En Profundidad. El espacio en clave geopolítica

Octubre-Noviembre de 2021

 

De interés:

The Future of Outer Space in International Politics: Challenges and Opportunities for Cooperation Between Russia and Argentina. An Expert Discussion. Seminario organizado por el CARI en conjunto con el Club Valdai. Acceder a la grabación haciendo clic aquí.

 

INDICE

1. 60mo. aniversario del Stennis Space Center de la NASA

2. Miradas sobre Estados Unidos y el espacio como arena de competencia

3. Cooperación espacial entre China y Rusia: ¿un rival para Estados Unidos?

4. Las nuevas fronteras militares de Rusia: la guerra electrónica en el ambiente espacial

5. Entre la privatización y la militarización

6. El avance espacial de India

7. El primer ministro Narendra Modi lanzó la Indian Space Association

8. Polonia se une a los Acuerdos de Artemisa

9. Israel y los Emiratos Árabes Unidos acuerdan llegar a la Luna para 2024

10. Competencia entre Blue Origin y SpaceX por el predominio en el espacio aeroespacial

11. China prueba una nueva generación de armas espaciales

 

 

1. 60mo. aniversario del Stennis Space Center de la NASA

Este año se celebra el 60mo. aniversario del Centro Espacial Stennis, recordando aquel día en que la NASA anunció públicamente su plan para abrir la instalación de pruebas de motores de cohetes en el condado de Hancock un 25 de octubre del año 1961 (WLBT). Actualmente, el centro se ha convertido en una extensa ciudad federal, permitiendo que más de 50 agencias residentes jueguen un papel central en el éxito futuro de la NASA, explica el director, Richard J. Gilbrech (Plan Estratégico - NASA). Según la página oficial de la NASA, el Centro será el hogar de una empresa de pruebas de propulsión moderna y sostenible para el año 2025. Ello supone proporcionar servicios de prueba de clase mundial a la NASA, otras agencias gubernamentales y clientes comerciales, así como también fomentar un entorno propicio para los emprendedores donde los proveedores comerciales diseñen, fabriquen, ensamblen y prueben hardware de lanzamiento espacial (NASA). El año pasado, su primer informe de impacto económico en toda la agencia evidenció que, a través de sus actividades, la agencia generó más de $64.3 mil millones en producción económica total durante el año fiscal 2019, respaldó más de 312.000 empleos en todo el país y generó un estimado de $7 mil millones en impuestos federales, estatales y locales en todo Estados Unidos (Informe de impacto económico - NASA). Tanto para el Estado como para toda la nación, el impacto económico es real, sin mencionar la importancia de los avances científicos y tecnológicos de la agencia y las mejoras cotidianas para la vida. Con sus diversas misiones, señala Rick Gilbrech, ha mejorado la vida diaria en innumerables áreas y formas, ha proporcionado avances revolucionarios en la ciencia y en campos relacionados y ha inspirado a generaciones enteras (Clarion Ledger). La importancia de la agencia no solo radica en el impacto al interior del país, sino que la misma tiene más de 700 acuerdos internacionales activos para diversas actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico. A modo de ejemplo de las asociaciones internacionales, cabe recordar a la Estación Espacial Internacional, la cual representa a 15 naciones y cinco agencias espaciales, y ha operado durante 20 años.

 

2. Miradas sobre Estados Unidos y el espacio como arena de competencia

La creación en 2019 de la Space Force como una rama de las Fuerzas Armadas estadounidenses revela que las intenciones de un espacio exterior desmilitarizado dista mucho del presente, de acuerdo a un reciente artículo de Jeremy Grunert (War on the Rocks). Aunque se remarque el uso del espacio exterior únicamente con fines pacíficos, Grunert sostiene que no existe legislación internacional que lo exija en su totalidad. En otras palabras, hay acuerdos que regulan el uso de los cuerpos celestes, pero no el espacio interplanetario. Como resultado, los Estados no están impedidos de militarizar áreas (excluyendo armas de destrucción masiva) como la órbita terrestre. Actualmente, la Administración Biden parece continuar la línea de Trump en cuanto al uso del espacio exterior para la seguridad nacional. Stewart M. Patrick (Foreign Affairs) reseña un libro de Daniel Deudney, el cual vaticina un futuro sombrío; la expansión espacial llevaría a un aumento de la competencia interestatal y a nuevos niveles de violencia e inequidad. Deudney propone evitar este escenario en acuerdos multilaterales para una limitación de la expansión del hombre al espacio. Por último, Andre Kwok (East Asia Forum) advierte sobre cómo la ampliación del acceso al espacio puede generar nuevas amenazas a los Estados. Kwok hace hincapié en actores no estatales, particularmente el crimen organizado transnacional y grupos terroristas. El autor considera que la amenaza es real, recordando el pirateo de un satélite por los Tigres Tamiles en 2007. En consecuencia, Kwok llama a los Estados a revisar normativas internacionales para regular a actores no estatales, y determinar cómo proceder frente al posible escenario de una agrupación violenta que haga uso del espacio exterior.

 

3. Cooperación espacial entre China y Rusia: ¿un rival para Estados Unidos?

En el marco de proyectos espaciales estatales, Rusia y China han mostrado interés en actuar en conjunto en la planificación de diversas políticas espaciales. Por ejemplo, Nathaniel Rome (Foreign Policy) destaca el deseo de ambos países en construir una base en la Luna. El plan consiste en una serie de misiones que culminarían con el establecimiento de una base lunar habitada. Esto evidencia una rivalidad con el programa Artemis lanzado por la NASA. No obstante, Rome considera que este plan tiene algunos obstáculos. Primero, Rusia no tiene el dinero suficiente como para financiar semejante aventura, y mientras que China sí dispone de recursos, es posible que Beijing prefiera enfocarse en otros proyectos como la estación espacial Tiangong, entre otros. Andrew E. Kramer y Steven Lee Myers (New York Times) describen con más profundidad la planificación de estas misiones espaciales, con una Rusia con vasta experiencia en el rubro pero sin los recursos suficientes, y una China pujante con amplias capacidades para financiar estos programas. Sumado al proyecto de base lunar, Rusia y China desarrollan armamento que convierten al espacio exterior en una nueva arena bélica. Bradley Bowman (Foreign Policy) indica que tanto Rusia como China han desarrollado armamento anti satélites y están desarrollando capacidades armamentísticas sobre la órbita. Ambos Estados propusieron un acuerdo ante las Naciones Unidas, el PPWT, el cual Bowman critica por ser una contradicción entre lo que propone el tratado y lo que hacen sus patrocinadores. Como consecuencia, Bowman advierte que este tratado es una trampa para los Estados Unidos, llamando a que Washington proponga un marco legal para regular el comportamiento espacial.

 

4. Las nuevas fronteras militares de Rusia: la guerra electrónica en el ambiente espacial

La semana pasada se celebraron una serie de reuniones en Sochi, en la parte suroeste de Rusia, entre Vladimir Putin, los jefes del Ministerio de Defensa ruso y los representantes de las principales industrias de defensa. En esta ocasión, los invitados pudieron hacer un balance de la situación del desarrollo tecnológico del país, centrándose en el estado de los equipos de las Fuerzas Armadas y en particular de las fuerzas aeroespaciales. Con respecto a este último punto, fue el mismo Presidente de la Federación de Rusia quien subrayó cómo, a pesar del aumento de las capacidades defensivas aeroespaciales de las fuerzas armadas rusas en los últimos años, todavía existe la necesidad de mejorarlas aún más ya que "las principales potencias han desarrollado potenciales armas de ataque de alta velocidad" (Associated Press News). De hecho, en la última década la modernización militar del ejército ruso se ha centrado mucho en el desarrollo de las llamadas capacidades militares de "sexta generación" (The Jamestown Fundation). Un ejemplo de esto es el desarrollo, todavía en curso, de un sistema de guerra electrónica terrestre "KRBSS" útil para la constelación de satélites en órbita baja, así como los sistemas de guerra electrónica anti espaciales "Lumberjack-2". Sin embargo, por el momento, el ejército ruso ya puede contar con al menos cuatro tipos de sistemas de guerra electrónica móvil terrestre capaces de bloquear satélites. Entre ellos, el "Tirada-2" se centra en la interferencia con los satélites de comunicación, mientras que el "Krasukha-4" y el "Divno Moriya" pueden interferir con los satélites de reconocimiento de radar (iNews). Dado que hoy en día los sistemas de comunicación espacial, reconocimiento y navegación desempeñan un papel cada vez más importante para garantizar el éxito de las operaciones militares, los satélites se han convertido en un objetivo clave para los sistemas de guerra electrónica de Rusia. Por lo tanto, está claro que este último país se está equipando progresivamente con la tecnología necesaria para llevar a cabo ataques contra satélites extranjeros.

