10 de noviembre de 2010

Seminario organizado conjuntamente por el CARI y el Centro para la Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC)

Por Natalia Reggini

El doctor Eduardo Levi Yeyati introdujo el tema en cuestión indicando que el G20 cobró protagonismo con la crisis económica mundial de 2008. En abril de 2009, luego del colapso del sistema financiero internacional, el G20 se reunió en Londres, donde se acordaron planes de estímulo fiscal y estímulo monetario para intentar preservar el comercio internacional ante las tentaciones de poner trabas. En dicha reunión se enfatizó la necesidad de cooperación para salir de la crisis y se le otorgó al G20 un rol de gran importancia. Hoy es un foro de discusión y definición de agenda.

La agenda del G20, explicó Levi Yeyati, consiste en tres líneas de trabajo: la arquitectura financiera internacional, la reforma financiera y el marco global para un crecimiento sustentado.

En cuanto a la arquitectura financiera internacional, hay dos grandes debates que el G20 busca tratar. Por un lado, el tema de la representatividad y el gobierno del FMI. Aquí nos encontramos con el debate sobre las reglas de quién encabeza el FMI (las cuales, al igual que en el Banco Mundial, están por tradición basadas en la nacionalidad y no tanto en el mérito) y la discusión sobre las cuotas. Comparando con los países más avanzados, las economías emergentes están subrepresentadas, por lo que se han reasignado las cuotas en un 6%.

Por otro lado, está el debate sobre asistencia financiera. En la reunión del G20 los países emergentes (liderados principalmente por Corea) reclamaron que esta es una crisis externa a ellos pero que igualmente los perjudicó por efecto de contagio; por lo que los países responsables de causarla deben hacerse cargo. El expositor indicó que antes de la crisis, el FMI ofrecía programas tradicionales que funcionaban como un colchón de liquidez para países víctimas de shocks en otros lados. Pero estos planes generalmente llegaban demasiado tarde, una vez que la crisis ya había afectado al país que se pretendía ayudar. Por esta razón, se acordó que el Fondo prestaría con menos condiciones y de forma más rápida. Sin embargo, hay un estigma político con respecto al FMI ya que ningún país quiere pedir dinero al Fondo para no estar ligado y depender de una junta directiva de países avanzados. Levi Yeyati explicó que por esta razón es probable que en el futuro sea más común la asistencia con acuerdos regionales -como el FLAR (Fondo Latinoamericano de Reservas)- en vez del FMI.

La agenda del G20, explicó Levi Yeyati, consiste en tres líneas de trabajo: la arquitectura financiera internacional, la reforma financiera y el marco global para un crecimiento sustentado

La segunda línea de trabajo del G20 se refiere a la reforma financiera y a la implementación de un nuevo marco de regulación y supervisión bancaria. Se trataron temas como el problema de los paraísos fiscales, bonos, normas de capital y liquidez. Como el G20 no cuenta con una estructura deliberativa, delega facultades a organismos multilaterales ya existentes (generalmente con un sesgo hacia los países más avanzados). En este caso, delega facultades al FSB (Financial Stability Board) para la reforma financiera y al BCBS (Basel Committee on Banking Supervision) para la reforma bancaria.

La última línea de trabajo del G20 consiste en ajustar el marco global para lograr un crecimiento sustentado y sólido. Aquí se discuten los temas de sobreendeudamiento, política monetaria, desequilibrios globales y guerras cambiarias, entre otros. También incluye el problema de cómo retirar estímulos monetarios después de la crisis cuando la recuperación de las distintas economías es extremadamente divergente. Por ejemplo, China sigue creciendo pero Estados Unidos y varios países europeos todavía experimentan dificultades, por lo que es muy difícil lograr consenso.

Por último, Levi Yeyati se refirió a los tres países latinoamericanos miembros del G20 y al lugar que ocupa la Argentina. Mientras que México es altamente dependiente de Estados Unidos, y Brasil -como parte del BRIC- tiene en mente otros intereses; Argentina se encuentra en una posición ideal para representar los intereses de Latinoamérica. El expositor la asimiló al rol que ocupa Francia en Europa o Corea en Asia.

La segunda presentación estuvo a cargo de Miguel Kiguel, quien se centró en dos temas: los bancos y la guerra de monedas.

En la guerra de monedas hay dos grandes protagonistas enfrentados: China y Estados Unidos. Desde Washington, se le reclama al gobierno chino que deje flotar su moneda, pero no hay indicios de cambios significativos

Con respecto al problema tradicional referido a los bancos, el expositor aludió al alto riesgo moral que implica manejar dinero de terceros. Por esta razón se estableció el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea. En sus reuniones previas de 1988 y 2004 se asentó un conjunto de reglas prudenciales que los bancos debían cumplir. En la tercera reunión en Basilea se establecieron más medidas de regulación (como seguro de depósito y requisito de capital según tamaño) pero con énfasis en el nivel macro y las interconexiones del sistema. Se hizo hincapié especialmente en el efecto de contagio, es decir, la posibilidad de que al caer un banco, caigan también los demás, como ocurrió con el caso de Lehman Brothers.

Respecto al problema de las burbujas financieras (como la inmobiliaria), el doctor explicó que éstas se pueden combatir con la suba de la tasa de interés para frenar la inflación de activos. Otro método, considerado por Kiguel como más apropiado, es poner más requisitos para los préstamos.

Luego se refirió a la guerra de monedas, cuestión que tiene un componente político muy grande. Los instrumentos que utilizan los países son, por ejemplo, la intervención cambiaria y el establecimiento de controles de capital, los cuales sólo funcionan a corto plazo. En esta pelea hay dos grandes protagonistas enfrentados: China y Estados Unidos. Desde Washington, se le reclama al gobierno chino que deje flotar su moneda, pero no hay indicios de cambios significativos.

Con respecto a las próximas reuniones del G20, Kiguel no se declara muy optimista ya que considera que las cuestiones más importantes no tienen lugar en el G20. Los temas bancarios se discuten en Basilea y los financieros, en el FMI.

Finalmente, el doctor Stancanelli expuso los escenarios futuros más optimistas. En su opinión, las cosas se están direccionando en camino distinto. El embajador pronosticó grandes cambios estructurales y resaltó el rol de la Argentina en este proceso.

Lo que hasta ahora se hizo en el G20 fue cuantitativo pero va a empezar a ser cualitativo ya que se va a tener en cuenta también el desarrollo sustentable. Argentina lidera esa discusión

Comenzó haciendo un breve repaso sobre el lugar que ocupa Argentina en el mundo hoy en día. Recordó que es miembro de la ONU y estuvo en el Consejo de Seguridad varias veces -siendo candidata para volver a ocupar un asiento en el 2013-, el G20, el FMI, el Banco Mundial, el Mercosur, la Unasur -donde actualmente ocupa la Secretaría General-, el Fondo de Estabilidad Financiera; son sólo algunos de los organismos internacionales de los que Argentina es parte.

También señaló que el país ha firmado varios acuerdos bilaterales con importantes países como Estados Unidos, Rusia, China, Sudáfrica y Brasil, entre otros. Esto le permite tener una participación muy activa en el nuevo escenario mundial.

Según Stancanelli, lo que hasta ahora se hizo en el G20 fue cuantitativo pero va a empezar a ser cualitativo ya que se considerará también el desarrollo sustentable. Argentina lidera esa discusión. Al igual que Levi Yeyati, sostiene que Argentina es en América Latina como Francia o Corea.

El embajador remarcó que luego de la crisis, los bancos deben volver a ser bancos, es decir, entidades que toman ahorro y lo canalizan hacia lo productivo. Este es uno de los temas centrales de la reunión del G20 en Seúl.

Además, en el G20 se trataron otras cuestiones como la reforma financiera, las regulaciones para refugios fiscales, el rol del Estado y el gasto público en la economía y los lineamientos para una economía que a largo plazo produzca equidad (tanto entre naciones como dentro de ellas).

Strancanelli terminó su exposición explicando que el G20 es un foro que se ha democratizado y que será de gran importancia y jugará un papel central en los temas del mundo que se viene (regionalización, medio ambiente, economía sustentable).

Néstor StancanelliDirector Nacional de Negociaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto

Miguel KiguelDirector Ejecutivo de Econviews, ex Presidente del Banco Hipotecario

Eduardo Levy YeyatiDirector del Área de Desarrollo Económico de CIPPEC y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella