8 de noviembre de 2013

Seminario organizado por el Grupo de Trabajo sobre China del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI

Por María Belén Balardini

El Seminario comenzó con una introducción a cargo del doctor Jorge Malena, miembro del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI, quien afirmó que el objetivo principal del encuentro sería reflexionar sobre la política exterior de China y luego hizo hincapié en el análisis del concepto del "sueño chino" y sus posibles implicancias en la política exterior. Se puso en contexto el concepto a fin de lograr una mayor comprensión, en las propias palabras del presidente chino Xi Jinping, como "la consecución del rejuvenecimiento de la nación china" y se hizo mención a sus antecedentes históricos y al paralelismo con el concepto del "sueño americano".

Malena destacó el posicionamiento de China a nivel internacional y su correspondiente influencia cultural, así como también el principal interrogante en cuestión: si el concepto del "sueño chino" es una idea fuerza dirigida a generar simpatía y adhesión en el plano internacional, a partir de su corolario de desarrollo pacífico y beneficio mutuo o si, por el contrario, es un slogan que procura asegurar en el frente interno la cohesión y la obediencia en la ciudadanía.

Para concluir señaló que más allá de este debate sobre el significado real de concepto de "sueño chino" y su implicancia en el marco de la política exterior, lo que cuenta es que la República Popular China se encuentra en una nueva fase de su extensión en el sistema internacional, circunstancia que, por sus alcances políticos, económicos, científico-técnicos y culturales, no puede dejar de ser considerada por América Latina en general y por nuestro país en particular.

A continuación, Jorge Castro, Presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico, trató el tema correspondiente a la dimensión geopolítica y económica de los mega bloques asiáticos y latinoamericanos. Durante su presentación resaltó el hecho de la carencia de homogeneidad estructural de América Latina, sobre todo en materia de inserción internacional (inversiones y comercio).

Lo decisivo en el mundo de hoy, es decir, la línea central del desarrollo de los acontecimientos no está en el Norte, sino que lo fundamental de la época sucede en el Sur y en el Este, sobre todo en el corredor de comercio e inversiones que vinculan a Asia encabezada por China con América del Sur en donde el primer lugar lo ocupa Brasil

Según el orador, tanto la fractura presente entre América del Norte y América del Sur, como las diferencias existentes en materia de inserción internacional, son lo que verdaderamente impiden que [América Latina] pueda presentarse en algún momento como un actor unificado en cualquier tipo de negociación internacional.

Castro destacó que lo decisivo en el mundo de hoy, es decir la línea central del desarrollo de los acontecimientos, no está en el Norte sino en el Sur y en el Este, sobre todo en el corredor de comercio e inversiones que vinculan a Asia, encabezada por China, con América del Sur, en donde en primer lugar lo ocupa Brasil.

Por último hizo mención al punto crítico de lo que sucede en el Sur: los frenos estructurales de orden doméstico que experimentan los países emergentes, ante todo China, Brasil y la India, con la consecuencia de que estos tres países centrales del mundo emergente no estén desplegando todo su potencial de productividad.

Para finalizar su exposición Castro destacó que las prioridades estratégicas de los países emergentes, encabezados por China, pero también Brasil y la India, son las reformas estructurales de carácter doméstico, de naturaleza tanto económica como política y social y destacó además que, para los países de América Latina y en primer lugar para los de América del Sur, no hay cuestión más relevante en materia de política internacional durante la segunda década del siglo XXI que establecer una visión compartida de carácter estratégico del vínculo de la región con la República Popular China.

El siguiente expositor, Carlos Moneta, Miembro del Grupo sobre China, se refirió a los procesos de integración asiáticos y los mega acuerdos económicos trans-regionales. En este sentido hizo mención a una nueva era de complejidad, caracterizada por mega acuerdos comerciales, preferenciales o de asociaciones estratégicas.

A lo largo de su discurso, destacó que hubo un boom de acuerdos de los últimos diez años, haciendo alusión a algunos de ellos y especificando algunas de las etapas en la historia de los mismos. Para finalizar resaltó la generación de nuevos espacios geo-económicos de nivel global y la proyección de actores, más allá de las regiones. Concluyó su exposición afirmando que, según su criterio, en 20 años China será una economía madura.

A continuación, tanto Marcelo Elizondo, Director de la Consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, como Ernesto Fernández Taboada, Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio Argentino-China y Asia Pacífico, desarrollaron la temática del comercio, los negocios y las alianzas estratégicas con China.

