3 de junio de 2014

Sesión académica a cargo del Embajador Victor Koronelli, organizada por el Grupo de Trabajo sobre Estudios Contemporáneos del Espacio Euroasiático

Por Florencia Soria

"El problema de lo que está ocurriendo en Ucrania es de los ucranianos", afirmó el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la Federación Rusa ante la República Argentina, Dr. Víctor Koronelli en la sesión académica del 3 de junio de 2014 en la sede del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).

La crisis política en Ucrania comenzó en noviembre del año pasado, cuando activistas pro-Unión Europea movilizados por la decisión del Presidente Yanukovich de aplazar la firma del acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea, tomaron la Plaza de la Independencia en el centro de Kiev, sostuvo el diplomático ruso, quien enfatizó: "hay que comprender los verdaderos motivos que causaron esta protesta; según nuestra opinión, a la mayoría de la gente que salió a las calles a protestar no le importaba tanto el pretexto, sino la situación socioeconómica en general".

Al posponer la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, el Presidente de Ucrania manifestó que no quería cerrar definitivamente las negociaciones y aseguró que el acercamiento a Europa seguiría siendo una de las principales líneas de la política exterior del país. Por otra parte, el primer mandatario respaldó su decisión en la necesidad de mejorar las condiciones económicas de Ucrania para luego integrarse a la Unión Europea pues, el participar en ese momento de la Unión Europea (UE) suponía fuertes pérdidas para la industria del país, así como desempleo seguro para más de 400 mil habitantes.

En este marco, el Embajador sostuvo que Rusia nunca ha estado en contra de la asociación de Ucrania con la Unión Europea y aseveró que es un derecho soberano de Ucrania sin duda alguna, y de su pueblo.

A la mayoría de la gente que salió a las calles a protestar no le importaba tanto el pretexto, sino la situación socioeconómica en general

Koronelli reconoció, además, que en su país se plantearon serias preocupaciones y así lo habrían manifestado al país vecino, pues el compromiso de Ucrania de abrir su mercado a casi el 100% de los productos europeos en un plazo de unos cuantos años, conforme a las cláusulas del acuerdo de la Asociación, traería consecuencias negativas para Rusia, que tiene régimen de libre comercio bilateral con Ucrania. "Entonces comunicamos al gobierno de Ucrania que en caso de concretarse el acuerdo, nos veríamos obligados a poner en marcha el mecanismo de protección de nuestro mercado aplicando aranceles aduaneros a todos los productos que provenían de Ucrania. Creo que esto corresponde en absoluto a las reglas de economía de mercado", indicó el Embajador de Rusia, quien al mismo tiempo aseguró que es totalmente incorrecto decir que Rusia actuaba de una manera agresiva o acudía al chantaje económico para evitar que Ucrania se asociara con la Unión Europea.

Ante esta situación, el Presidente Yanukovich propuso a la Unión Europea llevar consultas trilaterales con participación de Rusia, para lograr un acuerdo beneficioso y aceptable para todas las partes, pero la Unión Europea rechazó la propuesta y el 29 de noviembre del pasado año, no se firmó el acuerdo en la Cumbre de la Asociación Oriental, tal como se tenía previsto. Este punto de inflexión provocó una erupción de manifestaciones que se extendieron desde la capital ucraniana de Kiev a las principales ciudades del país que en el transcurso de diciembre, enero y febrero se radicalizaron y tomaron decididamente carácter antigubernamental.

A Kiev y a otras grandes ciudades de Ucrania -afirmó el Embajador ruso- llegaron los predicamentos del grupo para-militar de la ultra-derecha radical que empezaron choques violentos con la policía, tomaron varios edificios administrativos y avanzaron con una campaña de intimidación contra los partidarios del presidente Yanukovich. Ante la agravación de la crisis y la complicación de la situación económica en Ucrania, recordó Koronelli, Rusia decidió colocar 15 mil millones de sus reservas en bonos ucranianos. Pero esta ayuda económica no serenó los ánimos ni palió las necesidades ucranianas y los conflictos se agudizaron aun más con el devenir de los días.

Rusia nunca ha estado en contra de la asociación de Ucrania con la Unión Europea

Entretanto, la oposición y los activistas del Euromaidán lograron impedir el funcionamiento normal del Parlamento y del gobierno ocupando sus sedes, aseguró el Embajador de Rusia en su reseña y sostuvo que los instigadores de las protestas seguían recibiendo el apoyo desde Occidente.

