles fósiles en la generación de electricidad desde el 2003, para responder al aumento del consumo energético, y por el crecimiento de las emisiones del sector transporte, relacionado con la sustitución del transporte ferroviario por el transporte automotor.

Para concluir, Bouille insistió en el carácter transversal del tema, que necesita desarrollar una estrategia integrada con políticas viables y factibles, abarcando todos los sectores socioeconómicos para reemplazar las medidas aisladas existentes en la actualidad.

El tercer expositor, Alieto Guadagni, inició su participación subrayando que, aunque no hubo progresos en las negociaciones internacionales sobre cambio climático desde la firma del protocolo de Kioto en 1992, se pueden observar algunos puntos de inflexión recientes. Primero, en junio del 2014, el presidente estadounidense Barack Obama anunció su voluntad de aprobar una ley para regular las emisiones de carbono de las plantas eléctricas, prueba de una evolución notable en la posición de los miembros del Partido Demócrata. También mencionó como relevantes la publicación de un estudio similar, orientado a los impactos del cambio climático en los Estados Unidos, y el World Energy Investment Outlook, publicado en junio de este año, que proyecta las inversiones energéticas futuras.

Luego, el orador señaló que, desde el punto de vista económico, existen externalidades sobre el medio ambiente, es decir costos o beneficios que no forman parte del sistema de precios. La economía del cambio climático propone internalizar las externalidades ambientales, gracias a un impuesto en caso de un efecto económico negativo o con un subsidio si es positivo. Esta visión implica una intervención del Estado. Sin embargo, según el orador, existen posiciones divididas al respecto.

A continuación, el Dr. Guadagni aclaró los límites de la gestión pública actual: un cuarto del gasto público fue destinado a subsidios en el año 2013 y los combustibles fósiles cubrieron el incremento en la generación eléctrica aunque la producción de petróleo y de gas ha disminuido a lo largo del período. Este aumento del consumo de los combustibles fósiles se explica por el otorgamiento de subsidios a los mismos. En este sentido, los subsidios a los combustibles fósiles amplifican el problema: favorecieron a las clases altas, franja de la población que consume más energía. Según Guadagni: "Una política eficaz consistiría en implementar un impuesto a nivel global sobre los combustibles fósiles, asegurado por una autoridad política mundial".

El expositor concluyó su presentación advocando por el diseño de una nueva política energética que enfrente los desafíos presentados anteriormente. En este sentido, "es necesario invertir en energía hidráulica, nuclear y renovable, desarrollar políticas de apoyo al transporte público urbano y rehabilitar el transporte ferrocarril, y un rol activo del Estado para mejorar la eficiencia energética" afirmó el economista.

Leónidas Osvaldo GirardinEconomista, realizó Maestrías en Economía y Política Energética y Ambiental, es Director del Programa de Medio Ambiente y Desarrollo de la Fundación Bariloche e Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la República Argentina (CONICET). Es miembro de la Dirección de Grupo de Tareas (Task Force Bureau) en Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero del Panel Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC). Fue coautor de varios capítulos y coordinador en la Argentina del Estudio Regional de la Economía del Cambio Climático (ERECC), publicado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)

Daniel BouilleEconomista graduado de la Universidad Nacional de Rosario, realizó estudios de Posgrado en Economía de la Energía en la Universidad de Colonia, Alemania. Es Presidente de la Fundación Bariloche. Es Miembro del Panel Internacional Científico-Técnico de Expertos en Cambio Climático, Autor Líder Coordinador del Grupo de Trabajo III del Tercer Informe del IPCCC-2001/05, integrante del Grupo de Trabajo sobre información y apoyo para el desarrollo de escenarios de análisis de clima e impactos (TGICA), Quinto Reporte de Evaluación - Revisor Externo del Capítulo 3: "Aspectos económicos, éticos y sociales del Cambio Climático". Es Integrante del panel asesor internacional del Estudio Regional de la Economía del Cambio Climático (ERECC), publicado por la CEPAL

Alieto GuadagniEconomista graduado en la Universidad Nacional de Buenos Aires, con estudios de postgrado en la Universidad de Chile y Doctorado en la Universidad de California Berkeley. Fellow en las Universidades de Chicago, Yale y el MIT. Fue profesor en las Universidades de Buenos Aires, Católica Argentina y de Bologna. Enseñó Relaciones Económicas Internacionales en los cursos del Instituto Ortega y Gasset y en diversos programas del Banco Interamericano de Desarrollo. En la Argentina tuvo a su cargo las carteras de: Recursos Hídricos, Energía, Relaciones Económicas Internacionales e Industria, Comercio y Minería. Fue Embajador de la República Argentina en Brasil. Ha sido Representante de la Argentina y los países del Cono Sur de América en el Directorio del Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional. En la actualidad es consejero del Instituto Di Tella y profesor de los cursos de postgrado de la Universidad Di Tella