 

5. Entre la privatización y la militarización

Según el centro de estudios "The Union of Concerned Scientists" en el espacio ahora hay más de 4000 satélites operativos, de los cuales 925 fueron lanzados solo en el 2020 (Union of Concerned Scientists). La actividad espacial privada, junto con la actividad estatal, está en constante crecimiento. Basta decir que entre 2015 y 2020 este sector ha visto un aumento del valor económico global de 123 mil millones de dólares alcanzando la cifra récord de 446 mil millones de dólares respectivamente (Statista). La expansión mundial del sector se debe, en parte, a un posible uso militar futuro de la actividad espacial. Por lo tanto, se está produciendo una nueva competencia militar en el espacio entre las principales potencias mundiales y, en particular, entre los Estados Unidos, Rusia y China, que representan, hasta la fecha, los principales actores de todas las actividades espaciales. Sin embargo, hoy en día estas rivalidades tienen lugar en una configuración espacial muy diferente a la de Estados Unidos y la URSS durante la Guerra Fría. El marco se caracteriza actualmente por un proceso de formación de un sector espacial privado favorecido por los avances tecnológicos que redujeron sus costos (Equal Times), posibilitado por la falta de un tratado internacional capaz de actualizar el tratado de 1967 entre la URSS y los Estados Unidos llamado Tratado del Espacio Ultraterrestre (OTS). Sin un nuevo tratado que regule y limite el proceso de militarización del espacio y la privatización de las actividades espaciales, el espacio pronto podría convertirse en un escenario de guerra arriesgado, en detrimento de cada nación, independientemente de si tienen satélites activos en órbita o no (The Diplomat).

 

6. El avance espacial de India

Desde hace décadas India ha estado desarrollando constantemente sus capacidades de lanzamiento y exploración. Sus raíces se remontan al año 1962, cuando el primer ministro, Jawaharlal Nehru, estableció el Comité Nacional Indio de Investigación Espacial (INCOSPAR). Más tarde, el mismo fue reemplazado por La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO, por sus siglas en inglés), convirtiéndose en la agencia espacial nacional (India Times). Dicha organización es una de las pocas del sector público indio que ha tenido tanto éxito en su campo, colocando al país entre las principales potencias espaciales mundiales (The Diplomat). Respecto de los avances en este ámbito, en octubre del corriente año, el primer ministro, Narendra Modi, anunció la creación de la Asociación Espacial India (ISpA, por sus siglas en inglés), una asociación de industrias espaciales y satélites. La misma estaría destinada a contribuir a la autosuficiencia de India, a desarrollarla como "un líder mundial en la arena espacial" y a generar vínculos globales para la industria espacial. En el discurso de inauguración de la ISpA se evidenció que Modi desea privatizar el sector espacial. Ello fue un paso significativo en sus esfuerzos para atraer recursos privados al sector espacial de la India, atrasado respecto de sus pares globales debido a la intensificación de la competencia espacial. La reorientación de la política espacial, según C. Rajan Mohan, es otro indicio del cambio en la orientación geoestratégica (Foreign Policy). Respecto a ello, India ha estado explorando un terreno común sobre cuestiones de seguridad espacial bilateralmente con Estados Unidos y planea trabajar con este, Australia y Japón en el Diálogo de Seguridad Cuadrilátero para aprovechar sus capacidades espaciales colectivas. Deberán trabajar en conjunto en el establecimiento de nuevas normas globales para administrar el espacio, incluidas las reglas para la competencia comercial y el uso espacial para la defensa.

 

7. El primer ministro Narendra Modi lanzó la Indian Space Association

El pasado 11 de octubre el primer ministro de la India Narendra Modi lanzó la Indian Space Association (ISpA), un organismo que tiene como objetivo lograr una mayor expansión del programa espacial de aquel país. Esta asociación está centrada en la promoción de políticas espaciales y organizará los vínculos con todas las partes interesadas en este ámbito, incluidas agencias privadas y estatales (The Hindu). Según manifiesta el gobierno indio, la ISpA se dedicará a lograr compromisos con los diferentes sectores para la formulación de un marco político que contribuya a convertir al país en un líder mundial del ámbito espacial (Indian Space Research Organisation). El Primer Ministro explicó que este sector anteriormente se encontraba limitado al ámbito estatal, pero que han decidido establecer dichos cambios porque consideran que es el momento de introducir mayores innovaciones en este campo (India Today). Por esto, Modi manifiesta que las reformas en este ámbito están centradas en cuatro pilares básicos: el rol del gobierno como mediador, más libertad para el sector privado, la preparación de los jóvenes para el futuro y el papel del sector espacial como recurso para el progreso (Financial Express). Según explica Foreign Policy, la liberalización del sector espacial en India ha sido bien recibida por sus socios del Quad, especialmente por Estados Unidos. Según se explica en el artículo, la cooperación con Washington y el Quad dentro de este ámbito supone un cambio significativo en la orientación de Nueva Delhi, ya que tradicionalmente ha abordado las cuestiones espaciales a través de las Naciones Unidas y desde una perspectiva mayormente centrada en el tercer mundo. Esta nota agrega que la cooperación entre India y sus socios en el establecimiento de nuevas reglas, dentro un ámbito tan geopolíticamente disputado como el espacio exterior, podría llevar en el futuro a un cambio en el enfoque que el gobierno indio mantiene en el asunto, que históricamente estuvo inspirado en el internacionalismo.