En esta situación crítica y atento al derramamiento de sangre y a la necesidad de atenuar la aguda crisis política, el Presidente Yanukovich decidió escuchar y ceder a algunas presiones de la oposición y el 21 de febrero de este año se firmó un acuerdo para dar inicio a una solución de la crisis política en Ucrania, rubricado por los ministros de relaciones exteriores de Francia, Alemania y Polonia. Las cláusulas de dicho acuerdo preveían convocar las elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas, retirar las fuerzas del orden público y a los activistas de Euromaidán de la Plaza de Independencia, así como restituir la Carta Magna del país aprobada en el año 2004.

El presidente -aseveró el diplomático ruso- aceptó todo lo que le exigía la oposición (…). Luego de haber establecido el diálogo directo con los líderes de la oposición, el mandatario ucraniano emprendió un viaje para participar del Congreso de los Estados del Sudeste del país, no abandonó Ucrania, estuvo en otra ciudad de Ucrania. Pero la ausencia fue aprovechada por los activistas del Euromaidán para tomar por fuerza los edificios gubernamentales y de este modo usurpar el poder. El presidente elegido de Ucrania fue destituido y sus partidarios en el Parlamento fueron intimidados, lo que los llevó a la renuncia.

Desde el pasado 25 de mayo, luego del proceso electoral, Ucrania está presidida por Petro Poroshenko

Por otra parte y con respecto a la reunificación de la Península de Crimea, el Embajador Victor Koronelli sostuvo que es preciso tener presente qué es Crimea para Rusia y viceversa. La Península de Crimea fue anexada a Ucrania en 1954 por determinación de Rusia, como un gesto de buena voluntad. Esa decisión, según afirmó el representante ruso, violaba las reglas de esa época; no hubo referéndum, la decisión fue tomada por la URSS y no hubo quórum. Sin embargo, aquel paso no preocupó a los habitantes de Crimea pues nadie pensaba en ese entonces que Ucrania y Rusia fueran estados independientes.

Cuando en 1991 se produjo el derrumbe de la Unión Soviética, millones de rusos habitantes de Crimea se despertaron en otro país, sin embargo eso no cambió su identidad y no olvidaron su pasado. En Ucrania hay muchas provincias cuyos habitantes tienen simpatía por Rusia, pero el caso de Crimea es distinto, los habitantes de la península se sentían más rusos que ucranianos, enfatizó el Embajador Koronelli, que fundamentó su afirmación en el resultado del referéndum del pasado 16 de marzo en el cual, según los datos aportados por Rusia, un 97% de los habitantes de Crimea votó su adhesión a ese país, con una concurrencia a las urnas del 82%. "De esa manera, si realmente hablamos de democracia, debemos respetar esta voluntad del pueblo de Crimea", concluyó el diplomático.

Por otra parte, el Embajador afirmó que el pueblo de Rusia honra la memoria de cientos de héroes que perdieron su vida defendiendo la Península durante la Guerra de Crimea, la Segunda Guerra Mundial y otros conflictos bélicos y puntualizó que durante mucho tiempo Rusia defendió ese pedazo de tierra regado por sangre de soldados rusos. Por lo tanto, hacer caso omiso a las aspiraciones legítimas de los habitantes de Crimea habría sido una traición y un grave error geopolítico.

Ante estos hechos, algunos medios occidentales denunciaron acciones expansionistas rusas, a lo que el diplomático ruso replicó asegurando que las decisiones tomadas en este sentido por el presidente Putin no obedecen a reconstruir la ex Unión Soviética, como denuncian algunos medios de comunicación occidentales, sino que tienen como objetivo recuperar la soberanía que siempre ha sido nuestro objetivo histórico agitado principalmente por nuestra gente y en nuestros corazones. Crimea siempre ha sido parte de Rusia. Es algo que ni el tiempo ni las circunstancias han podido alterar, y agregó: "estoy seguro de que, de no respetar esta decisión de los habitantes de Crimea, hoy día tendríamos una situación mucho más grave, con muchas más víctimas".

Según la visión rusa, tras el derrocamiento del Presidente Yanukovich el caos político, económico y lingüístico que se extiende en Ucrania alienta el temor de una desintegración territorial y señalan a los países occidentales, quienes apoyaron este cambio en el gobierno de Ucrania, indicando que solo ampararon un golpe de Estado y así, recrudeciendo del caos.

A los reclamos internacionales acerca de la procedencia rusa de las armas que se usan en el conflicto en territorio ucraniano, el Embajador sostuvo que esas armas las usan tanto las rebeldes como el ejército ucraniano, casi todo el armamento en Ucrania es ruso, pero afirmó que Rusia se ha abstenido de vender sus armas a Ucrania después del estallido del conflicto.

Los enfrentamientos entre el ejército ucraniano y los manifestantes pro-rusos en el este del país se hacen cada vez más frecuentes y violentos

A favor del accionar de las fuerzas rusas en Ucrania, argumentó que los medios de comunicación occidentales ofrecen una visión parcial del conflicto y apuntan datos falsos de las fuerzas especiales rusas, minimizando el papel de los ultranacionalistas.

"La guardia nacional de Ucrania está llevando a cabo los operativos especiales recibiendo órdenes de Kiev y generando una verdadera guerra civil en el sudeste del país", dijo Koronelli, y agregó que las autoridades de Kiev no hacen nada para eliminar las causas de la profunda crisis y tampoco hacen nada para buscar el consenso nacional en su país.

En estas circunstancias, Crimea es una de las regiones con más habitantes rusos parlantes y de más alta producción económica que se proclamó independiente de Kiev aunque hasta el momento esa independencia no ha sido reconocida por el gobierno de Ucrania.

Rusia, indicó Koronelli, se pregunta si el nuevo mandatario ucraniano va a terminar con el uso de las fuerzas contra su propia población, si es capaz de entablar diálogo entre todos los ucranianos y con todas las regiones. No obstante aún continúan las acciones armadas y los combates se intensifican, la población civil sufre y la cantidad de muertos se multiplican.

Koronelli expresó que a Rusia le preocupan las declaraciones de las autoridades de Kiev de que las operaciones especiales seguirán hasta que en el territorio de Ucrania no quede un sólo agente de las autodefensas y de esos agentes, rotulados como terroristas por los medios de comunicación de Kiev, algunos son rusos-ucranianos. Lo que está pasando hoy día en Ucrania es que los ucranianos están matando a los ucranianos, afirmó el Embajador.

"Esperamos que el presidente electo de Ucrania al tomar el poder pueda encontrar la salida y lleve a su pueblo a la paz", puntualizó el diplomático ruso, quien agregó que Moscú respeta la voluntad del pueblo ucraniano expresada en la elecciones del 25 de mayo y está dispuesta a cooperar con las nuevas autoridades para lograr la distensión de la situación lo más pronto posible.

Con el objetivo de promover la iniciativa de poner fin a la agresión contra la población civil, el representante permanente de Rusia ante la ONU presentó un proyecto que obliga al gobierno ucraniano a cesar la operación militar en las regiones orientales del país y a crear corredores comunitarios para sacar a la población civil, especialmente ancianos y niños, y llevar ayuda comunitaria.

"Diálogo, sólo diálogo entre el gobierno central y las regiones puede ser la solución al conflicto", una solución que no puede ser "impuesta desde el exterior", sostuvo el representante diplomático del gobierno ruso en Argentina, quien aseguró que las autoridades de su país están trabajando activamente, encabezados por el presidente Putin, buscando junto a países de occidente una solución a la crisis ucraniana.

Otro punto y tema de desencuentros entre Rusia y Ucrania en los últimos meses ha sido el suministro de gas. Al respecto, el embajador ruso afirmó: "Estamos dispuestos a negociar el nuevo precio del gas con nuestros colegas ucranianos, pero antes de eso deben ordenar y cancelar la deuda para luego acordar un nuevo precio que será similar al que están pagando otros países de Europa".

La posición estratégica de Ucrania como país de tránsito del gas desde Rusia hacia otros países de Europa es vital y por ello es importante que la crisis en el territorio ucraniano no altere el suministro al resto del territorio europeo y en vista de las circunstancias, Rusia busca vías alternativas de transporte de gas a Europa, indicó Koronelli.

Al concluir su exposición, el Embajador ruso hizo referencia a las relaciones entre el gobierno de Moscú y el continente americano, expresando que América Latina es una región muy importante para Rusia y que después de la desintegración de la Unión Soviética, sigue aumentando su presencia, existiendo hoy en día diecinueve embajadas y tres consulados generales en la zona.

Argentina es el segundo socio comercial de América Latina. Hay en nuestra agenda varios proyectos para seguir invirtiendo

En cuanto a la Argentina, el Embajador sostuvo que es uno de los socios más importantes, con el cual hay interacciones a nivel estratégico en varias esferas. "Mantenemos un excelente diálogo político entre los jefes de Estado y en los últimos años aumentamos de manera muy significativa el intercambio comercial", precisó el diplomático, quien agregó: "por ejemplo, el tema de las represas es muy interesante. Más del 60% de energía hidroeléctrica en Argentina se produce con turbinas creadas por la Unión Soviética".

La determinación rusa de interactuar con la Argentina se ha puesto de manifiesto con la participación en varias licitaciones, dando fuerza a la afirmación del diplomático, quien sostuvo: "estamos interesados en aumentar nuestra presencia en la Argentina no sólo diplomática y política sino también económica y comercial". Y concluyó: "con Argentina tuvimos y tenemos excelentes relaciones y creo que vamos a seguir así".