1 de diciembre de 2016

Seminario anual organizado por el Grupo de Trabajo sobre Corea del Comité de Asuntos Asiáticos

Por Nicolás Caresano

La fuerte presencia del gobierno, su interés en las empresas, promueve mucho el desarrollo económico

Choo Jong Youn

El Seminario anual organizado por el Grupo de Trabajo sobre Corea del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI comenzó con la exposición del embajador de la República de Corea en la Argentina, Choo Jong Youn, quien expuso algunas razones que, según su opinión, fueron causantes del desarrollo económico de Corea del Sur. El embajador recorrió algunos puntos cruciales, como el liderazgo gubernamental. Según Choo, la fuerte presencia del gobierno, su interés en las empresas, promueve mucho el desarrollo económico. Además, agregó que los funcionarios públicos lograron ser protagonistas del desarrollo económico nacional ya que pueden permanecer en sus puestos a pesar de los cambios que aparejan las elecciones de gobierno. De esta manera, sostienen la visión gubernamental a lo largo del tiempo.

La destreza a la hora de distribuir los recursos financieros fue otra de las causas del desarrollo coreano que el expositor consideró. Recalcó que, cuando los recursos fueron limitados –sobre todo en la década de los setenta– Corea llevó adelante inversiones muy específicas en compañías que mostraban tener visión y creatividad. Samsung fue una de ellas. En este sentido, consideró que la experiencia en Corea del Sur enseñó que se necesita de la deuda externa para crecer. Choo Jong Youn mencionó además que la inversión en tecnología es de vital importancia para su país: "en Corea se invierte mucho en investigación y desarrollo, más que todos los países latinoamericanos y caribeños juntos".

Otra razón relevante en la que el Embajador insistió fue la educación. Explicó que el ambiente para la educación es muy favorable en Corea, porque es el valor más importante para la población de dicho país.

A continuación, Rodolfo G. Villalba ofreció un marco analítico para pensar las inversiones coreanas en Argentina. El Vicepresidente Ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional hizo alusión a que el PBI asiático representa el 30% del PBI mundial. Desde este punto de vista, es una porción de la economía mundial que hay que tener en cuenta.

El orador explicó que desde la agencia en la que trabaja prestan especial atención a la economía coreana (la cuarta de Asia) y desarrollan continuamente estrategias para relacionarse con este país. Villalba comentó que la oportunidad de hacer negocios entre Argentina y Corea es grande, sobre todo porque ambos países comparten ciertas características estructurales. Al generar la economía coreana un exceso de ahorro, prosiguió, lo que la agencia intenta es captarlo través de diferentes estrategias.

Villalba observó que las inversiones asiáticas en Latinoamérica muestran una tendencia errática y que son factores estacionales y políticos los que pueden favorecerla. Por ende, el objetivo de la agencia es traducir dicha situación en inversiones estables y constantes.

Cerrando el contexto para reflexionar sobre las inversiones coreanas en Argentina, Villalba nombró algunos proyectos nuevos –en particular, el expositor aludió a uno con POSCO (Pohang Iron and Steel Company) y a ciertas inversiones de la empresa tecnológica Samsung. Las iniciativas de inversión, explicó, se dan sobre todo en los segmentos de infraestructura, energía (térmica y renovable) y tecnología. Para concluir, Villalba se refirió a que las oportunidades que Argentina tiene de ubicar productos en el continente asiático se dan principalmente en cuatro segmentos: carne, vehículos, medicamentos y vinos.

Las inversiones asiáticas en Latinoamérica muestran una tendencia errática

Villalba

La tercera expositora del seminario fue Mariana Alemany, quien compartió sus perspectivas sobre Corea del Sur a partir de su experiencia como becaria. Alemany, beneficiaria de una beca del programa Be.car, vivió en dicho país durante los tres meses que duró su curso. Resaltó que el desarrollo económico de Corea ha sido notable y que este proceso se ha producido de una manera muy rápida.

La ingeniera repasó algunos datos sobre el desarrollo coreano: remarcó inicialmente que la proporción de la población en estado de pobreza del país era comparable al de algunos países africanos; de ahí, comentó, que se lo llame "el milagro coreano". Corea, explicó Alemany, logró este desarrollo analizando el de otros países. Por ejemplo, analizó el fenómeno de la revolución industrial en Inglaterra y cómo redundó en negocios corporativos y también a Japón, que optó por desarrollar un corporativismo en vez de una economía rural o regional. Copiando estos modelos, los coreanos generaron una economía de base desarrollista. Alemany citó algunas de las medidas de este programa económico: ciudades nuevas, financiamiento de las empresas que más crecimiento y ganancias tuvieron (a través de premios a las que más exportaron). Además, como la industria pesada y química fue la que más vendió en la década del setenta, fue la mayor beneficiaria de estas políticas que –recordó la oradora–, se resumen en el adagio popular coreano: "ayudar al que se ayuda a sí mismo". Sin embargo, contrastó la becaria, estas directrices económicas suscitaron un problema: el desarrollo regional y de las pequeñas y medianas empresas (PyMES) fue opacado por el corporativismo.

Concluyendo su exposición, Alemany comentó que, como parte de la solución, el gobierno también ayudó a las PyMES, logrando así la descentralización del poder de las corporaciones y fomentando el crecimiento.

A continuación y compartiendo la condición de becario con la oradora precedente, tomó la palabra Martín Civeira. El ingeniero introdujo el programa Be.car a la audiencia y, a continuación repasó, aprovechando su experiencia directa respecto de los dos países, algunos datos de la Argentina y de Corea en relación con ciertos índices: libertad económica, libertad para hacer negocios y libertad para invertir. El orador prosiguió haciendo un contraste entre los dos modelos educativos y, para cerrar, concluyó mostrando algunas perspectivas finales alentadoras y afirmando que tanto Mariana Alemany como él trajeron de Corea muchas enseñanzas e ideas de posibles negocios, redes de profesionales y nuevos proyectos.

La seguridad es una condición que determinado actor asume; sus intereses están al resguardo de cualquier acción negativa que los amenace

Ganeau

El quinto expositor del seminario fue Eduardo L. Ganeau, quien analizó el rol de la seguridad en el desarrollo coreano. Ganeau, que trabajó como Agregado de Defensa en Corea del Sur, explicó que el conflicto con Corea del Norte ha mantenido históricamente al país en vilo y que actualmente la gente joven disfruta de la paz que los más viejos lograron conseguir. El expositor definió, antes de proseguir su exposición, el concepto de seguridad como una condición que determinado actor asume, en la cual sus intereses están al resguardo de cualquier acción negativa que los amenace.

A continuación, Ganeau expuso sus consideraciones sobre la condición insular de Corea. Se trata, afirmó, de un vecindario poderoso, en el que algunos vecinos la han agredido o mostraron intenciones de hacerlo. Durante el siglo XX, continuó, Corea ha vivido una constante condición beligerante: fue parte del imperio japonés y atravesó conflictos muy importantes: la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y la Guerra Fría. Luego, sufrió una división. Hoy en día, esta condición no ha desaparecido: Corea del Sur disputa conflictos marítimos, nucleares y militares con Corea del Norte.

Para finalizar, el orador explicó cómo Corea del Sur ha enfrentado esta situación, en la que incluyó los lazos forjados con Estados Unidos, las buenas relaciones con los vecinos, el desarrollo del conocimiento, la priorización de las buenas cuentas económicas, los ejercicios mensuales de seguridad, y la inversión: 2,4% del PBI se invierte en seguridad. La seguridad, concluyó Ganeau, fue fundamental para el desarrollo económico. Si no hubiese estado asegurada, Corea del Sur no se habría desarrollado.

A continuación, la investigadora Celeste Castiglione se explayó sobre la manera que tienen los inmigrantes coreanos de habitar ciertos espacios culturales en Buenos Aires. La oradora comenzó hablando sobre los alumnos coreanos en los ingresos escolares de la educación argentina, y repasó algunos casos de discriminación. En un breve comentario sobre la evolución geográfica y cultural de estos inmigrantes, Castiglione señaló las zonas por las que fueron desplazándose (Once, Bajo Flores, Avellaneda) y comentó algunas circunstancias que los llevaron a instalar su propia comunidad y sus propias empresas. El diagnóstico que presentó la doctora fue positivo: los coreanos en Buenos Aires tienen cubiertos todos los aspectos de la vida: salud, educación, vivienda y trabajo.

A la hora de negociar políticamente tratados, los aspectos culturales deben estar presentes

Giuffré

Finalmente, tomó la palabra Mercedes S. Giuffré. La oradora explicó que el cine tiene una vinculación muy cercana a la política, a la parte gubernamental. Repasando algunos datos históricos, mencionó que Corea del Sur mantenía en los años sesenta estrictas regulaciones para que sólo se proyectara cine nacional. La limitación de cuotas para filmes extranjeros era grande y casi todas las cuotas de pantallas eran para cineastas coreanos, principalmente porque el gobierno instilaba ideología a través de este arte. A partir de los años ochenta, prosiguió, hubo presión por parte de los Estados Unidos que, como aliados, querían participar de la industria. De esta manera, se transformó el escenario de la industria del cine en Corea y, para mediados de los noventa, las cifras proyectaban 63 filmes nacionales y 175 extranjeros, cuando antes la cuota de pantalla de cine nacional era muy superior. La oradora razonó sobre las causas de la presión de Hollywood. Especificó que esta presión es muy grande ya que los coreanos son adeptos al cine y además marcan tendencia en los países asiáticos, por lo que Corea puede funcionar como un experimento sobre el funcionamiento de las películas.

Giuffré explicó que la respuesta coreana a la presión de Hollywood fue dar mayor calidad a las películas coreanas. Los coreanos viraron hacia la representación de las costumbres, de la vida cotidiana, con una estética de mayor calidad. Para concluir, la oradora afirmó que Corea ha superado la presión de Hollywood a través de la creación de su propio cine. Finalmente, reflexionó a partir de lo dicho que a la hora de negociar políticamente tratados, los aspectos culturales deben estar presentes.

José María LladósSecretario Académico del CARI

Choo Jong YounEmbajador de la República de Corea en la Argentina

Rodolfo G. VillalbaVicepresidente Ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional

Mariana AlemanyIngeniera becaria argentina en Corea del Sur

Martín CiveiraIngeniero becario argentino en Corea del Sur

Eduardo L. GaneauComodoro de Marina (R). Ex Agregado de Defensa en Corea del Sur entre 2010 y 2012

Celeste CastiglioneDoctora e investigadora (UNPAZ-CONICET)

Mercedes S. GiuffréCoordinadora del Grupo Corea del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI