27 de agosto de 2020

Sesión académica a cargo del Ingeniero Jorge Lapeña y comentarios del doctor Alieto Guadagni

Por María Florencia Avena, Voluntaria Secretaría de Comunicación

La presentación de un Plan Integral de largo plazo, desarrollado por el Instituto Argentino de Energía (IAE) General Mosconi, fue el motivo de reunión de una nueva sesión académica virtual organizada por el Comité de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano, el pasado 27 de agosto. La actividad estuvo a cargo del Ingeniero Jorge Lapeña, presidente del IAE desde 1985, y contó con la participación del Doctor Alieto Guadagni, ex secretario de Estado y ministro de la provincia de Buenos Aires.

Se trata de un documento que plantea sesenta políticas públicas pensadas para los próximos treinta años, y su carácter holístico se pronuncia ante lo calificado como "grave situación del sector" en la actualidad. Lapeña hizo una caracterización del sistema argentino, y como primera afirmación sostuvo que los problemas eran estructurales y han permanecido sin resolver desde hace cuatro lustros. "La economía energética está destruida", dijo, en referencia al incumplimiento de las cuatro leyes de fondo que regulan el mercado. Además, señaló que las empresas eléctricas se encuentran al borde de la cesación de pagos y los consumidores son condenados a pagar precios irrisorios, que ni siquiera son transparentes a los ojos del mercado mundial.

En este marco, el disertante planteó que la Argentina se encuentra frente al dilema de seguir por el mismo camino u optar por una solución sostenible, que es hacia donde se dirige el mundo hoy. Lapeña sostuvo la necesidad de modificar las estrategias, los marcos impositivo y legislativo, y sobre todo, la actitud de la clase política frente a los problemas que apremian a la sociedad. El trabajo está inspirado en un concepto rector como es la Transición del sector energético, que atiende cinco frentes distintos:

  • En primer lugar, para el documento, la Argentina debería asumir una posición y ser miembro activo para mitigar el cambio climático. Esto supondría un conflicto de intereses porque requiere la Transición Energética: desde una matriz primordialmente carbonosa, fuerte productora de gases de efecto invernadero, a una matriz neutra en emisiones, es decir, sustentable.
  • En segundo lugar, se necesitaría una Transición en la Productividad. La producción de energía en el país (hidrocarburos, energía eléctrica, energía nuclear, etc.) tiene altos costos y baja productividad, por lo tanto, no se puede competir si no se produce un salto, estimulando primero el mercado interno.
  • En tercer lugar, se considera fundamental una Transición de los precios y tarifas para que la industria, el agro, el transporte y el comercio aumenten la competitividad, por un lado; y los consumidores puedan mejorar sus economías familiares, por el otro.
  • Cuarto, una Transición hacia la Racionalidad Energética y en definitiva hacia un mejor estado nacional, ya que "a lo largo de la historia se han tomado decisiones infundadas, como la compra de centrales nucleares sin estudios de factibilidad o centrales de carbón sin carbón", dijo Lapeña.
  • Y por último, una Transición Moral "de un estado transgresor de ciertas leyes a uno eficiente y con un alto grado de legitimidad pública".

 

Guadagni agregó sobre la Transición Energética que es imprescindible adoptar una matriz sustentable que no emita dióxido de carbono, y gravar, en lugar de subsidiar a las energías fósiles. De esta manera, aumentarían los recursos fiscales castigando impositivamente a las industrias que perjudican al medio ambiente, en lugar de gravar la producción o el trabajo, según el exembajador. También afirmó que la industria de la construcción y la automotriz son las que más gases de efecto invernadero producen. "El etiquetado verde es el primer paso, pero principalmente se necesita regulación", dijo el exministro, advirtiendo que allí se encuentra un "problema político serio". En ese sentido, se preguntó quién establece las normas regulatorias que significan transformar las técnicas de producción vigentes.

Asimismo, sostuvo que la Argentina debe inspirarse en decisiones energéticas de base, como lo fue la creación de la central nuclear Atucha 1, mas no en proyectos coyunturales o de punta como la exportación de gas de Vaca Muerta, "que por cuestiones de transporte no terminan siendo rentables". Al respecto, Guadagni sugirió la transformación del consumo energético fósil, pasando del petróleo al gas, lo cual implicaría un aumento drástico del consumo interno y la liberación de saldos exportables de petróleo.

En cuanto al sector de la energía eléctrica, Guadagni señaló que en los últimos diecinueve años la matriz de generación fósil aumentó un 85%, mientras que la de energías limpias lo hizo en un 29%. Aclaró que si bien es un progreso, el porcentaje podría ser mayor si se impulsara el sector hidroeléctrico.