La exposición de Elizondo comenzó haciendo alusión al estado de situación en el que la Argentina hoy puede plantearse nuevas estrategias de relacionamiento con China y cuáles son los desafíos que la Argentina tiene tanto fronteras afuera en la relación bilateral, como fronteras adentro, donde efectivamente deben ser realizadas algunas modificaciones para mejorar la capacidad de internacionalización de nuestro país.

El orador continuó con las estadísticas del vínculo comercial, en donde resaltó el déficit comercial existente en la relación bilateral, hecho que, según su criterio, dejó de ser una novedad. En este sentido resaltó que la Argentina está teniendo dificultades en aprovechar oportunidades en las economías más exigentes.

Al final de su exposición distinguió el hecho de que hay oportunidades en China que debemos aprovechar, sumado a la novedad vinculada al nuevo mapa del siglo XXI y que por primera vez en la historia de la Argentina desde el 2010 las empresas del país venden más en el continente asiático que en el europeo.

Elizondo señaló el gran potencial de nuestro país para captar las oportunidades en China y a continuación mencionó los cinco sectores exportables que tienen oportunidad de crecimiento en las ventas: vegetales, alimentos elaborados, minerales, grasas aceites y productos animales.

Luego mencionó una serie de desafíos que nuestro país debería cumplir fronteras adentro a fin de poder mejorar su capacidad de inserción en un mercado de tales características. En este sentido hizo mención a la logística, al desarrollo de empresas, la recuperación de la internacionalidad, la coyuntura, la normalización del comercio internacional, el desarrollo de estrategias comerciales y el aumento de la recepción de inversión extranjera directa, entre otros.

A diferencia de lo que ocurrió en la primera parte del siglo XXI, las exportaciones argentinas a China ya no están mostrando un crecimiento tan dinámico como el que existió

En segundo término, Fernández Taboada continuó desarrollando la misma temática, pero en esta oportunidad haciendo especial énfasis en el crecimiento de China de estos últimos años, destacando el hecho que en 2012 presentó su menor crecimiento desde 1999 (equivalente a un 7,5%). En este contexto subrayó que ante esa incertidumbre de la economía global, el gobierno chino decidió equilibrar la falta de demanda externa por un aumento de la demanda doméstica y para fomentar esa demanda doméstica el gobierno hizo crecer la renta real disponible en los hogares urbanos aproximadamente un 9%.

Asimismo, consideró que el vínculo entre China y la Argentina debería profundizarse en lo que respecta a la tecnología y la ciencia, por lo que mencionó una serie de proyectos relativos a los procesamientos de carnes y de proteínas vegetales y seguridad alimentaria en los que se está trabajando. En base a esto Fernández Taboada también destacó una serie de acuerdos relacionados a esta temática que fueron firmados entre el 2010 y el 2012 entre ambos países, especialmente sobre el intercambio de recursos genéticos, tecnología agrícola, colaboración en semillas, recursos hídricos, promoción de la inversión, entre otros.

A continuación enumeró los productos que nuestro país exporta a China: porotos de soja, aceite de soja, langostinos, cueros sin piel, vino, pastas químicas de madera, mineral de hierro, extracto de quebracho, algodón sin labrar, medicamentos, etc.

El siguiente tema del seminario fue la seguridad versus la sanidad de los alimentos. La exposición estuvo a cargo de Carola Ramón, miembro del Grupo sobre China y de Gloria Báez, coordinadora del Comité de Asuntos Agrarios.

Ramón realizó una distinción entre los conceptos de seguridad alimentaria y de sanidad de los alimentos, ya que son temas diferentes pero que en cuanto al comercio exterior apuntan a lo mismo. En este sentido resaltó que el término seguridad alimentaria hace referencia al hecho de garantizar el acceso físico y económico a los alimentos básicos, es decir a la disponibilidad de los alimentos, la estabilidad en la oferta y el acceso a los mismos. Por su parte aclaró que el término sanidad de los alimentos significa el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos.