 

8. Polonia se une a los Acuerdos de Artemisa

Polonia se ha transformado en el decimotercer país en unirse a los Acuerdos de Artemisa, propuestos por los Estados Unidos con el objetivo de asentar nuevas bases y guías para la exploración espacial. Polonia se unió a Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo, Reino Unido, Nueva Zelanda, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos como miembro de los acuerdos luego de que estos fueran firmados por el presidente de la Agencia Espacial Polaca Grzegorz Wrochna y la administradora adjunta de la NASA Pam Melroy en una ceremonia durante el International Astronautical Congress (Notes From Poland). Ahora Polonia podrá formar parte del programa estadounidense que prevé la exploración de la Luna, Marte y otros cuerpos celestes (The First News). Según manifiesta la National Aeronautics and Space Administration (NASA), los Acuerdos Artemisa establecen un conjunto de principios básicos para guiar la cooperación en investigación espacial entre las naciones que participan en los planes de exploración lunar junto a Estados Unidos en el siglo XXI. Es que, bajo este nuevo programa y como forma de prepararse para una futura llegada a Marte, la NASA tiene como objetivo hacer aterrizar en la Luna a la primera mujer y a la primera persona de color en lo que será una innovadora exploración a largo plazo en aquel cuerpo celeste y sus alrededores. La firma del acuerdo resulta ser estratégicamente importante para Varsovia. Ahora el gobierno polaco espera abrir paso hacia una mayor cooperación con Washington, ya que según señaló Wrochna, las empresas espaciales polacas desean ampliar su negocio fuera de Europa, y en particular llegar al mercado norteamericano (Space News). El siguiente paso sería la elaboración de un Acuerdo Básico de Cooperación Espacial entre la República de Polonia y los Estados Unidos, en el que ya se está trabajando en la actualidad (Polish News).

 

9. Israel y los Emiratos Árabes Unidos acuerdan llegar a la Luna para 2024

Durante la exposición de la Semana Mundial del Espacio de 2020 llevada a cabo en Dubai, Israel y los Emiratos Árabes Unidos, dieron lugar a un memorándum de entendimiento sobre cooperación en materia aeroespacial (The Jerusalem Post). Dicho acuerdo firmado el día 20 de octubre entre la Israel Space Agency y la UAE Space Agency establece el objetivo de realizar una misión espacial hacia la luna para el año 2024 a bordo de la nave "Beresheet 2" (The Times of Israel). A su vez, dichos acuerdos también ratifican la voluntad de ambos países de intensificar la cooperación en materia de investigación científica, exploración espacial y transferencia de información (Space Watch Global). Los Emiratos Árabes Unidos se han transformado, desde hace pocos años, en una potencia espacial a nivel global. El país ha estado desarrollando una estrategia que incluye el desarrollo de sus propias capacidades espaciales, buscando tanto socios comerciales como internacionales para sus múltiples proyectos en la arena aeroespacial (The Hill). En este marco, tanto Israel como los Emiratos Árabes Unidos se han convertido en socios comerciales, y en materia de defensa teniendo como piedra fundamental la normalización de las relaciones a partir de los Acuerdos de Abraham firmados en septiembre de 2020. En el anexo de este documento ya se prescribía el "interés común de ambas Partes en establecer y desarrollar cooperación benéfica mutua en el campo de la exploración y uso del espacio para fines pacíficos" (Abraham Accords). El auge de ambos países provenientes de la región de Medio Oriente como potencias tecnológicas y científicas no es algo nuevo. Con este Memorándum de Entendimiento se establecen los cimientos para una cooperación estratégica que puede colaborar activamente no solo con una nueva llegada a la luna, sino con el desarrollo del ámbito aeroespacial en su conjunto.

