Autor: Ramón González, Visiting Fellow, Yale University

Los días 4 y 5 de junio se llevará a cabo una reunión de los Ministros de Economía y Finanzas y los Gobernadores de los Bancos Centrales del G20, grupo que reúne a los principales países desarrollados y emergentes del planeta. El objetivo del encuentro es discutir sobre el crecimiento y desarrollo económico tras la crisis y la reforma del sistema financiero internacional. Esta reunión en Busan, Corea del Sur, sigue a una conferencia de Ministros realizada en abril pasado en Washington y servirá para preparar la agenda de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que comenzará el próximo 26 de junio en Toronto.

Las discusiones se enfocarán en la necesidad de conformar un frente unido para reformar el sistema financiero. Ello implica tratar cuestiones como: el establecimiento de niveles más estrictos para los coeficientes de endeudamiento, medidas que garanticen mayor transparencia en el mercado de derivados y permutas y en las actividades de los hedge funds (fondos de alto riesgo) que los usan, y la cuestión de impuestos a los bancos, entre otras. Adicionalmente, el G20 se enfrenta al desafío de desarrollar, reglas para el manejo de las systematically important financial institutions (SIFI), como los bancos considerados "too big to fail", término utilizado para referirse a las instituciones financieras cuya caída corre el riesgo de afectar al sistema en su totalidad, incluyendo un marco para definir cómo afrontarlas durante una emergencia sin dañar los mercados globales. Estas instituciones, cargadas con enormes hojas de balances y con numerosas contrapartes en el mundo, son uno de los más complejos retos a los que se enfrentan quiénes deben regular sus actividades. Un desafío que demanda, a su vez, extraordinarios niveles de cooperación.

Además, se considerará la posibilidad de acelerar la reforma de la distribución de votos en el FMI y se discutirán diferentes políticas para fomentar crecimiento económico fuerte, sostenible y equilibrado.

Situación de la economía global

La reciente crisis de deuda en varios países de la zona euro, especialmente de los del arco mediterráneo, se ha alivianado relativamente gracias a los planes de los gobiernos de reducir sus gastos y el apoyo de otros países europeos, quienes, con la coordinación del FMI, han creado un fondo de emergencia de 750.000 millones de euros para garantizar las deudas de estados de la eurozona con problemas de solvencia. Sin embargo, todavía permanecen dudas sobre las promesas de ambos lados, y la semana pasada funcionarios de los EE.UU. han insistido en la necesidad de llevar a cabo estos planes inmediatamente.

Relacionado a este tema están otras cuestiones económicas como la persistencia de desequilibrios de balanza de pagos en muchos países, en particular en Alemania, China, y los EE.UU., preocupaciones frente a la caída del Euro, y pedidos, aunque han sonado más suaves recientemente, para que China permita la apreciación de su moneda.

El problema de la coordinación

El sistema financiero está globalizado y más allá de los diferentes intereses nacionales está el reconocimiento de que el mundo necesita reglas globales para reducir el arbitraje de regulación, esto es, la tendencia de las actividades financieras de moverse desde países con leyes más estrictas a países con leyes menos estrictas. En particular, Ben Bernake, Presidente de la Reserva Federal estadounidense, pidió este lunes a las potencias del G20 coordinar más estrechamente la reforma financiera "para reforzar el sistema financiero internacional y garantizar que las instituciones financieras estén adecuadamente reguladas, bien capitalizadas, con liquidez y transparencia".

Pero los problemas de coordinación son bastantes. Alemania, que ya había sido criticada por sus programas de austeridad, sorprendió tanto a las bolsas de valores y como a los gobiernos de Europa y los EE.UU. cuando anunció unilateralmente el 18 de mayo una prohibición a las ventas al descubierto a corto plazo de una variedad de instrumentos financieros. En relación a la cuestión de impuestos de los bancos - una idea popular en Alemania y en Francia, y, en diferente forma, en Estados Unidos, pero que suena mal en Canadá, Australia y Japón, quienes escaparon de la crisis sin mayores problemas bancarios – también hay diferencias en los detalles de regulación financiera entre gobiernos. Timothy Geithner, el secretario del Tesoro de EE.UU., admitió el 3 de junio que el G20 sigue estando divido en torno a la idea y que será difícil de llegar a un acuerdo durante la reunión en Corea del Sur.

La dificultad para llevar a cabo acciones coordinadas proviene, en parte, de las grandes diferencias en la situación económica de los países y la manera en la cual están saliendo de la crisis. El comunicado de la conferencia de ministros en Washington pide que los gobiernos enuncien explícitamente sus ‘estrategias de salida' de la crisis y los mecanismos a través de los cuales pretenden concluir las extraordinarias medidas monetarias y fiscales que fueron implementadas durante la crisis. Existen desacuerdos entre los países del G20 en relación a cuán pronto estas estrategias deberían ejecutarse sobre dos líneas divisorias principales: por un lado, entre aquellos países que transitaron la crisis relativamente ilesos y esos que no lo hicieron y por el otro, entre los países que mantienen grandes deudas públicas y aquellos cuyas deudas son más pequeñas.

Algunas de estas diferencias son causadas por demandas electorales, por ejemplo en Alemania la Canciller Merkel perdió el control de la Cámara Alta del Parlamento en las recientes elecciones en Renania del Norte-Westfalia tras una campaña eclipsada por la cuestión del bailout griego. Aún así, la mayoría de las discrepancias son el producto de razones más complejas y resultan de años de aplicar modelos de desarrollo según variadas reglas y estructuras económicas.

Temas de la conferencia:

Regulación financiera

- Desarrollo de estándares e infraestructuras de mercado para contener la propagación de choques y medidas para proteger ‘systematically important financial instituions' (SIFI).

- El FMI va a presentar una serie de estrategias revisadas que fueron presentadas en la última reunión en Washington para garantizar que los bancos contribuyan a un fondo por la ayuda gubernamental de la que se han beneficiado al estallar la crisis y de la cual podrán beneficiarse en el futuro. La discusión girará en torno a la propuesta de un impuesto bancario global. Aunque existe un amplio apoyo a la idea, algunos países, como Canadá y Australia, cuyos bancos no tuvieron la necesitad de un rescate, no están a favor.

- Los países del G20 expresaron en su último comunicado que esperan que los bancos reserven más capital y que éste sea de mejor calidad, pero todavía no hay acuerdo sobre los coeficientes de endeudamiento adecuados. La mayoría de los bancos no está dispuesta a estos cambios. En relación a esto, Alemania y algunos otros países quieren un impuesto sobre actividades financieras con el propósito de reducir la especulación, pero los EE.UU. y Gran Bretaña se oponen a estas medidas dada la importancia de la actividad financiera en el producto interno de ambos países.

Reforma de las instituciones financieras internacionales

En la reunión se revisarán las fórmulas que determinan la representación de los países en el FMI con la esperanza que en la conferencia en noviembre de los Jefes de Estado del G20 se adopte la decisión de transferir el cinco por ciento de los votos a países emergentes.

Política global

- Uno de los temas centrales de la conferencia en Corea del Sur es la creación de "global financial safety nets", es decir, mecanismos internacionales de apoyo en el caso de crisis. En particular, discutir cómo funcionarían para reducir los impactos adversos que los shocks financieros tienen en los países en desarrollo y que a veces, como en la crisis reciente, se originan en otros países más desarrollados. Parte de la discusión tomará en cuenta el estudio del FMI de febrero que concluyó que los controles al capital extranjero pueden ser una herramienta útil, un cambio notable de su posición histórica.

- Basados en los escenarios que el FMI presentará, los ministros de finanzas del G20 considerarán varias opciones para fomentar un crecimiento económico fuerte, sostenible y equilibrado. Vinculado a esta discusión está el esfuerzo de mejorar el sistema de aviso y vigilancia multilateral para disminuir la propagación de golpes financieros.