A continuación se refirió a los cambios que se generaron en China, tanto hacia afuera como hacia adentro, que determinaron un cambio en la cantidad de la demanda de consumo y en la calidad de la misma. Al hablar de cantidad se hace referencia a la seguridad alimentaria y cuando se habla de calidad, a la identificación de algunos nichos de mercado y de las mayores exigencias que se generaron por parte de los consumidores en China en los últimos años. En este contexto hizo mención al proceso de urbanización, el surgimiento de una nueva clase media, las distintas clases de millonarios y a los cambios en los patrones de demanda de consumo. Asimismo, afirmó que el aumento de la preocupación sobre la sanidad de los alimentos se relaciona con la gente joven de mayores ingresos, específicamente de los sectores urbanos.

Se observan nuevas tendencias, en cuanto a una mayor preocupación en la calidad y sanidad de los alimentos, un cambio en los gustos y las preferencias de los consumidores, en busca de una mayor especificidad en productos premium

A modo de conclusión afirmó que se observan nuevas tendencias en cuanto a una mayor preocupación por la calidad y sanidad de los alimentos, un cambio en los gustos y las preferencias de los consumidores y en busca de una mayor especificidad en productos premium. Al finalizar resaltó que hoy China busca en el exterior la seguridad alimentaria a medida que la población y la urbanización siguen creciendo y la tierra arable continúa en disminución.

A continuación, Gloria Báez resaltó la existencia de oportunidades y desafíos en cuanto a las exigencias que tiene China en lo que hace a la sanidad y salubridad de los alimentos. Hizo mención a los organismos que ponen énfasis en el tema no solamente en China sino en todos los países del mundo. Se refirió a la FAO, que señala que la calidad de los alimentos y la protección del consumidor frente a los problemas alimentarios guardan relación con los derechos humanos básicos y a la Cumbre de Alimentación del año 2002, donde se resaltó el derecho de toda persona a tener acceso a los alimentos sanos y nutritivos.

Según Báez, para la Argentina es todo un desafío ya que para poder seguir exportando necesitamos cantidad, calidad y sanidad. En este sentido hizo mención a las reglas establecidas por la OMC en relación a las medidas sanitarias y fitosanitarias que se deben aplicar. Destacó que tanto estas medidas, sean de China como de cualquier otro país, deben cumplir estos principios: tener una base científica, armonización, evaluación de riesgos, transparencia y notificación.

Báez concluyó afirmando que es una oportunidad y un desafío poder acceder a China con nuestros productos agrícolas, que son lo básico de nuestro comercio, y que el desafío que tenemos es frente a las normas.

El seminario concluyó con la presentación de Mercedes Giuffre, Directora del Centro de Estudios y Negocios de Corea y China, quien se refirió al petróleo y a la búsqueda china de energía en la Argentina. Comenzó su exposición haciendo referencia al avance de China y a sus necesidades en relación a la energía, afirmando que China no se puede permitir la carencia de diversos productos que provoque reclamos de la gente. A continuación mencionó una serie de cifras relacionadas al petróleo, destacando que se estima que para el período 2015-2017, China será el mayor consumidor e importador mundial de petróleo, superando a los Estados Unidos. Resaltó el hecho que se ha cumplido parte de lo predicho, ya que China tiene el honor de ser el primer importador mundial de petróleo, según la Agencia Internacional de Energía.

Para Guiffre, China también ha sobrepasado a los Estados Unidos en inversión de energías renovables. La oradora afirmó que China sabe que tiene sus limitaciones en cuanto a la necesidad de energía fósil, en cambio está haciendo una enorme inversión en energías alternativas, proveniente de mareas, del viento y todo tipo de eficiencia de consumo. En este contexto resaltó el hecho de que al convertirse China en el principal consumidor mundial de energía, afianza su papel dominante en escena y marca el rubro del futuro global. Esto crea una obligación porque cuanto más consume, más debe asegurarse su mega-aprovisionamiento.

A continuación mencionó las inversiones chinas en América Latina, sobre todo durante el período 2005-2010, siendo el salto de este último año resultado del nuevo interés geopolítico de China y su inserción como demandante mundial de intereses petroleros. Añadió que América Latina hasta el año 2009 no era una prioridad, hasta que apareció el Libro Blanco sobre América Latina y agregó que nuestro país necesita aumentar la oferta interna de energía, especialmente de gas y de petróleo. Al finalizar resaltó la importancia de la energía para China a partir de su propia definición en el Libro Blanco, señalando que la energía es la base material para el progreso de la civilización humana y es una condición básica e indispensable para el desarrollo de la sociedad moderna, es un asunto estratégico para China como país para conseguir sus objetivos de modernización y prosperidad para su gente.