 

10. Competencia entre Blue Origin y SpaceX por el predominio en el espacio aeroespacial

Blue Origin, la empresa aeroespacial liderada por Jeff Bezos, junto a Sierra Space, anunciaron el 25 de octubre la elaboración de una estación espacial comercial, bajo el nombre de Orbital Relief. Esta nueva estación que planea desarrollar sus funciones en una órbita cercana a la Tierra, tiene prevista su puesta en funcionamiento para la segunda mitad de la década de 2020. Adicionalmente, la creación de una estación espacial de este tipo ofrece la posibilidad a consumidores, firmas privadas, individuos o gobiernos, de obtener una dirección en el espacio (Blue Origin). El proyecto está siendo respaldado por grupos como Boeing, Redwire Space, Genesis Engineering Solutions y la Universidad Estatal de Arizona (Bloomberg). A medida que la Estación Espacial Internacional de la NASA arriba a sus 20 años, la empresa estatal norteamericana ha abierto un llamado a nuevas propuestas ante la necesidad del cese de actividades para 2030. En este contexto, tanto Blue Origin-Sierra Space, como Lockheed Martin, Nanoracks y Axiom han colaborado con proyectos (CNN Business). En un clima de competencia con SpaceX de Elon Musk –que incluye una demanda realizada por Blue Origin ante la NASA por irregularidades en materia de seguridad– ambos disputan el título de la persona más adinerada del planeta (The Wall Street Journal). Mientras tanto, la NASA trabaja junto a SpaceX en la misión Crew 3 para lanzar al espacio cuatro astronautas a la Estación Espacial Internacional para el día 6 de noviembre. Con el traslado a bordo de la nave Dragon de la compañía perteneciente a Musk, se prevé la realización de experimentos en materia de microgravedad una vez efectivizado el arribo a la EEI (NASA). En resumen, la competencia por el predominio en el espacio aeroespacial es síntoma y a la vez reflejo de la carrera entre las dos personas con más recursos del planeta Tierra.

 

11. China prueba una nueva generación de armas espaciales

Los últimos reportes indican que China habría llevado a cabo dos pruebas para un nuevo tipo de misil estratégico con capacidad nuclear. Según los informes, el sistema completó una órbita del globo antes de que la carga útil de su planeador hipersónico descendiera a la Tierra. Las autoridades chinas han negado completamente los hechos, planteando dudas acerca de qué es exactamente este nuevo armamento y cuáles son los motivos que incentivan su incorporación a las fuerzas del gigante asiático (The Washington Post). Las referencias históricas haciendo alusión a la repetición de patrones que caracterizaron la Guerra Fría no cesan. El general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU, aseguró que la prueba del arma con capacidad nuclear fue similar al "momento Sputnik", refiriéndose al inicio de la carrera espacial entre EE.UU. y la Unión Soviética cuando Moscú lanzó el primer satélite artificial del mundo en 1957. Asimismo, la incertidumbre característica de la dinámica en la Guerra Fría vuelve a invadir los aires estratégicos, por lo menos así lo afirman los científicos norteamericanos que no logran entender cómo el sistema de armas chino ha logrado alcanzar una capacidad tan avanzada (Financial Times). La respuesta al accionar chino demuestra ser una amenaza para la estabilidad nuclear. Cabe destacar que las pruebas informadas se producen en medio de la Revisión de la Postura Nuclear presentada por la administración Biden, que se publicará a principios de 2022. Las herramientas para atemperar el creciente enfrentamiento estratégico entre Estados Unidos y China parecen ser insuficientes. Beijing se ha negado a las propuestas de Estados Unidos de participar en discusiones sobre control de armas y parece poco probable que esta postura cambie a medida que China moderniza y expande sus fuerzas nucleares. El desarrollo de armas espaciales es una tendencia de la cual los demás países no quieren quedar afuera. Además de China, Estados Unidos, Rusia e India al menos otros cinco países están trabajando con tecnología hipersónica, confirmando tanto el fin de una era de estabilidad nuclear como la apertura de otro capítulo en lo que podría denominarse una carrera armamentística espacial (El País).

 

Edición: Analía Amarelle y Carla Gebetsberger.

Equipo de Redacción: Catalina Marino Aguirre, Santiago D'Agostino, Martino Fabris, Facundo González, Milagros Oliden, Micaela Ruíz Díaz y Magalí Vedoy Granja.

 

 

Si desea dejar de recibir nuestros mensajes, ingrese su dirección de correo y luego presione el botón para desuscribirse: